Mantou es el término en chino para “panecillos al vapor”, que es un tipo de pan al vapor popular en el norte de China.
En 2016, en un municipio muy pequeño del norte de China, una iglesia adventista tenía dificultades para pagar los sueldos de sus pastores y obreros bíblicos, así que decidieron montar un pequeño negocio para vender mantou. Nadie en la iglesia sabía llevar un negocio, y su tienda de mantou tampoco traía muchos ingresos para la iglesia.
Solo en 2019 se dieron cuenta de que Dios les había dado la visión de abrir esta tienda, no para apoyar financieramente a su iglesia, sino para abrir una puerta muy grande para compartir el evangelio.
En ese año, debido a algunos factores políticos, tres iglesias locales se unieron en una sola, con un total de 600 a 700 miembros. Y pronto llegó el Año Nuevo Chino. Es tradición llevar regalos para visitar a familiares y amigos. Dado que el número de miembros ha aumentado tanto, resulta difícil hacer regalos, por lo que el mantou se ha convertido en el obsequio más apropiado.
Desde entonces, los pastores de las iglesias llevan mantou a las visitas. Comenzó visitando a los miembros de la iglesia, de otras denominaciones, el gobierno local y otras organizaciones. Antes de eso, la Iglesia Adventista no tenía ningún contacto con las autoridades locales, y la relación con otras iglesias dominicales era muy tensa. Sin embargo, el “ministerio del mantou” lo cambió todo, y todo el mundo ha llegado a amar a la “Iglesia del mantou”. Los empleados del gobierno local incluso lo llaman “mantou del evangelio”.
Mediante el ministerio mantou, se ha desarrollado activamente el ministerio de salud de la iglesia, y muchas personas se han unido a ella. También se pidió a los miembros de la iglesia que participaran del ministerio, lo que ayudó a que la iglesia creciera rápidamente.
Antes de la COVID-19, esta iglesia tenía unos 20 bautismos al año, pero este año se han bautizado más de 200 personas.
Para ser más eficiente, esta iglesia introdujo una línea de fabricación que podía producir entre 2.000 y 3.000 panecillos al día. Aunque siguen pasando apuros económicos, saben que Dios proveerá. Empezaron a poner nuestro logo adventista en los panecillos. Al distribuir estos mantou a muchos hogares de la comunidad local, se ha sembrado la semilla del evangelio por el camino.
La versión original de esta historia fue proporcionada por la Unión de China.