Mark Moreno, profesor asociado de arquitectura en la Universidad Andrews, se asoció con la Corporación de Desarrollo Comunitario (CDC) de Benton Harbor, en Michigan (Estados Unidos), para llevar un innovador campamento de arquitectura a los jóvenes de la comunidad. El programa, conocido como Renaissance Kids, es una idea original de Moreno, creada en 1997. A lo largo de los años, el campamento ha evolucionado, incorporando sugerencias de padres y miembros de la comunidad, hasta convertirse en una iniciativa que no solo enseña principios arquitectónicos, sino que también involucra a los participantes en lecciones de vida y proyectos de construcción del mundo real.
Moreno, quien posee un máster en Arquitectura por la Facultad de Diseño de la Universidad de Harvard y una licenciatura en Arquitectura por la Universidad de Texas en Arlington, lleva formando mentes jóvenes en la Universidad Andrews desde 1996. Su camino hacia la arquitectura comenzó de forma inesperada, ya que al principio no estaba seguro de su trayectoria profesional. Sin embargo, inspirado por la pasión de su hermana por este campo y sus propias experiencias con las clases de dibujo de arquitectura en el instituto, Moreno encontró su vocación.
“No tenía ni idea”, recuerda Moreno. “Pero la primera clase de arquitectura a la que asistí me encantó y ya no volví atrás”. El curso se centraba en el impacto de la arquitectura en las personas, tanto individual como colectivamente.
La dedicación de Moreno a la arquitectura y la educación ha sido evidente a lo largo de su carrera, lo que le ha llevado a trabajar para varios estudios de arquitectura y, en última instancia, a ocupar puestos docentes que han influido en innumerables estudiantes. Su pasión por marcar la diferencia en la comunidad ha sido la fuerza motriz del programa Renaissance Kids, que concibió en un principio como un trabajo paralelo para obtener ingresos extra para su creciente familia. Tras un paréntesis que comenzó en 1998, Moreno reinició el campamento en 2007 con una pasión renovada por conectar la Universidad Andrews con la comunidad en general.
Renaissance Kids es algo más que un campamento de verano: ofrece una experiencia de inmersión en la que los niños exploran la arquitectura mediante actividades prácticas y proyectos de construcción del mundo real. A lo largo de los años, el programa ha evolucionado en complejidad, y los participantes han creado desde maquetas a pequeña escala hasta estructuras comunitarias a tamaño real.
El campamento ha hecho contribuciones significativas a la comunidad, incluida la construcción de espacios para sentarse y pilares de mampostería adornados con arte en Curious Kids Discovery Zone, Curious Kids Museum y Krasl Art Center. En 2018 y 2019, los participantes de Renaissance Kids apoyaron una campaña de recaudación de fondos del grupo de jóvenes de la Iglesia Episcopal de San Agustín. Durante los dos veranos, diseñaron y construyeron casas de juegos, casas para perros y obras de arte para ayudar a construir un hogar para una familia necesitada.
Este año, en colaboración con el campamento de verano Outside the Lines del CDC de Benton Harbor, Renaissance Kids trabajó en un proyecto especialmente significativo: la construcción de una pérgola en el Flourish Garden local. “Es genial ver a estos niños ensuciarse las manos construyendo una pérgola en el jardín comunitario”, dice Moreno. “Lo hicieron como campeones. Fue realmente una inspiración verlos”.
Durante los últimos tres años, el campamento Outside the Lines ha podido influir en más de 30 estudiantes cada verano en la comunidad de Benton Harbor. El campamento ofrece tutoría, capacitación deportiva y habilidades de liderazgo en el marco de su Programa de Mentores 400 B.L.A.C.K, que se centra en la formación de líderes y el cultivo de la afinidad. Kevin Moore, consejero del campamento, explica: “El campamento prepara a los estudiantes para que se sientan cómodos saliendo de lo establecido”.
Outside the Lines se dirige a jóvenes de entre 8 y 14 años con el fin de reducir la violencia juvenil y formar líderes juveniles en la comunidad. Jay McCree, especialista en compromiso familiar del Programa de Mentores 400 B.L.A.C.K, afirma: “El campamento es otra forma de que los niños salgan de casa y se impliquen más en su comunidad”.
La colaboración entre Renaissance Kids y el CDC de Benton Harbor es un paso importante hacia la participación de los jóvenes de la comunidad en actividades significativas y creativas. La asociación refleja el objetivo común de ambas organizaciones: ofrecer oportunidades que fomenten el liderazgo, la creatividad y el sentido de comunidad entre los jóvenes.
Ashley Hines, directora ejecutiva del CDC de Benton Harbor, contribuyó decisivamente a hacer realidad esta asociación. Hines se puso en contacto con Moreno con la idea de fusionar los dos programas, y su colaboración ha prosperado desde entonces. “Ashley es una campeona”, afirma Moreno. “Es una gran conectora y una inspiración. No tengo palabras para describirla”.
Nick Blue, director del Programa de Mentores 400 B.L.A.C.K, subraya la importancia de esta asociación para mejorar la oferta del campamento. “Durante los últimos tres años, nos hemos asociado con diferentes entidades de la comunidad, y este año, añadir a Renaissance Kids fue enorme”, dice. “El profesor Mark Moreno aportó su experiencia, y pudimos fusionarla con nuestro campamento Outside the Lines para crear algo increíble”.
Los acampantes trabajaron junto a profesionales de la arquitectura. En concreto, Larry Jackson, profesor de construcción y entrenador de fútbol del instituto, y Carl Stigall, de Stigall Concrete, participaron en el campamento. Ambos destilaban pasión por su trabajo, amor por los niños y un corazón generoso con la comunidad.
El impacto de estos proyectos va más allá de los participantes, ya que contribuyen al objetivo más amplio de revitalizar y mejorar la comunidad de Benton Harbor. El campamento de este año ofreció algo más que una simple introducción a la arquitectura; proporcionó a los acampantes las herramientas para construir un futuro mejor para ellos mismos y para su comunidad.
La acampante Jayde Hurst, quien ha asistido al campamento Outside the Lines durante los últimos tres años, compartió su entusiasmo, diciendo: “Lo que más me gusta del campamento OTL es la oportunidad de hacer actividades divertidas y conocer nuevos amigos. Este año ha sido especialmente estupendo porque hemos tenido la oportunidad de aprender cosas nuevas y adquirir conocimientos sobre principios arquitectónicos”.
Mientras el programa Renaissance Kids sigue creciendo y evolucionando, Moreno mantiene su compromiso de marcar la diferencia en la vida de los jóvenes con los que trabaja. Ya está pensando en futuras colaboraciones y proyectos, expresando su entusiasmo por lo que las próximas asociaciones podrían conseguir el año que viene. Su pasión por la arquitectura y su creencia en su poder para dar forma a las comunidades son evidentes en cada proyecto que emprende.
“La arquitectura consiste en resolver problemas”, afirma. “Cada proyecto tiene un significado detrás, y puede tener un mayor impacto en la sociedad y en el tejido social de una comunidad”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la Universidad Andrews.