La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) se está movilizando para evaluar las necesidades críticas de las víctimas del huracán Fiona en el Caribe. Millones de personas quedaron a oscuras como resultado de la devastadora tormenta, que provocó inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.

Fiona arrasó Puerto Rico el domingo 18 de septiembre, cinco años después de que el huracán María prácticamente destrozara toda la isla y la dejara sin electricidad durante varios meses.

El gobierno de Estados Unidos ya ha declarado el estado de emergencia en Puerto Rico. Según funcionarios locales, Fiona descargó 81 centímetros de precipitaciones, demolió puentes, dejó a casi 1 millón de personas sin agua potable, desplazó a más de 2.000 residentes y causó múltiples muertes.

“El personal de emergencia de ADRA está sobre el terreno, evaluando cuidadosamente la situación para determinar las necesidades humanitarias de las comunidades más afectadas”, dice Elian Giaccarini,coordinador regional de emergencia de ADRA International. “Debemos proceder con extrema precaución, ya que las condiciones siguen siendo muy peligrosas debido al amplio potencial de inundaciones repentinas. Recuerden a las víctimas de la tormenta en sus oraciones y sigan apoyando los operativos de ayuda de ADRA”.

Los líderes de operativos de emergencia de ADRA también están analizando la situación en otras partes del Caribe, incluyendo la República Dominicana, donde los feroces vientos y las lluvias de Fiona obligaron a más de 12.000 personas a abandonar sus hogares, inundaron pueblos y dejaron a miles sin electricidad.

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