El 16 de agosto de 2024, el Hospital Costa do Cacau, en Ilhéus, Bahía, en Brasil, vivió un momento único en su historia: por primera vez, un paciente parapléjico hospitalizado allí fue bautizado dentro de las instalaciones de la unidad. La Iglesia Adventista del Séptimo Día instaló un bautisterio de mil litros en el hospital para la ceremonia.
El bautismo tuvo lugar después de que Felipe Santana de Nascimento, de 26 años, tomara una decisión inspirado por las visitas regulares de un grupo de jóvenes adventistas al hospital. Conmovidos por el estado de los pacientes, los jóvenes, acompañados por el pastor de la iglesia local, empezaron a ofrecer apoyo espiritual y estudios bíblicos a los enfermos, lo que culminó en que Nascimento eligiera un nuevo camino de fe. "Era imposible conocer a Jesús y no enamorarse de él", reveló el joven.
El bautismo
El pastor Osvaldo dos Anjos Junior, quien acompañó al paciente durante todo el proceso de conversión, dirigió el bautismo. "Este es un momento de inmenso significado, tanto para el paciente como para todos nosotros. Nos demuestra que la fe puede traer transformación y esperanza incluso en las situaciones más adversas. Agradecemos al hospital que haya permitido la celebración de esta ceremonia, respetando los deseos del paciente", declaró Junior.
Maria Lugiane Cunha, coordinadora del Servicio Social, resaltó la importancia de la humanización en la atención hospitalaria, destacando el papel de la espiritualidad en el cuidado integral de los pacientes. "Cuando recibimos la solicitud de realizar el bautismo, entendimos que era nuestra responsabilidad honrar los deseos del paciente. Aunque era algo nuevo para nosotros, trabajamos con el equipo de la Iglesia Adventista para asegurarnos de que todo se hiciera de forma segura y respetuosa", comparte.
Además del equipo sanitario y los miembros de la iglesia, otros pacientes del hospital presenciaron la escena. Además de proporcionar consuelo al paciente bautizado, la ceremonia evocó un sentimiento de paz y reflexión a los presentes. El bautismo marca un nuevo capítulo en la historia de la unidad, que reafirma su compromiso con la atención humanizada y el respeto por los aspectos físicos, emocionales y espirituales de sus pacientes. "El bautismo de Felipe allana el camino para que otros pacientes que deseen bautizarse puedan hacerlo, incluso estando hospitalizados", subraya Lugiane.
El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.