South American Division

Un documental explora los esfuerzos misioneros entre los pueblos indígenas del noroeste de Brasil

“O. E. Davis - El legado" relata el papel de un misionero norteamericano en la expansión de la Iglesia Adventista en la región del Monte Roraima.

Priscila Baracho, División Sudamericana, y ANN
Estudio bíblico en la comunidad indígena Aleluia, en Paracaima, Roraima.

Estudio bíblico en la comunidad indígena Aleluia, en Paracaima, Roraima.

[Foto: Caio Alexandre]

En 1911, el pastor y misionero estadounidense Ovid Elbert Davis dejó California (Estados Unidos) y emprendió un viaje de tres meses que lo llevó a las remotas fronteras de Brasil, Guayana Británica y Venezuela. En la región del monte Roraima, introdujo con los taurepang, macuxi y otros grupos étnicos al Dios de la Biblia.

Para conmemorar este hito, la Unión Brasilera del Noroeste produjo un documental titulado O. E. Davis - El Legado. Basado en extractos del diario de Davis, el documental arroja luz sobre los desafíos a los que se enfrentó durante su misión pionera.

El proyecto llevó unos ocho meses de investigación, redacción de guiones, producción, entrevistas y grabaciones. Destaca el valor de la labor misionera de Davis y su relevancia para el mundo actual. “Me apasionan las historias, y Dios guio toda la investigación para este proyecto, enviando personas para enriquecer los detalles de esta historia”, dijo Ivo Mazzo, productor ejecutivo y director de Comunicación de la Unión Brasilera del Noroeste.
Para Luciana Costa, guionista del documental, uno de los principales desafíos del proyecto fue recopilar y verificar la información con precisión. Esto implicó explorar revistas, artículos y libros, así como realizar entrevistas con personas que conocieron a Davis. “La recuperación histórica de la vida y acciones de Davis ilustra cómo el evangelismo puede transformar vidas y revela que Dios tiene planes mucho más grandes que los nuestros”, remarcó Costa.

Identidad adventista

El Dr. Márcio Costa destaca la importancia de producir contenidos que refuercen la identidad adventista. “Nuestro mensaje no es un mensaje más; viene del cielo y está inspirado por Dios”, afirmó.
El historiador Ubirajara P. Filho, doctor en Historia Social por la Universidad de São Paulo (USP), descubrió la historia de Davis a mediados de la década de 2000. En 2001, visitó la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Asociación General Adventista en Maryland, Estados Unidos. Durante esta visita, Ubirajara encontró registros relacionados con Davis, incluido un breve diario, la última carta que escribió e informes de misioneros que continuaron su labor.

“Este es uno de los relatos misioneros más impresionantes en la historia de la Iglesia Adventista mundial. La obra iniciada por Davis y todos sus desarrollos muestran relatos de gran dedicación, amor, fe y disposición misionera. En definitiva, valores que la Iglesia Adventista debe seguir celebrando y promoviendo. La Iglesia Adventista del Noroeste está comprometida con esta misión, y el cuidado puesto en la preparación de este documental fue admirable”, enfatizó. 

Región del Monte Roraima, donde Davis llegó en 1911 para la misión entre los indígenas.
Región del Monte Roraima, donde Davis llegó en 1911 para la misión entre los indígenas.

El sueño

Davis ya había trabajado entre los pueblos indígenas de Canadá y Alaska y estaba en la Guayana Británica desde 1906. Algún tiempo después, recibió información de que los pueblos indígenas estaban interesados en que un misionero fuera a ellos y, en abril de 1911, emprendió el viaje al monte Roraima.

Según Costa, los informes de las últimas décadas muestran que, en 1890, el líder de una comunidad indígena tuvo una visión de un misionero con un libro de tapas negras. Después de esta visión, dijo a su pueblo que viviera de forma diferente para evitar conflictos, y antes de morir, dijo que vendría alguien que les enseñaría más sobre ese libro. Costa señaló que la información llegó a Georgetown, la capital de la Guayana Británica, por medio de los buscadores de oro, lo que atrajo a Davis para iniciar su viaje misionero.

La receptividad de las comunidades indígenas a la labor de Davis y de los misioneros que lo siguieron impresiona a Ubirajara. Según sus investigaciones, a lo largo de los años, muchos indígenas no solamente adoptaron la identidad adventista, sino que se convirtieron en misioneros en otras comunidades. La influencia de estos misioneros indígenas alcanzó un radio de más de 100 kilómetros de la región del Monte Roraima, con personas convertidas en Brasil, Venezuela y Guayana Británica.

El documental

El documental O. E. Davis - El Legado relata la historia de fe y sacrificio del pastor y destaca el impacto de su misión y audacia al explorar un territorio hasta entonces inexplorado, rodeado por los desafíos de la inmensidad de la selva, sus ríos y las enfermedades tropicales. La misión que comenzó en 1911 sigue inspirando a generaciones en esta región. Actualmente, hay más de 30 iglesias adventistas repartidas por las comunidades indígenas de la frontera entre Brasil y Venezuela.

Han pasado 113 años desde el viaje de Davis, y este mes de noviembre, la Unión Misión del Noroeste de Brasil dedicó su iglesia número 2.000. La iglesia se estableció en la comunidad de Aleluia, en Pacaraima, Roraima, la región donde Davis comenzó su misión con los indígenas.

El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.

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