El equipo de Sonscreen se reúne con cineastas galardonados en la 20ª Cumbre Anual Windrider y en el Festival de Cine de Sundance

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El equipo de Sonscreen se reúne con cineastas galardonados en la 20ª Cumbre Anual Windrider y en el Festival de Cine de Sundance

Profesionales y estudiantes se reúnen para celebrar el impacto de las salidas creativas y la narración de historias en la fe y la espiritualidad.

El equipo del Festival de Cine Sonscreen se reunió con cineastas galardonados y participó en profundos debates acerca de la narración de historias y la espiritualidad en la 20ª Cumbre anual Windrider y la Experiencia del Festival de Cine de Sundance, del 21 al 26 de enero de 2024.

Estudiantes y profesores de la Universidad de La Sierra, La Universidad Oakwood, la Universidad Adventista del Sur [Southern Adventist University] y la Universidad de Walla Walla asistieron al evento educativo. El equipo de medios de comunicación de la Iglesia de la Universidad de Loma Linda, que organiza el Festival de Cine Sonscreen, también viajó a Park City, Utah, para la reunión, donde cineastas en la cima de sus campos hicieron presentaciones y respondieron preguntas.

“Para la comunidad Sonscreen, esta cumbre no es un evento más, sino una fuente de inspiración”, afirmó Julio C. Muñoz, director ejecutivo del festival y director asociado de Comunicaciones de la División Norteamericana (DNA). Afirmó que Windrider es “un lugar donde podemos combinar nuestra fe con nuestro amor por el cine, un encuentro donde aprendemos de narradores de diversos orígenes y perspectivas”.

El equipo de Windrider invitó a Muñoz a presentar una sesión de preguntas y respuestas con el cineasta Sean Wang, nominado al Oscar. El largometraje de Wang, Dìdi (弟弟), ganó en Sundance tanto el premio del público como el premio especial del jurado al mejor reparto, y su cortometraje Nǎi Nai and Wài Pó fue nominado este año al Oscar al mejor cortometraje documental. Las dos películas de Wang giran en torno a temas como la familia, la conexión humana y su propia experiencia como niño taiwanés-americano de primera generación.

“Me sentí muy honrado”, dijo Muñoz sobre la invitación. “Sean Wang es un joven cineasta con un talento excepcional, y adentrarme en su peculiar voz narrativa fue realmente esclarecedor”. Para Muñoz, “Windrider ocupa un lugar único al propiciar encuentros con cineastas galardonados como Sean”. Alabó las nuevas perspectivas y la inspiración creativa que proporciona la cumbre.

La Cumbre Windrider se concibió por primera vez hace más de 20 años. “En realidad, empezó cuando unos estudiantes del Seminario Teológico Fuller fueron al Festival de Cine de Sundance y se dieron cuenta de que las películas eran un reflejo de los anhelos más profundos de la sociedad”, explicó Tanya Musgrave, productora del Festival Sonscreen, que también trabajó como productora de la Cumbre Windrider 2024.

En su sitio web, la organización matriz de la cumbre, el Instituto Windrider, afirma que los fundadores se reunieron en 2005 “para explorar las posibilidades de una experiencia educativa inmersiva en el Festival de Cine de Sundance, con la idea de que el Festival de Cine de Sundance podría proporcionar un laboratorio de aprendizaje dinámico para que los estudiantes participaran en un diálogo cultural a medida que tomaba forma”.

Su sueño se convirtió en una bendición para muchos cineastas, estudiantes de cine y personas de fe, y durante los últimos 20 años, Windrider ha celebrado una cumbre junto con el Festival de Cine de Sundance.

“Windrider convoca a un grupo ecuménico de estudiantes universitarios, profesores, seminaristas, líderes ministeriales y profesionales del sector”, explica Ryann Heim, directora de programación del Instituto Windrider. “En el Festival de Cine de Sundance, tenemos la oportunidad de presenciar la narración independiente de jóvenes cineastas que están lidiando con grandes preguntas”.

ESTABLECER UNA ASOCIACIÓN

Cuando el equipo de Sonscreen asistió a su primera Cumbre Windrider en 2020, Muñoz vio un enorme valor en el evento. “Me impresionó el profundo sentido de comunidad y la auténtica pasión por contar historias que impregnaba el evento”, recuerda. “Era algo más que una reunión de entusiastas del cine; era una experiencia transformadora donde la fe, el arte y la cultura se entrecruzaban de manera poderosa”.

Pronto se estableció una asociación. Cada invierno, los miembros del equipo de Sonscreen asistían a la Cumbre Windrider, conocían a cineastas y se ponían en contacto con la red de escuelas y cineastas. Luego, en primavera, los representantes de Windrider acudían a menudo al Festival de Cine Sonscreen para mostrar algunas películas y participar en los sesudos debates por los que es conocida la cumbre.

Ahora, cuatro años después del primer encuentro de Sonscreen con Windrider, Muñoz, Musgrave y Tristen Campbell, un estudiante de la Universidad de Oakwood que consiguió unas prácticas en la cumbre, se encuentran en el escenario o detrás del telón, ayudando a crear esa misma experiencia transformadora para un nuevo grupo de estudiantes.

¿Y su recompensa? La charla y la energía que surgían de las mesas durante el tiempo de debate, mientras los estudiantes reflexionaban en las películas y sus temas con nuevos amigos.

Nicole Sabot, alumna de último curso, apreció la diversidad de historias y cineastas de la cumbre y disfrutó encontrando puntos en común a través de las historias. “Me ha dado esperanza”, declaró tras el acto.

Muñoz también expresó sentimientos positivos acerca del futuro de la asociación de Sonscreen con el Instituto Windrider: “Es una experiencia especial en la que se descubren nuevas perspectivas y la inspiración enciende nuestros espíritus creativos”.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Norteamericana.