En la comunidad de Nueva Esperanza, a dos horas y media en barco de Maués, en el Amazonas, viven más de 100 familias que decidieron hace tiempo mantener su dialecto original, incluyendo los niños que reciben clases de portugués en las dos escuelas que existen en el lugar. Los Sateré-Mawé mantienen vivas sus tradiciones y costumbres, aun frente a la modernidad, que avanza hacia la comunidad cada día.
“Somos un pueblo muy grande, y aquí todos hablamos sateré-mawé y portugués, pero en la vida cotidiana solamente hablamos sateré. Los mayores apenas hablan portugués, y para nosotros es normal, porque no nos creemos diferentes por no hablar lo mismo que los demás habitantes del pueblo”, detalla la estudiante Pamela Souza, de 16 años.
![Pamela Souza es una de las líderes de su comunidad. [Foto: Divulgación]](https://images.hopeplatform.org/resize/L3c6MTkyMCxxOjc1L2hvcGUtaW1hZ2VzLzY1ZTcxMzAxZjY1NTI4MWE1MzhlZDM3My9CZUsxNzEzODg5MjE2MjM4LmpwZWc/w:1920,q:75/hope-images/65e71301f655281a538ed373/BeK1713889216238.jpeg)
Souza coordina el coro adventista Generación Esperanza “Hekatup Haria”, formado por 25 adventistas de la comunidad, de edades comprendidas entre los 11 y los 23 años, que cantan alabanzas en su lengua materna. Llaman la atención allá donde van, y por eso siempre son invitados a actuar en comunidades e iglesias de la región. “Siempre estamos dispuestos a alabar. Ensayamos todas las semanas y, gracias a Dios, siempre vamos a llevar nuestra cultura a otros lugares”, dice Souza.
Como todo adolescente, Souza tiene el sueño de entrar en la universidad. “Aún tengo tiempo para elegir, pero sé que quiero estudiar algo relacionado con la historia y la geografía. Son materias que me llaman la atención. Pienso en estudiar arqueología y, después de graduarme, volver para ayudar a mi pueblo”, comparte.
![Iglesia de la comunidad indígena Nueva Esperanza en Maués, Amazonas. [Foto: Divulgación]](https://images.hopeplatform.org/resize/L3c6MTkyMCxxOjc1L2hvcGUtaW1hZ2VzLzY1ZTcxMzAxZjY1NTI4MWE1MzhlZDM3My9sNWUxNzEzODg5MjI3ODMwLmpwZWc/w:1920,q:75/hope-images/65e71301f655281a538ed373/l5e1713889227830.jpeg)
PRESENCIA ADVENTISTA
La Iglesia Adventista está presente en cientos de comunidades indígenas de la Amazonia. Solamente en la región de Maués, los primeros indígenas fueron bautizados hace por lo menos 30 años. Actualmente, hay cuatro iglesias ubicadas en lugares a los que únicamente se puede llegar en barco.
Un desafío más allá de la distancia es el idioma para aquellos que necesitan llevar el Evangelio. Es el caso del pastor Hugo Matos, quien trabaja en el municipio desde hace tres años y atiende a comunidades indígenas. “El sermón es traducido del portugués al sateré-mawé por un hermano indígena que vive en la comunidad. Ya he hecho una serie de sermones, y siempre ha sido así. Hoy ya puedo decir algunas palabras e incluso frases enteras que me ayudan a comunicarme con ellos. Para entablar amistad con ellos, hay que reunirse para comer. Solamente hablan en ese momento, y es entonces cuando puedo acercarme a ellos”, explica.
![El Pr. Hugo Matos realiza bautismos en la comunidad de Nueva Esperanza. [Foto: Divulgación]](https://images.hopeplatform.org/resize/L3c6MTkyMCxxOjc1L2hvcGUtaW1hZ2VzLzY1ZTcxMzAxZjY1NTI4MWE1MzhlZDM3My94RXQxNzEzODg5MjM4MTc3LmpwZWc/w:1920,q:75/hope-images/65e71301f655281a538ed373/xEt1713889238177.jpeg)
Según el pastor, un misionero de la comunidad imparte actualmente estudios bíblicos a las comunidades. El trabajo que comenzó hace menos de dos años ya ha llevado a 50 personas al bautismo.
La misma atención se presta en las regiones de Sorocaima y Bananal, en Roraima. Las comunidades indígenas, como los taurepang, suman más de 200 familias que también mantienen sus tradiciones, costumbres y lengua nativa. Recientemente, más de 50 indígenas fueron bautizados.
Mira una de las presentaciones del coro:
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.