Estudiantes universitarios dedican sus vacaciones a construir cisternas en el noreste

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Estudiantes universitarios dedican sus vacaciones a construir cisternas en el noreste

La Misión Piauí es un proyecto del Centro de Voluntariado y Misión del campus de Engenheiro Coelho, en colaboración con el Instituto LUSS, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la población.

Un grupo de voluntarios del Centro Universitario Adventista de São Paulo (UNASP), campus Engenheiro Coelho, decidió aprovechar las vacaciones de julio para construir cisternas en comunidades de la región semiárida de Piauí. La iniciativa es del Centro de Voluntariado y Misiones, que trabaja en colaboración con el Instituto LUSS, proporcionando acceso al agua, seguridad alimentaria y desarrollo económico a miles de familias vulnerables.

Misión Piauí es un proyecto a corto plazo que se desarrolla por segunda vez en el campus. En enero, los misioneros tuvieron su primer contacto con la comunidad. Y el 3 de julio, los 15 voluntarios continuaron el proyecto, que duró hasta el 13 de julio.

La propuesta del Instituto LUSS es que la intervención en la comunidad ocurra en tres etapas: agua, mediante la construcción de cisternas; seguridad alimentaria, a través de huertos familiares o comunitarios; y desarrollo económico, mediante la planificación de actividades que puedan generar ingresos para la comunidad. Actualmente, los estudiantes de la UNASP están trabajando en la primera etapa.

Según Ana Carolina de Freitas, responsable del proyecto, que participó en la misión en enero, las comunidades sufren los altos costes de la supervivencia en la región semiárida. "Todo es muy caro. Realmente hay una industria que se cierne sobre esta necesidad [de agua], y la gente más humilde es explotada por la sequía", explica.

La misión está hecha de personas

Pensando en crear lazos de confianza, la Misión Piauí se desarrolla en secuencia, estableciendo una relación sana con la población local. Freitas declara: "Esta continuidad es muy importante porque demuestra seriedad en el trabajo y demuestra que lo que promete, lo cumple".

Involucrada con la misión de forma cada vez más profunda, Freitas vivió una experiencia que quedará para siempre en su memoria: pasó su cumpleaños en el campo de la misión. "Fue una gran sorpresa porque no esperaba pasar mi cumpleaños así, ¡pero fue una de las mejores sorpresas de mi vida!", recuerda.

No faltaron momentos memorables en este proyecto, como en todos los demás. Para Heloisa Rocha, estudiante de magisterio de la UNASP, el momento más especial fue reencontrarse con los residentes que había conocido cuando participó en el proyecto por primera vez en enero. "Creamos un vínculo muy bonito durante los días que trabajamos allí, y las historias que suceden durante este contacto que tenemos con ellos se vuelven muy notables", dice Rocha.

Relación con Dios y el prójimo

El punto clave de la Misión Piauí es la relación con Dios y el prójimo. De este modo, todos los que entran en contacto con el campo misionero experimentan la transformación que la obra de Dios puede proporcionar.

Durante el tiempo de regeneración, todos los voluntarios fueron invitados a permanecer en la reflexión. "Nuestro líder del LUSS nos habló del fruto del espíritu descrito en Gálatas. Durante la semana, aprendimos sobre cada parte del fruto, y nuestro reto fue aplicarlo en nuestra vida diaria de alguna manera", dice Rocha.

Mayra Munhoz, estudiante de medios de comunicación, nunca se imaginó que llegaría a estar tan unida a la comunidad a la que servía. Inicialmente, el propósito de Munhoz en el proyecto era sólo capturar imágenes para la producción de contenidos audiovisuales. Sin embargo, en pocos días, la misión dejó a la estudiante un aprendizaje para toda la vida. "Todo el mundo debería ir a una misión, especialmente a la Misión Piauí, porque lo que se vive allí es imposible de describir", afirma.