Presencia de larga data en el país de la agencia de trabajo ayudas, la respuesta a la preparación de terremoto en China
Más de una semana después de que el ciclón Nargis azotó la costa de Myanmar, los funcionarios de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales informan que avanzan los esfuerzos asistenciales, gracias en parte a la presencia de larga data de la agencia humanitaria en ese país del sudeste asiático.
Desde su sede central de Yangón, que opera desde 1984, ADRA se encuentra colaborando con al Programa Mundial de Alimentos para distribuir alimentos y otros elementos de primera necesidad. La agencia, que está bien posicionada en el país, ha comprometido su ayuda, afirman los directivos. Los obreros no han necesitado visas u otros permisos de los gobernantes del país, una dificultad que debieron enfrentar agencias externas.
Solo una quinta parte de las 375 toneladas de alimentos necesarias se hallan disponibles para alimentar la población del país de casi 50 millones, informó el WFP. La hambruna y la enfermedad azotan a unos dos millones de personas desplazadas como consecuencia de la tormenta de diez horas de duración que destruyó el noventa y cinco por ciento de los hogares en algunas de las aldeas del Delta de Irawaddy.
Los funcionarios del gobierno de Myanmar y de las Naciones Unidas precisaron que entre 62.000 y 100.000 han fallecido o están desaparecidas.
La agencia humanitaria de la Iglesia Adventista también se está preparando para responder al sismo de 7,9 puntos en la escala de Richter que se produjo en China, que produjo más de 9.000 muertes en la densamente poblada provincia de Sichuán.