Alrededor del año 900 d.C., unos intrépidos polinesios surcaron los mares durante miles de kilómetros hasta que descubrieron una isla volcánica en medio del océano Pacífico. Allí iniciaron una civilización conocida hoy como Rapa Nui. En la década de 1860 dieron este nombre a la isla, que es también el de la lengua que se hablaba en aquel lugar. Rapa Nui significa “Gran Rapa” y proviene del parecido de la isla con la isla de Rapa, en las islas Australes.
La isla es una de las más aisladas del planeta. Está a 3.700 kilómetros (2.300 millas) al oeste de la costa chilena y a más de 4.000 kilómetros (2.485 millas) al sureste de Tahití, en la Polinesia Francesa. Rapa Nui también es conocida como “El ombligo del mundo”.
Ocho siglos después, el Domingo de Pascua, 5 de abril de 1722, el explorador Jacob Roggeveen atracó en la isla con tres grandes barcos europeos. Por eso la llamó el lugar más aislado del mundo: Isla de Pascua.
Hay muchas preguntas sin respuesta respecto a los misterios de Rapa Nui: ¿Cómo y cuándo exactamente llegaron los primeros habitantes? ¿Cómo trajeron plantas comestibles, pollos y otros animales? ¿Cómo fabricaron los cerca de 1.000 moai, grandes estatuas talladas en roca volcánica? ¿Y con qué propósito transportaban las grandes esculturas, de muchas toneladas de peso, 25 kilómetros (15,5 millas) o más, a todos los rincones de la isla?
Lo que es seguro es que estos intrépidos nativos fueron capaces de sobrevivir durante más de mil años con poca agua potable y escasos recursos naturales. Hoy viven en la isla 9.000 personas y reciben más de 100.000 turistas al año.
La predicación del Evangelio en la isla de Pascua
Unos 870 años antes de que los primeros polinesios habitaran Rapa Nui, algunos discípulos de Jerusalén escucharon las últimas palabras de Jesús antes de ascender al cielo, según se recoge en Hechos 1:8. Él dijo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Nota que las últimas palabras de Jesús fueron, “hasta lo último de la tierra”. La misión fue encomendada a aquellos discípulos temerosos y tímidos. Gracias al poder del Espíritu Santo, se convirtieron en valientes predicadores en todas las partes del mundo conocido en los primeros siglos de la era cristiana.
¿Cómo llegaría el Evangelio a la Isla de Pascua, que ahora forma parte de Chile? ¿Qué método se podría utilizar para romper un prejuicio natural contra la Iglesia? ¿Dónde encontrar a los intrépidos y valientes que aceptarán el desafío de construir una iglesia adventista en la isla más remota del planeta?
En 2007, más de 100 líderes Conquistadores de todas partes de Chile fueron a Rapa Nui y, con intrepidez y valentía, construyeron una iglesia adventista del séptimo día. El comienzo de la predicación del evangelio es siempre un desafío y, poco a poco, más personas llegaron a conocer el evangelio eterno.
Conquistadores: Ministerio y Evangelización
El ministerio de Conquistadores ha sido un poderoso instrumento para compartir el amor de Jesús con los adolescentes y sus familias en esta región y en muchas otras. Rompe prejuicios y salva familias. Hay un movimiento cada vez más fuerte de plantar iglesias en nuevos lugares, y nuevos territorios, comenzando con el club de Conquistadores.
En todo el territorio de la División Sudamericana de los Adventistas del Séptimo Día (DSA), que sirve a ocho países sudamericanos, los Conquistadores buscan abrir un club en cada iglesia. En todas las congregaciones adventistas, dicen los líderes del ministerio, quieren clubes fuertes de Conquistadores y Aventureros que cumplan la misión de la iglesia. Y no podemos olvidar que, en cada isla, un club también se ha convertido en nuestro desafío.
“Actualmente, tenemos clubes de Conquistadores en las Islas Galápagos [Ecuador], en la isla Fernando de Noronha [Brasil], un proyecto que se está iniciando en las Islas Malvinas y muchos otros”, afirma Udolcy Zukowski, director de Conquistadores de la DSA.
Zukowski señala que los Conquistadores de la Isla de Pascua han crecido en número y logros, y que recibieron la donación de una banda de música completa para el club. “¡Ahora los Conquistadores tendrán la única banda de la Isla de Pascua!”, dijo Zukowski.
También compartió que, en una celebración el 11 de septiembre, tuvo el privilegio de reunir a un grupo de Aventureros, Conquistadores y sus padres para una foto con más de 60 nativos de Rapa Nui, de los cuales solamente cinco son adventistas.
“Mediante los clubes de Conquistadores, nuestros intrépidos y valientes líderes están haciendo todo lo posible para llegar a Rapa Nui con el evangelio eterno”, dijo Zukowski, “y por medio del poder del Espíritu Santo, cumplir la promesa de Hechos 1:8”.
La versión original de esta historia fue publicada en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.