Debería rechazarse la difamación de las leyes religiosas, recomiendan los expertos

Debería rechazarse la difamación de las leyes religiosas, recomiendan los expertos

Rumania acoge 10 ª reunión de expertos en libertad religiosa

De izquierda a derecha, Lee Boothby, vicepresidente de la Academia Internacional de Libertad de Religión y Creencias; David Little, profesor de la Escuela de Teología de Harvard; y Cole Durham, profesor de Brigham Young University, en la conferencia de Bucarest.
De izquierda a derecha, Lee Boothby, vicepresidente de la Academia Internacional de Libertad de Religión y Creencias; David Little, profesor de la Escuela de Teología de Harvard; y Cole Durham, profesor de Brigham Young University, en la conferencia de Bucarest.

Los expertos de libertad religiosa están expresando su preocupación en relación con propuestas que buscan regular la libertad de expresión y establecer la difamación de leyes religiosas.


Reunida en Bucarest, Rumania, del 8 al 10 de septiembre pasado, la Décima Conferencia del Grupo de Expertos Internacionales de Libertad Religiosa, a la que asistieron académicos, profesionales y otros expertos internacionales del campo de los derechos humanos y la religión, analizaron el tema en boga de las expresiones de odio y la “difamación de las religiones”.


Al inaugurar la conferencia, John Graz, Secretario General de la IRLA dijo que las expresiones de odio y la difamación de las religiones ha estado entre las mayores causas de preocupación en los últimos años y que la IRLA está buscando evaluar las propuestas que buscan establecer nuevas medidas internacionales de regulación”.


A medida que los individuos y grupos religiosos de todo el mundo se ven sujetos a las que a menudo son acusaciones e insultos mordaces y maliciosos, las expresiones de odio muchas veces han precedido violentos ataques e intimidaciones. Graz, que también es director del departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial, preguntó: “¿Cuál va a ser el costo real de la libertad de expresión si tales propuestas llegaran a adoptarse?”


Durante la sesión final, el Grupo de Expertos acordó, según Graz, que “no debería votarse ninguna legislación específica, pero las expresiones de odio deberían limitarse de acuerdo con la ley ya existente de los derechos humanos”.


Varios expertos hablaron de situaciones existentes donde las palabras expresadas incitan a la violencia o a la discriminación. Tales expresiones deberían ser limitadas de acuerdo con las leyes internacionales sobre derechos humanos ya existentes, pero los expertos se mostraron preocupados de que algunas propuestas no solucionen el problema de los delitos motivados por el odio religioso. En su lugar, se teme que esto incremente la intolerancia religiosa e infrinja el igualmente derecho humano fundamental de libertad de expresión y religión, que incluye la crítica de las ideas religiosas.


Una preocupación que analizaron los expertos es la falta de una definición universalmente aceptable de lo que constituye la difamación de la religión. De no existir orientaciones claras respecto de lo que constituye difamación, las normas propuestas serán implementadas de manera arbitraria y desigual, lo que terminará afectando a los que esperaba proteger, dijeron.


Al referirse a las expresiones de odio y a la difamación de religiones como un “tema de gran preocupación”, la profesora Rosa María Martínez de Codes, de la Universidad Complutense de Madrid, España, dijo que en Europa “necesitamos tender puentes entre las diversas confesiones religiosas, tomando en cuenta que tenemos entre 12 y 13 millones de partidarios del islamismo”.


“Las expresiones de odio son algo que debería eliminarse de nuestro vocabulario, educación, actitudes, y eso significa mejorar las políticas públicas que brindan pautas para las instituciones educativas públicas y privadas, a fin de mejorar el entendimiento mutuo y el respeto por el otro”, dijo Martínez.


El Profesor David Little, de la Escuela de Teología de Harvard, realizó una advertencia en contra del silencio en relación con la propuesta hecha a las Naciones Unidas por la Organización de la Asociación Islámica, y también con algunos informes de la ONU que apuntan a restringir el vocabulario de difamación religiosa.


“Si no tomamos una postura en oposición a alguna de estas propuestas las cosas van a empeorar,” dijo Little. “Estarán peor porque las organizaciones internacionales, específicamente las Naciones Unidas, podrían sentirse inclinadas a restringir las expresiones religiosas y anular la posibilidad de criticar las ideas religiosas de otro grupo. Si no permitimos esta clase de expresiones, lo que sucederá es que se impedirá que se ejerzan los beneficios de la libertad de expresión, lo que empeorará las cosas”.


El profesor Cole Durham, de la Escuela de Leyes de Brigham Young University, cree que “por cada puente que se establece entre el cristianismo y el islamismo, otros cinco son destruidos, ya que es mucho más difícil construir relaciones positivas que destruirlas. Para destruirlas basta un solo episodio, como sucedió con las tiras cómicas de Dinamarca.


Durham expresó que el promulgar leyes que prohíban la libre expresión podría tener la intención de proteger a la minoría, pero en realidad podría volverse contra ella. Durham explicó lo que denominó “la paradoja de las expresiones de odio”. Durham explicó que “a menudo pensamos que si algo es malo y promulgamos una ley contraria, lo que es mal desaparecerá automáticamente como si la ley fuera una varita mágica. En efecto, tenemos que pensar con mucho cuidado porque demasiado a menudo, esas leyes en realidad no ayudan a los grupos minoritarios porque estos tienen miedo de invocar sus derechos, ya que puede resultar una manera de incrementar los ataques y las amenazas. Y se consigue lo opuesto de lo que se buscaba”.


Después del encuentro, los participantes de la conferencia de la IRLA se reunieron con representantes del Senado y de la Cámara de Diputados de Rumania, incluyendo a Nicolae Vacaroiu, Presidente del Senado, y Bogdan Olteanu, Presidente de la Cámara de Diputados, para participar en un simposio de dos días sobre “Comunicación Interconfesional en la Unión Europea”.