Sábados del “Espíritu de profecía” y la “Herencia adventista” trasmiten la fe a la siguiente generación
Historiadores y teólogos adventistas están alentando a los miembros de todo el mundo a que reflexionen en su herencia espiritual al observar dos sábados especiales este mes.
El sábado del “Espíritu de profecía”, que celebra los escritos de la pionera Elena G. White, se celebra este 13 de octubre. El 20 de octubre es el sábado de la “Herencia adventista”. Los adventistas creen que Elena G. White ejerció el don de profecía durante su ministerio.
El sábado del espíritu de profecía fue establecido a fines de la década de 1930, cuando la Comisión de Espíritu de Profecía de la Iglesia Adventista mundial hizo un primer llamado para realizar “esfuerzos sinceros” de estimular el estudio creciente de los escritos de White.
Un sermón que destacara un aspecto particular de los escritos de White fue una de las recomendaciones originales de la observación de este día especial, y la tradición continúa hoy día. El sermón muestra de este año —junto con una sugerencia de himnos, lecturas bíblicas y un programa de niños— se encuentra disponible en el sitio web del Patrimonio White.
En la década de 1980, los adventistas comenzaron a incorporar elementos de la herencia adventista en la celebración. En el presente, el sábado dedicado a la herencia adventista se celebra en el sábado más cercano al 22 de octubre, cuando en 1844 el movimiento millerita aguardó expectante la segunda venida de Cristo, para darse cuenta más tarde que en realidad habían interpretado erróneamente las profecías bíblicas. Su líder, el predicador bautista Guillermo Miller, influyó a un grupo de creyentes, que en 1863 estableció la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
“Los sábados dedicados al espíritu de profecía y a la herencia adventista brindan una oportunidad para que los miembros de todas las edades de la iglesia participen recordando por qué son adventistas”, dijo Tim Poirier, vicedirector del Patrimonio White.
Para los historiadores adventistas, estos días especiales también representan una oportunidad de participar de manera activa en la preservación de la herencia dinámica de la iglesia.
“Una de las descripciones favoritas de nuestra iglesia fue usada por los primeros pioneros adventistas, a saber, el Gran Movimiento del Segundo Advenimiento”, dijo David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigación de la iglesia mundial.
“En ocasiones, nuestra forma de practicar la iglesia da el mensaje de que es bueno ser tan solo espectador. En realidad, nuestra iglesia tiene que ver con la participación para seguir avanzando. Nuestra fe no es algo estático; jugamos un papel activo en la transmisión de generación en generación”, dijo Trim.
Aunque reconocer toda la herencia adventista es una tarea “de enormes proporciones”, en especial en un solo día de énfasis especial, Trim dijo que los miembros pueden participar de una manera tangible al documentar la historia de su propia iglesia local.
“Esta es la oportunidad de ir y sentarnos con los miembros de más edad de nuestra iglesia. Pídanles que les cuenten sus historias”, dijo Trim. “Cada iglesia tiene su propia historia. La historia de la Iglesia Adventista no es tan solo la historia de la denominación mundial; es también la historia de cada iglesia local”.
Trim dijo también que los miembros pueden buscar una base de datos en línea con libros, revistas y documentos históricos adventistas con referencias tempranas de su iglesia local, así como de historias de fe, compromiso y sacrificio.
“Tantos pioneros de la iglesia dieron tanto por ella. De alguna manera, uno termina sintiendo: “No somos dignos de ellos”, dijo Trim. “Pero espero que los miembros salgan con un sentido de aliento e inspiración”.