Brasil: Cómo hace un pastor en el Amazonas para atender 24 iglesias

Brasil: Cómo hace un pastor en el Amazonas para atender 24 iglesias

Ministro sobre la marcha en el Brasil rural del Norte, se mueven a la iglesia, arena dune's-a-comin '

Maria Rocha Pereira, a la derecha, y su nieta reman en las cercanías de su iglesia y hogar en Barreirinhas. Ella y su familia adventista trabajan como pescadores en el río Preguiça.
Maria Rocha Pereira, a la derecha, y su nieta reman en las cercanías de su iglesia y hogar en Barreirinhas. Ella y su familia adventista trabajan como pescadores en el río Preguiça.

Un obrero ayuda a construir la cocina del comedor estudiantil del Colegio Adventista del Amazonas, en Belén. Se espera que la institución ofrezca programas de teología a partir del año que viene.
Un obrero ayuda a construir la cocina del comedor estudiantil del Colegio Adventista del Amazonas, en Belén. Se espera que la institución ofrezca programas de teología a partir del año que viene.

El pastor Raimundo Viana conduce una breve meditación durante una de sus visitas a la iglesia adventista de Alazão, visita que realiza mes por medio. Tiene que hablar en voz muy alta debido al viento que barre las dunas y silba a través de las rendijas del edificio.
El pastor Raimundo Viana conduce una breve meditación durante una de sus visitas a la iglesia adventista de Alazão, visita que realiza mes por medio. Tiene que hablar en voz muy alta debido al viento que barre las dunas y silba a través de las rendijas del edificio.

El pastor Raimundo Viana toma una siesta en un barco con motor fuera de borda mientras este avanza por el río. Su cabeza descansa en su bote salvavidas.


Aunque es domingo y no sábado (que es cuando normalmente trabajan más los pastores adventistas), Viana acaba de bautizar cinco personas y ahora el conductor de la lancha lo está llevando hasta otra de sus congregaciones, que visita cada dos meses.


“Siempre estoy ocupado”, dijo después de despertarse y admitir que no ve a su esposa a sus cinco hijos todo lo que quisiera. Por lo general Viana no puede tomarse los lunes libre, como le han recomendado sus supervisores, ya que tiene que atender a 24 iglesias (con un total de 1.160 miembros) en el distrito de Lençois Maranhense, en el estado septentrional de Maranhão.


Para Viana y otros pastores como él del Brasil, la única manera de atender a su esparcida grey es viajar sobre ruedas, en bote o a pie. Es común que en las regiones rurales los ministros tengan una docena o más de iglesias, y algunos llegan a cuarenta. Lo mismo sucede en otras partes de Latinoamérica, África y el sudeste asiático.


En el norte de Brasil, donde cada año se unen a la iglesia unas 45.000 personas, los líderes que están haciendo lo que pueden para adaptarse a este veloz crecimiento.


El próximo año, abrirá sus puertas un nuevo colegio adventista en Belén, cerca de la desembocadura del río Amazonas, y ofrecerá programas de teología para ayudar a satisfacer la demanda de pastores en la región.


Asimismo, la Unión Misión del Norte del Brasil será subdividida en una segunda unión que tendrá su sede en la ciudad septentrional de Manaus, varios cientos de kilómetros río arriba en el Amazonas.


“Vemos muchas oportunidades allí y queremos tener la capacidad de apoyar de mejor manera a nuestros miembros”, dijo Erton Kohler, presidente de la División Sudamericana, a ANN en octubre pasado al referirse a esta nueva subdivisión.


El pastor Viana, de 51 años, y que fuera jugador profesional de fútbol, tiene el cabello corto y usa lentes de sol, pantalones negros y una camisa blanca que lleva el logo de Ministerios de la Familia. Sus congregaciones van desde los once hasta los más de cien miembros.


Después de un viaje de 45 minutos corriente arriba por el río Preguiça, el conductor empuja el bote contra una barrera de arena a unos pocos cientos de metros de una construcción de madera de cinco por cinco metros pintada de verde claro. Es el templo de una familia de pescadores que viven en el paraje conocido como Alazão en las riberas del río y frente a una duna de arena.


El año pasado, Viana fue el invitado de honor en la ceremonia de inauguración de la nueva ubicación del edificio. Cada pocos años, el templo es trasladado varios cientos de metros para evitar que las arenas lo cubran.


En el lugar, los adolescentes ayudan a sus familias a pescar en la mañana y asisten a la escuela por las tardes, después de caminar una media hora.


Viana dirigió un cántico y entonces ofreció un devocional en voz lo suficientemente alta como para superar al viento que sopla a través de las rendijas. Después de visitar a los feligreses y de recibir un coco fresco como regalo, regresó al bote, ahora en dirección a su hogar. Había estado allí alrededor de una hora.


La Unión del Norte del Brasil cuenta en la actualidad con 320 pastores para una feligresía de 444.000, lo que significa un pastor cada 1.390 feligreses.


Otras divisiones de la iglesia han analizado el precio que tienen que pagar los ministros al llevar semejante carga de trabajo. A pesar de ello, las conclusiones son escasas. Un directivo de la iglesia afirmó el año pasado que un crecimiento tan elevado podría sobrepasar la capacidad de la iglesia de producir suficientes ministros.


En julio de 2010, el Colegio Adventista del Amazonas, ubicado en Belén, aceptará su primera cohorte de estudiantes de teología.


Hace poco tiempo, un productor de video capturó las imágenes y sonidos de la construcción que se lleva a cabo en el predio. Se espera que el colegio reciba los fondos provenientes de una ofrenda de la Iglesia Adventista mundial y que aparezca en una futura edición del DVD de Misión Adventista.


Los obreros pintaron paredes y acomodaron los elementos de las instalaciones en una residencia estudiantil que espera utilizar la luz natural en las habitaciones y pasillos a fin de reducir el consumo de energía. Cada habitación tendrá puertos de Internet, un refrigerador, un televisor y un microondas.


Después de su inauguración, el colegio introducirá una carrera nueva por año, como por ejemplo títulos de grado en educación y tecnología informática, de manera de ayudar a sostener los hospitales, escuelas e instituciones de la iglesia en la región.


Jefferson Kern contribuyó con esta historia