Jonathan Peñate, de 25años, y Janeyri Martínez, de 24, jamás pensaron que caminarían por el pasillo otra vez. Pero eso es lo que hicieron: ella, de vestido blanco y velo, y él, de traje, de manera muy similar a lo que habían hecho hace un año y medio ante su familia y amigos en su país de El Salvador. En esta ocasión, caminaron por el largo pasillo frente a más de 600 matrimonios pastorales como ellos, para participar de una ceremonia de renovación de los votos matrimoniales. El evento marcó el evento culminante del tercer y último retiro ministerial de la División Interamericana en Acajutla, El Salvador, el 18 de septiembre de 2024.
“Estamos a punto de celebrar una de las ceremonias más significativas”, dijo el pastor Pedro Iglesias, director del Ministerio de la Familia de la División Interamericana, al dirigirse a Jonathan y Janeyri y a los cientos de matrimonios pastorales representados en el centro de convenciones. “Entusiasma tanto participar de este momento aquí y ahora”, dijo. En el escenario, Iglesias presentó a seis matrimonios pastorales como parte de la fiesta de bodas, que iban desde los diez a los treinta años de casados.
Unidad, disponibilidad y exclusividad
“Podemos resumir los votos matrimoniales en tres palabras: unidad, disponibilidad y exclusividad”, dijo Iglesias. “Unidad, porque cuando decidimos llegar a ser uno, significa en todas las circunstancias. Disponibilidad, porque significa que estaré junto a ti siempre, en la enfermedad y la salud, en la pobreza y en la riqueza. Y exclusividad, porque prometemos solo estar con el otro [íntimamente] mientras ambos estemos vivos”.
Mientras Iglesias ponía el énfasis en la palabra exclusividad, explicó que no implica ser conscientes de saber si van a cometer adulterio o no, sino en ser conscientes del otro para satisfacer todas las necesidades, de manera importante las necesidades sexuales, expresó. “Es decir: ‘Lo mejor de mí es tuyo y de nadie más’”.
“El diablo va a tratar de destruir su matrimonio y su ministerio”, dijo Iglesias. “Va a continuar tentándolos para que violen las muchas áreas que los llevan a quebrantar esa exclusividad, pero como están aquí juntos, pídanle al Espíritu Santo que los unja cada día, colóquense el escudo de la fe y honren a Dios en su compromiso mutuo y con él”, expresó.
Fue un mensaje que se repitió en los históricos retiros ministeriales que hicieron que más de tres mil matrimonios del territorio de la División Interamericana, en su mayor parte de pastores distritales, se reunieran en septiembre para un descanso de tres días en México, la República Dominicana, o en El Salvador.
Jonathan y Janeyri celebraron participar del retiro porque les dio un tiempo precioso que pasar juntos, reconectándose con amigos y colegas de América Central, además de renovar su compromiso mutuo mientras se dedican a ministrar a ocho iglesias en el distrito de San Salvador, en la capital del país.
Puede ser difícil ocuparse de todo
Janeyri trabaja como maestra de matemáticas para los niños de cuarto a séptimo grado de una escuela adventista, y los sábados colabora con los ministerios de niños y de la mujer junto con Jonathan, que se ocupa de los cultos, las visitas a los miembros enfermos, o de cualquier otra necesidad de visita, además de supervisar las juntas de iglesia y ministrar a más de los 250 miembros de sus congregaciones.
“A veces, ocuparse de todo puede ser difícil”, dijo Jonathan. En el año y medio que han estado casados, han enfrentado muchos de los mismos desafíos que enfrentan los matrimonios pastorales en toda la División Interamericana. “Jesús necesita ser el centro del hogar. Eso ha quedado muy claro aquí”, expresó.
El evento ministerial les ha enseñado a ser más serviciales, comprensivos y abiertos a buscar ayuda de consejería si alguna vez la necesitan, añadió Jonathan.
Tomarse unos pocos días para alejarse del apretado cronograma de actividades pastorales tuvo por propósito brindarles momentos de reconectarse con Dios y sus cónyuges, dijo el pastor Josney Rodríguez, secretario de la asociación ministerial de la División Interamericana.
