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Con el Fondo Adventista de Donaciones, dar nunca ha sido tan fácil

United States

(Foto: Adventist Media Exchange)

(Foto: Adventist Media Exchange)

Uno de los valores fundamentales del movimiento adventista es la mayordomía. La gestión organizada y cuidadosa de los recursos personales no es solo un estilo de vida, sino una invitación que Dios nos ha hecho. Aunque Job 41:11 afirma que todo lo que hay bajo el cielo pertenece al Señor, a cada persona se le ha concedido la responsabilidad y el privilegio de ser un buen y fiel mayordomo con los recursos que Dios le ha dado. 

Cuando pensamos en la mayordomía, a menudo nos viene a la mente dar de nuestras finanzas. Sin embargo, más allá de entregar fielmente los diezmos y las ofrendas, muchos buscan donar a organizaciones que tengan un impacto significativo. Sin embargo, administrar los diferentes ministerios y entidades a los que elegimos donar puede ser un desafío. Por ello, se ha creado el Adventist Donor Gift Fund (Fondo Adventista de Donaciones, FAD) para ayudar a que las donaciones sean más fáciles para aquellos que desean donar de esta manera. 

Desarrollado por el departamento de Servicios Fiduciarios y Donaciones Planificadas (SFDP) de la Asociación General (AG) de los Adventistas del Séptimo Día, el FAD pretende fomentar y facilitar las contribuciones filantrópicas que se entregan con alegría, más allá de los diezmos y las ofrendas personales. Este fondo, dentro del BNY Mellon Charitable Gift Fund, es un método cómodo, fácil y rápido para donar a múltiples organizaciones benéficas a la vez. 

“Se trata de una nueva y maravillosa iniciativa”, afirma Scot Coppock, director asociado del SFDP. “El Fondo Adventista de Donaciones es esencialmente una ventanilla única que busca maximizar el impacto de las donaciones caritativas de un donante”. 

Con la marca de la Iglesia Adventista y lanzado en mayo de 2022, el FAD es un fondo asesorado por donantes. Coppock comparte: “Cuando un donante abre una cuenta, el 25% de su donación se coloca en una cuenta restringida designada para la organización adventista de su elección”.

Un aspecto que le agrada del FAD a Aniel Barbe, director asociado del departamento de Mayordomía de la AG, es que el “75% restante de cada donación se destina a un fondo no restringido”. 

Coppock explica: “El 75% restante va a una cuenta no restringida y puede donarse a cualquier organización caritativa cualificada de Estados Unidos, incluidas otras organizaciones adventistas”.

Barbe elabora: “el FAD será instrumental en la mejora de la distribución eficaz de los fondos a las iniciativas misioneras. [...] Este es el espíritu correcto de la donación cristiana”.

Los donantes pueden contribuir económicamente a organizaciones participantes como It Is Written [Escrito Está], Radio Mundial Adventista y varias universidades adventistas. Sin embargo, señala Coppock, “si un donante quiere contribuir al fondo de su comunidad local o a organizaciones como United Way o la investigación contra el cáncer, puede hacer que sus fondos vayan también a esas organizaciones benéficas”.

Aunque los donantes pueden depositar fondos en el FAD, Coppock destaca que tienen pleno control sobre cuándo quieren que las organizaciones reciban sus contribuciones. En consecuencia, “si alguien necesita obtener un beneficio fiscal ahora y luego decidir a dónde quiere que vaya su dinero, esto facilita que la gente haga una donación en el momento que más le convenga”. Además, las contribuciones pueden ser elegibles para una deducción de impuestos y crecer libres de gravámenes.

Aunque el FAD beneficia y facilita las donaciones principalmente a los ciudadanos estadounidenses, los residentes internacionales que tengan una cuenta bancaria en EE.UU. también pueden contribuir al fondo. 

Los donantes interesados en abrir una cuenta para hacer donaciones al FAD pueden hacerlo “al ponerse en contacto con la organización a la que le interese que lleguen los fondos restringidos. Ellos podrán ayudarlo a ser el punto de contacto en caso de que tenga alguna duda por el camino”, afirma Coppock. “Sin embargo, nuestra página web también tiene toda la información necesaria para hacerlo por cuenta propia”.

El FAD también hace posible que los donantes dejen un legado de donaciones. Coppock explica: “Aunque estamos aquí para ayudar a la gente a dar en vida y también al morir, este fondo permite a los donantes transmitir a la siguiente generación la alegría de dar”. Los donantes pueden añadir asesores adicionales a sus cuentas, lo que permite a sus hijos o nietos tener también la oportunidad de hacer donaciones benéficas a sus propias organizaciones. 

“Este fondo es una forma estupenda de facultar a la siguiente generación para hacer donaciones”, explica Coppock. “Hemos observado que la próxima generación investigará y encontrará organizaciones a las que quiera apoyar. Después de hacer esas donaciones y ver el impacto de sus contribuciones, siguen donando”. Esto permite a toda la familia experimentar la alegría de dar juntos.

Como fiel mayordomo, ¿cómo vas a retribuir a Dios y apoyar hoy su misión de difundir el mensaje del evangelio de Jesucristo?

Para convertirte en donante o en organización participante, o para saber más sobre el Fondo Adventista de Donaciones, visita https://www.willplan.us/donorgiftfund/.

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