ADRA solicita respuesta humana a la crisis de los refugiados en Europa

ADRA solicita respuesta humana a la crisis de los refugiados en Europa

El brazo humanitario de la Iglesia Adventista promete solidarizarse con los refugiados.

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) dio a conocer su declaración de posición oficial sobre la crisis de refugiados en Europa. El año pasado, el Alto Comisionado de Refugiados de las Naciones Unidas dijo que la guerra en Siria había disparado “la mayor emergencia humanitaria de nuestra era”. Hasta el año pasado, informes de las Naciones Unidas dicen que casi la mitad de todos los sirios se han visto forzados a abandonar sus hogares desde que comenzó el conflicto en 2011, y cerca de tres millones de estos han huido del país. Este año, refugiados de Siria y otros países están llegando a Europa en números aún mayores. Muchos de estos refugiados son familias que llegan con lo puesto. ADRA, por medio de sus oficinas en Europa, está ayudando a suplir las necesidades inmediatas de los refugiados al brindarles información, alimento, prendas de vestir, refugio y atención médica. 

Como organización humanitaria internacional, ADRA ha prometido su solidaridad con los refugiados, instando a adoptar una respuesta compasiva y humana ante la crisis. A continuación se incluye la declaración completa:

Ante los miles de refugiados que llegan cada día a Europa, reconocemos que se están identificando nuevas dificultades, y que las tensiones están creciendo. Hacemos un llamado a adoptar una solución política a los problemas que enfrentan las familias desplazadas. Nuestros líderes tienen que actuar de acuerdo con sus responsabilidades y tomar las decisiones necesarias para proteger a todos los involucrados.

Al mismo tiempo, apelamos a la población local para que trate a los refugiados de sus comunidades como a ellos también les gustaría ser tratados. Los estragos de esta crisis sobre todos son evidentes, pero el mundo observa mientras familias vulnerables son objeto de protestas, abusos y explotaciones.

Los políticos y también los ciudadanos tienen que fijar como prioridad los derechos humanos de los refugiados, reconociendo que el tratamiento de los desplazados no debería ser definido por los límites físicos que se ven forzados a cruzar, ni por las identidades culturales y religiosas que cada uno carga.

Dado que hasta el 84 por ciento de los desplazados en esta crisis se origina en los principales países productores de refugiados (UNHCR, 2015), esta es una crisis de refugiados, y tiene que ser tratada como tal. Esperamos que el pueblo de Europa, nuestros gobiernos y organizaciones respeten la humanidad de cada persona y la traten con dignidad. Esperamos un tratamiento humano, instalaciones higiénicas y seguras, atención médica según sea necesario, y que se respeten los derechos humanos básicos.

Pedimos ver que se otorgue creciente prioridad a brindar no solo alimento y abrigo a los refugiados, sino también asistencia con el idioma, mediación y comunicación con las instituciones, acceso a los servicios que estén disponibles, y apoyo psicosocial.

Otro elemento crítico para la atención de los que se encuentran en medio de esta creciente emergencia es la protección. El estrés físico del desplazamiento no es nada en comparación con la angustia que muchas de estas personas están enfrentando. Las políticas y los funcionarios de gobierno tienen que dar prioridad a la seguridad, y dar el ejemplo en el trato que les brinden.

Cuando se les niega a los refugiados sus derechos básicos, ellos no son los únicos que pagan el precio. Los ojos del mundo se encuentran ahora mismo en Europa, pero esta es una crisis global, y cada decisión enfrenta intenso escrutinio. El respeto de los derechos humanos y las acciones compasivas envían un claro mensaje de fortaleza durante esta complicada y frágil situación.

ADRA permanece unida para proteger los derechos de los refugiados. Reconocemos la humanidad que tiene esta crisis, además del valor de cada individuo involucrado en ella. Estamos dedicados a aliviar el impacto de una situación abrumadora e insostenible en todos los hombres, mujeres y niños que sea posible. Los instamos para que hagan todo lo que está en vuestro poder con el propósito de proteger los derechos y reforzar la protección de los refugiados dentro de las fronteras.