Misión Caleb 2025 fue lanzada con un evento que reunió alrededor de 200 personas en la Iglesia Adventista Central en Itabuna, Bahía, Brasil. El mensaje principal fue claro: el próximo año, los Caleb trabajarán duro en barrios y ciudades locales, saliendo así de su zona de confort y yendo lejos de casa.
Actualmente, se han inscrito más de 1.218 Caleb y 632 parejas de misioneros. Jakson Lima, líder del Ministerio Joven en el sur de Bahía, destacó las grandes expectativas del proyecto. "¡Estamos preparando el mejor Caleb de la historia de ABS! Tenemos 155 líderes inspirados y motivados para llamar a jóvenes de sus comunidades para la misión. En 2025, volveremos a nuestros orígenes y salvaremos vidas", afirmó.
El Proyecto Misión Caleb tiene sus raíces en la iniciativa de jóvenes adventistas que, inspirados por el deseo de servir y evangelizar, cambiaron sus vacaciones para realizar acciones comunitarias. El nombre Caleb hace referencia al personaje bíblico conocido por su valentía y fe, simbolizando la disposición de los jóvenes a enfrentar desafíos y llevar el mensaje de Cristo a nuevos lugares.
Bautismo en la sala
El evento también contó con un momento emotivo: la retransmisión en directo de un bautismo que tuvo lugar en casa de una familia local. Gabriel, un joven con parálisis cerebral, y su madre fueron bautizados. Gabriel, inspirado por su hermano mayor, que ya es adventista, decidió entregarse a Cristo. Aunque su madre se resistió inicialmente a bautizarse, se sintió conmovida por la decisión de su hijo y también se sumergió en el agua con él.
La sala donde tuvo lugar el bautismo se llenó de familiares y miembros de la iglesia, todos ellos conmovidos. El ambiente se transformó en un espacio para la manifestación del Espíritu Santo, con lágrimas de alegría. Los pastores presentes destacaron que este bautismo no fue solamente una decisión personal, sino el resultado de un continuo y bendecido trabajo evangelístico realizado por medio de los Grupos Pequeños.
En este sentido, el evento marcó el inicio de una misión transformadora en 2025. Así, con el lanzamiento de Misión Caleb, la Iglesia Adventista en el sur de Bahía dio el primer paso en un camino de evangelización y discipulado que tiene como objetivo tocar vidas y llevar esperanza a las comunidades vecinas. De esta manera, demostró que no habrá barreras ni dificultades que impidan la predicación del evangelio dondequiera que Dios envíe.
El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.