Después de un año de planificación, la capacitación en prevención y respuesta al abuso “Salvaguardar la paz” de la División Norteamericana (DNA) de 2024, que se llevaría a cabo en Nueva Orleans, Luisiana, estuvo a punto de no realizarse. El huracán Francine, una tormenta de categoría 2 que se prevé que azote el sur de Luisiana el miércoles 11 de septiembre de 2024 (la noche de apertura del evento) amenazaba con suspenderlo todo. Sin embargo, tras mucho orar y reflexionar, la organizadora Erica Smith, directora asistente del Ministerio de la Mujer de la DNA, y el equipo de enditnow decidieron seguir adelante.
El día 11, mientras Francine golpeaba, 54 de los 181 asistentes inscritos se refugiaron de los fuertes vientos y la lluvia en una acogedora sala de conferencias de un hotel. El grupo estaba formado por administradores de conferencias, profesionales de las finanzas y los recursos humanos, directoras del Ministerio de la Mujer y del Niño, pastores, profesores y líderes de iglesias locales de Canadá, Estados Unidos, Colombia y Puerto Rico. El 20 % de los participantes eran hombres. También asistieron diez participantes de la reciente conferencia de Adventist Risk Management, celebrada en el mismo lugar, debido a retrasos en el viaje.
“Satanás tenía algunos planes, pero los planes de Dios eran mayores y más grandes”, dijo Smith en su introducción.
Del 11 al 13 de septiembre, los participantes se sintieron capacitados para hacer frente a los abusos mediante devocionales, presentaciones y relatos vívidos de víctimas y supervivientes, todos ellos miembros de la Iglesia Adventista, seguidos de debates en grupo. El testimonio en vídeo de Karen, en el que detallaba los terribles abusos emocionales, físicos y sexuales de su marido, ilustraba la cruda realidad de los malos tratos, pero concluía con un mensaje de esperanza: “Sea cual fuere la razón [por la que fui maltratada], Dios me ayudó a superarlo. Y si es para contar mi historia, eso es lo que haré”.
Lo más destacado del día
Entre los ponentes se encontraban Smith, Rene Drumm, profesora investigadora senior de sociología en la Universidad Andrews y colaboradora clave del manual Salvaguardar la Paz, su marido, Stanley Stephenson, terapeuta licenciado, Doug Tilstra, vicepresidente jubilado de vida estudiantil en la Universidad Walla Walla, y Nicole Parker, profesora adjunta en la Universidad Adventista Southern, autora y terapeuta. Tracy Ray, directora ejecutiva de Safe Haven of Pender [Refugio Seguro de Pender], no pudo asistir debido a la tormenta.
En el devocional de apertura, David Fournier, vicepresidente y director de atención al cliente de Adventist Risk Management, destacó el llamado de los creyentes a la responsabilidad, basándose en Mateo 25:36 al 41. El día del juicio final, explicó, “cuidar de los necesitados y vulnerables entre los discípulos de Jesús será la prueba decisiva de la vida en el reino”.
Las sesiones del miércoles ofrecieron mitos y realidades respecto a la violencia de pareja y las definiciones de abuso: emocional, físico, sexual, espiritual y acoso. Los asistentes aprendieron que, en EE. UU., más de 10 millones de adultos sufren violencia doméstica anualmente. Además, una de cada cuatro mujeres y uno de cada nueve hombres sufren violencia sexual o física grave y/o acoso por parte de su pareja, lo que repercute en su salud.
Una encuesta realizada a 1.400 miembros de la Iglesia reveló que más del 60 % de la muestra había sufrido algún tipo de maltrato emocional o psicológico. El 30 % de las mujeres y el 20 % de los hombres declararon también haber sufrido violencia física. El presentador Drumm concluyó que el abuso está tan generalizado en la iglesia como en la sociedad, y “cualquiera puede ser un abusador”.
Tilstra señaló que «una de las mejores formas de ayudar a las personas en situación de violencia doméstica es a través de la iglesia local», por lo que la capacitación es crucial.
El jueves, los ponentes hablaron de los obstáculos a los que se enfrentan las víctimas supervivientes a la hora de buscar seguridad, incluidos los factores religiosos y culturales, la dinámica emocional y las consideraciones situacionales. Trataron los signos de abuso, las señales de alarma y las repercusiones en la salud Integral. En particular, en EE. UU., tres mujeres son asesinadas por su pareja cada día, y las víctimas experimentan un aumento de la depresión, el TEPT y los pensamientos suicidas.
Otro segmento trató de la evaluación, la respuesta y la prevención. Hablando de un folleto sobre prevención, Tilstra dijo: “Esta es una hoja de ruta que te puede llevar muy lejos en un año”.