Una renovación del llamado ministerial
“Los pastores son la primera línea de defensa allí en las miles de iglesias adventistas del séptimo día, y fue importante tener un espacio para retirarse y adquirir un ungimiento espiritual, en medio de tantos desafíos y responsabilidades”, explicó. Implicó una renovación de sus compromisos con el llamado ministerial y sus familias, y tener una profunda conexión con Dios mientras siguen cumpliendo la misión, añadió Rodríguez.
El retiro contó con mensajes espirituales, presentaciones y decenas de seminarios para pastores y sus esposas en sesiones plenarias y sesiones por semana, de parte de expertos en liderazgo de iglesias y psicólogos. Además de ello, se ofrecieron sesiones privadas en línea a los matrimonios pastorales que escogieron beneficiarse de las sesiones de consejería de psicólogos adventistas de las divisiones Sudamericana y Norteamericana.
“Retuvimos los servicios de siete psicólogos que estuvieron disponibles para ofrecer 120 sesiones de una hora a nuestros matrimonios pastorales”, dijo el pastor Iglesias. “Puede haber sido el primer paso para muchos de los matrimonios pastorales que por alguna razón no habían decidido asistir a consejería allí donde viven”.
Hubo noventa sesiones usadas como consejería durante el mes de septiembre, dijo Cecilia Iglesias, directora asociada de ministerios de familia. “Estamos felices de que muchos aprovecharon la oportunidad de participar de este útil recurso para los matrimonios”, expresó.
Reconocimiento al servicio
Se reconoció a cientos de pastores y sus esposas provenientes de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala por sus servicios dedicados, durante una ceremonia especial en la que recibieron certificados, placas y presentes.
El pastor Hernán Pedrol, de Panamá, estuvo entre los que fueron reconocidos el último día del retiro en El Salvador. Pedrol supervisa a veinte congregaciones en la región occidental, donde viven cientos de grupos indígenas de la etnia ngäbe. Viaja en automóvil y a pie cada sábado para estar al frente de dos o tres congregaciones cada sábado, visita a los miembros necesitados, da estudios bíblicos, e involucra a los miembros de iglesia y a los jóvenes en la tarea de compartir el evangelio en sus comunidades.
Pedrol y su esposa Celideth fueron reconocidos por sus 21 años de servicio, y recibieron una placa especial por su compromiso a la hora de esparcir el evangelio y bautizar a más de cien personas en lo que va del año. “Él tiene el récord del mayor número de bautismos en toda la unión ya por varios años”, dijo el pastor José De Gracia, presidente de la Unión Panameña.
El retiro ha sido algo sumamente especial para Pedrol y su esposa. “Me llevo tanto de aquí, tanta motivación, fortaleza espiritual y alegría al ver que la iglesia y sus pastores están comprometidos con el cumplimiento de la misión”, dijo Pedrol. Regresa ahora con nuevas herramientas para alentar y equipar de manera especial a más jóvenes para estar al frente de la vida de la iglesia y para involucrarlos más en iniciativas misioneras y proyectos comunitarios.
Una dedicación inquebrantable
El pastor Elie Henry, presidente de la División Interamericana, agradeció a la delegación pastoral por su dedicación y compromiso inquebrantables con la tarea de alimentar y expandir la iglesia en el territorio de la División Interamericana. “He visto gozo en muchos de los rostros de los pastores, animados para continuar con su labor para Dios”, dijo el pastor Henry.
“Dios nos trajo aquí para darnos más oportunidades de ser ungidos y de estar comprometidos con nuestro cónyuge y la iglesia en la misión que él nos ha dejado”, dijo. “Dios quiere que comencemos una nueva travesía. El camino no será fácil, porque hay mucho trabajo por delante, pero Dios puede darnos la victoria y el gozo de servirlo”, dijo el pastor Henry.
El pastor Ramón Canals, secretario de la asociación ministerial de la Asociación General, quien trajo su equipo de asociados, el doctor Anthony Kent y el doctor Jeffrey Brown, además de su esposa Aurora Canals, a los tres retiros ministeriales, animó a los ministros para que sigan sirviendo a Dios. “Permanezcan firmes en su devoción por el Señor”, les dijo. “Tengan la mente de Cristo, vivan como Cristo, y que la iglesia pueda verlo a él en ustedes y su ministerio”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.