General Conference

Entre planillas y milagros: Así son los preparativos para el Congreso de la Asociación General 2025

El equipo de gestión del Congreso de la Asociación General relata el trabajo, la planificación, la oración y los milagros que tienen lugar durante los preparativos de la mayor reunión de la Iglesia Adventista.

Estados Unidos

Moraya Truman, ANN
El equipo de gestión del Congreso de la AG dirige, desde el escenario, los últimos preparativos para el evento.

El equipo de gestión del Congreso de la AG dirige, desde el escenario, los últimos preparativos para el evento.

Foto: Alyssa Truman

e necesitaron más de cinco años de planificación y catorce subcomisiones importantes. Hay 1.100 espacios para stands, más de 500 empleados y preparativos para 50.000 fieles. En el centro se encuentra un pequeño grupo de tres organizadores privados de sueño que hacen malabarismos con diagramas de salas, menús vegetarianos y contratiempos de última hora con los visados. Bienvenidos al motor invisible del Congreso de la Asociación General (AG) 2025 de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Detrás de las cifras que aparecen en los titulares se encuentra una pequeña sala de control. George Egwakhe, tesorero asociado de la AG, ejerce también como director del Congreso; Silvia Sicalo, jefa de planificación de los congresos de la AG, es la directora asociada del congreso; y Sabrina De Souza, tesorera asociada que asumirá el cargo de directora del Congreso en 2030, completa el trío.

«Al final», dice Sicalo con una sonrisa, «básicamente somos solo nosotros tres a quienes todos recurren».

Silvia Sicalo, directora asociada del Congreso de la AG, habla con Alyssa Truman, directora asistente de Comunicación, respecto a la logística del Congreso de la AG.
Silvia Sicalo, directora asociada del Congreso de la AG, habla con Alyssa Truman, directora asistente de Comunicación, respecto a la logística del Congreso de la AG.

Los tres funcionan como el Equipo de Gestión del Congreso, que se ocupa de cada uno de los catorce subcomisiones principales del evento, desde la programación del escenario hasta la traducción y la seguridad.

«Dado que la decisión de una comisión siempre afecta a otra», explica Egwakhe, «somos miembros de cada una de las subcomisiones del Congreso de la AG». 

El resultado es un calendario semanal repleto de llamadas cruzadas por Zoom y planillas de cálculo codificadas por colores, en el que una solicitud de tres micrófonos adicionales por parte de la Secretaría puede repercutir hasta en el plano de distribución del catering.

A pesar de todas las planillas de cálculo y los horarios de transporte, Egwakhe afirma que la verdadera red de seguridad es invisible.

«Muchos están orando por nosotros, y el impacto es inimaginable», admite. «Algunas noches, apenas dormimos tres horas; te despiertas a las 2 de la madrugada y los detalles pendientes inundan tu mente [...]. Es por la gracia de Dios que sobrevivimos».

La oración, añaden, ha producido resultados increíbles. De Souza señala la nueva aplicación del Congreso de la AG, que fue enviada a Apple y Google con apenas una semana de antelación. Debería haber tardado entre siete y diez días en pasar la revisión y ser aprobada; sin embargo, el director asociado de Comunicación de la AG, Sam Neves, inició una cadena de oración por WhatsApp en el momento en que se envió la solicitud.

«Sam dijo: «Voy a organizar una reunión de oración y vamos a orar para que la aplicación pueda estar disponible”», recuerda. 

«Recibimos la aprobación en menos de 24 horas. Eso solo puede ser obra de Dios».

Seth Shaffer, fotógrafo de la Sala de Prensa Global, mira la aplicación GC Session en su teléfono.
Seth Shaffer, fotógrafo de la Sala de Prensa Global, mira la aplicación GC Session en su teléfono.

El cambio sorprendió incluso a los equipos técnicos que trabajaban con la aplicación. De Souza añadió: «Nadie se explica cómo una aplicación totalmente nueva se aprobó en 24 horas, pero está lista, funciona y es preciosa: solo 24 horas en lugar de 7 días. Eso solo puede ser obra de Dios».

Para la dirección del Congreso, es el último recordatorio de que las planillas de cálculo se encargan de la logística, pero la oración se encarga del calendario.

Los milagros, grandes y pequeños, hacen que la maratón merezca la pena, afirma quienes están a cargo de la gestión del Congreso. La oración de Sicalo es sencilla: «Después de diez años desde nuestro último Congreso regular y de no poder reunirnos, la Iglesia se unirá en la misión para que podamos terminar la obra». 

Egwahke se hace eco de ella y añade que ora para que todos los delegados regresen a casa “encendidos por Dios” y para que designen a los líderes adecuados para mantener el impulso.

Lo que quieren que veas

La variedad de acentos, atuendos y el compañerismo con miembros de todo el mundo es lo que la dirección del Congreso espera que los visitantes del fin de semana no se pierdan, dicen los líderes.

«Ver a miembros de otras partes del mundo es revelador para muchos. Quizás alguien de Estados Unidos nunca haya conocido a alguien de China, Ucrania, Nigeria o Zimbabue. Es su oportunidad de conocer a alguien que cree lo mismo, pero que vive en otra parte del mundo», dice Sicalo.

El Desfile de las Naciones del Congreso de la AG en 2015: La Misión en Marcha, durante la reunión de clausura del sábado por la noche.
El Desfile de las Naciones del Congreso de la AG en 2015: La Misión en Marcha, durante la reunión de clausura del sábado por la noche.

Egwahke es más enfático: «Cuando escuchas el mensaje repetido de “Yo Iré”, ves que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Espero que algunos se lleven este mensaje a casa y se entusiasmen por Dios».

Donde termina el programa y comienza la misión

A las 7 de la mañana del jueves 3 de julio, todos los cables de los micrófonos deben estar pegados con cinta adhesiva y se debe preparar un bufé vegetariano para 5.000 personas. Diez días después, el 13 de julio, los últimos himnos se apagarán, reaparecerán las cajas y la dirección del Congreso se centrará en la recta final.

Sin embargo, Egwahke insiste en que el verdadero marcador no es el calendario: «Estoy orando por los delegados», dice. «Si Dios puede llegar a usarlos para que salgan de aquí con una visión renovada... y si elegimos líderes que respalden esa misión... entonces todas las horas sin dormir habrán valido la pena».

George Egwakhe, tesorero asociado de la AG y director del Congreso de la AG, aprece sentado en el estadio vacío, preparándose para el inicio del Congreso de la AG de 2025.
George Egwakhe, tesorero asociado de la AG y director del Congreso de la AG, aprece sentado en el estadio vacío, preparándose para el inicio del Congreso de la AG de 2025.

Sabrina, aún maravillada porque aprobaron de un día para el otro la aplicación, ve un patrón: «A veces, los planes quinquenales se doblegan ante milagros de 24 horas, y es entonces cuando sabes que Dios está dirigiendo la agenda».

De esta manera, la esperanza de este equipo de tres personas, sostenida por miles de hojas de cálculo y otras tantas oraciones susurradas, es sencilla: que cada visitante del fin de semana vislumbre la iglesia global y dinámica con la que ellos lidian a diario. Si ese vistazo inspira a un voluntario más, a un misionero inesperado o a una cadena de oración más a las 2 de la madrugada, considerarán que el Congreso de la Asociación General de 2025 ha sido un éxito mucho antes de que la última caja salga de St. Louis.

Para obtener más información acerca del Congreso de la Asociación General de 2025, visita http://www.gcsession.org. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.

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