Los asistentes actuaron como víctimas o defensores. Ensayaron las tres claves de una respuesta de revelación: creer a la persona, lamentar su dolor y aliviar la situación ofreciéndole recursos y apoyo. También aprendieron a evaluar la seguridad en una escala del uno al tres y a poner en contacto a las personas con los equipos de violencia doméstica o los servicios de emergencia según fuera necesario. Otra actividad significativa consistió en investigar los recursos locales.
El jueves también se trató el tema del maltrato infantil. “Una infancia segura es responsabilidad de los adultos”, hizo repetir Smith a los asistentes en voz alta.
Robert Burrow, abogado general de la DNA, subrayó que “cualquiera que trabaje con niños, incluso en un sentido amplio, es un informador obligatorio”.
Defensores de enditnow
Los participantes fueron continuamente desafiados a formar parte de la solución en lugar de esperar a que la política de la Iglesia combata los abusos. Varios asistentes eran víctimas supervivientes que se sintieron impulsados a ayudar a otras personas que se enfrentaban a desafíos que ellos habían superado.
Una de ellas, Janice MacDonell, se enteró de la capacitación enditnow [Basta de silencio] por Smith en la Conferencia de Ministerios de la Asociación de Ontario en marzo de 2024. Sufrió abusos físicos y emocionales por parte de un exnovio y ahora se propone atender a otras víctimas de abusos mediante la equinoterapia. “Cada paso es parte del viaje, y asistir a esta capacitación me está llevando en esa dirección”, declaró.
Ruth Shaw, quien también sufrió violencia doméstica, declaró: “Esta capacitación me ayudará a tener confianza para ayudar a otra persona que pueda estar sufriendo [o estar en peligro de sufrir] abusos”.
En el último devocional, Parker contó que, a los 15 años, tras haber sufrido abusos en la infancia, tuvo tendencias suicidas y se preguntó: “Si Dios es lo suficientemente fuerte como para protegerme y me ama infinitamente, ¿por qué permitió que esto sucediera?”. Volvió a su fe al año siguiente y ahora aboga por otras víctimas como educadora, terapeuta y autora de la serie Tales of the Exodus (Historias del Éxodo), que narra las historias de personajes bíblicos que, como ella, “sufrieron abusos y salieron al otro lado con mayor fe”.
Parker desafió a los asistentes a “buscar la justicia... y luchar en el ejército de Dios, ganes o pierdas”. Expresó su entusiasmo “porque la DNA esté dando estos pasos para ayudar a la gente”.
Se sintió alentada al ver que líderes como Haskell Williams, director de la Asociación Ministerial de la Asociación de Carolina, ofrecían su apoyo. Como orador devocional del jueves, Williams habló del abuso a lo largo de la historia. “Satanás fue el primer abusador, infectando a nuestros primeros padres con egoísmo”.
Williams compartió que él y su hija, Kirsten, se vieron obligados a asistir después de experimentar una versión abreviada de la capacitación en la Reunión de Campamentos de Carolina 2024. “Me siento equipado para conectar con otros que están ayudando a los que sufren de Violencia Íntima de Pareja (VIP). Ya hemos empezado a establecer contactos en nuestra comunidad”, afirmó.
Como colofón oportuno de la capacitación, por primera vez el cien por cien de los participantes aprobaron las evaluaciones requeridas para obtener el certificado de defensor de los derechos de enditnow. Aceptaron de buen grado la responsabilidad de actuar como primeros intervinientes y educadores en materia de abusos en sus iglesias y comunidades.
Según el manual Salvaguardar la Paz, sus responsabilidades incluyen:
Ofrecerse como defensores contra el maltrato para ser contactos principales en la difusión de información respecto a la prevención del maltrato.
Ponerse en contacto con proveedores locales o estatales de servicios de violencia doméstica para recibir capacitación.
Hacer un seguimiento de los organizadores de Enditnow.
Asegurarse de que su iglesia local celebre un día de enditnow en agosto.
El jueves, Smith concluyó con una cita de Patriarcas y Profetas, de Elena de White, que tituló «La justicia está llegando», y que resume por qué ella y el equipo de enditnow siguen organizando estas capacitaciones. “La tendencia a causar dolor, ya sea a nuestros semejantes o a los animales irracionales, es satánica. Muchos creen que nunca será conocida su crueldad, porque las pobres bestias no la pueden revelar. [...] Asciende al cielo un registro, y vendrá el día cuando el juicio se pronunciará contra los que abusan de los seres creados por Dios” (p. 473).
El artículo original se publicó en la página web de la División Norteamericana.