El Instituto Adventista Villa Aurora (IAVA) celebró 80 años de presencia en la zona de Florencia con una exposición que muestra su historia. Esta exposición se ha vuelto virtual. Se puede acceder a las salas del edificio histórico en línea, así como consultar los paneles de la exposición y encontrar información, videos y documentos sobre la historia de la institución adventista, desde sus inicios hasta la actualidad.

"Al visitar esta exposición, nos encontrarán", dice Davide Romano, director del instituto. "Cuando nosotros aún no existíamos, nuestros predecesores, mujeres y hombres del siglo pasado que se encontraron con Cristo en su vida y decidieron seguirlo dedicando tiempo al estudio y la capacitación, hicieron su entrada en Villa Aurora, inspirando así nuestro experiencia actual".

Fundado en1940 en una pequeña villa en Via Trieste 23, Florencia, el instituto se trasladó a la villa Medici en Via del Pergolino 12 años después, donde todavía se encuentra hoy. Con los años fue creciendo, con nuevos edificios, incluyendo la Facultad de Teología, cuyos títulos son reconocidos por el Estado italiano, y otras ofertas educativas. “Ochenta” es el título de la exposición, un nombre que destaca el fino hito alcanzado, pero sin arrugas ni pelo blanco, ya que conserva el rostro joven de los alumnos que asisten al campus.

Romano continúa: "Al visitar esta exposición encontrarán […] algo de su historia,de su nostalgia por una determinada manera comunitaria de vivir y de entender,de su vocabulario confesional, a veces generacional y, en algunos casos, familiar. Pero, al visitar esta exposición, también los encontrarán a ellos. Aquellos de quienes no sabías nada; aquellos cuya existencia ignorabas; aquellos a quienes solo recordabas por su nombre, pero que estaban allí. Eran compañeros de viaje confiables, en algunos casos aventureros del espíritu, predicadores indomables, consejeros afables, trabajadores laboriosos yrespetuosos, voluntarios de muchos ámbitos, preceptores y agricultores, maestros y secretarios, estudiantes y alumnos, trabajadores de mantenimiento, locutores de radio, cocineros y jardineros; un pueblo colorido y esperanzador, decidido a transitar sin demora el camino que Dios les puso por delante".

Romano concluye: "En lo que a nosotros respecta, a pesar de las circunstancias cambiantes, sin duda en un mundo diferente, permaneceremos fieles a esta historia en la medida en que todavía encontremos en ella sus rostros, su experiencia junto con la nuestra, y la vocación irrevocable de Dios".

Se puede acceder a la exposición aquí.

El artículo original se publicó en el sitio web de Hope Media.