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Apoyo a las familias neurodiversas en la Iglesia Adventista

Un llamado a la comprensión y a la acción.

Nuestra iglesia debe ser un hogar para todas las familias, independientemente de sus necesidades.

Nuestra iglesia debe ser un hogar para todas las familias, independientemente de sus necesidades.

[Foto: Gerhard Weiner / AME (CC BY 4.0)].

A medida que se acerca la Semana Anual de Oración por la Convivencia Familiar, se invita a la Iglesia Adventista a reafirmar su compromiso de comprender y apoyar las diversas necesidades de nuestra familia global. Este año, el departamento del Ministerio de la Familia de la Asociación General (AG) ha elegido el lema “Cultivar corazones acogedores: comprender a las familias diversas”.

La diversidad en las familias va más allá de la edad y el origen étnico. Las familias con miembros neurodivergentes también forman parte de esta comunidad diversa y se enfrentan a desafíos únicos. ¿Cuál es la prevalencia de estos desafíos y qué revelan las estadísticas y las historias sobre la necesidad de nuestro apoyo?

Experiencias reales: Las luchas de las familias neurodivergentes

Según Forbes, "entre el 15 y el 20 % de la población de EE. UU. es neurodiversa, incluyendo hasta un 10 % de personas diagnosticadas con dislexia, un 5 % diagnosticadas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y un 1 a 2 % con autismo [TEA]".1 Aunque estas cifras representan a la población de EE. UU., esta es una realidad en toda nuestra iglesia global. 

ANN habló con un miembro de una iglesia adventista cuyo hijo tiene un diagnóstico de TEA. Cada sábado, se enfrentan a una difícil decisión: asistir o no a la iglesia, sabiendo que su hijo tiene dificultades para participar en los cultos tradicionales y en la Escuela Sabática. El padre dijo: "A menudo sentimos que no hay lugar para nuestro hijo en la iglesia. Las Escuelas Sabáticas no están preparadas para atender sus necesidades, y es desgarrador verle sentirse excluido".

Otra familia se enfrenta a un desafío diferente. Su hija, diagnosticada con TDAH de tipo desatento, tiene dificultades para prestar atención en la Escuela Sabática. Para mantenerse concentrada, a menudo garabatea, una práctica común para quienes padecen TDAH. Sin embargo, para el profesor y otros adultos, esto suele malinterpretarse como desinterés por las lecciones. Su madre explica: "Garabatear lo ayuda a concentrarse en lo que dice el profesor. Es frustrante ver que su interés por la fe se malinterpreta como desinterés solo porque procesa las cosas de forma diferente".

No es que nadie esté haciendo daño intencionadamente a estos jóvenes, pero la realidad es que muchos desconocen los desafíos más amplios a los que se enfrentan las familias neurodivergentes dentro de nuestra comunidad eclesial. Estas historias buscan poner de relieve la urgente necesidad de una mayor concienciación, comprensión y apoyo.

Comprender la neurodiversidad: Qué es y por qué es importante

La neurodiversidad no es un término o diagnóstico médico; en su lugar, "es una forma de describir a las personas utilizando palabras distintas a ‘normal’ y ‘anormal’”.2 El concepto de neurodiversidad incluye a personas con diagnósticos como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la Dislexia, el Síndrome de Tourette, etc.3 Históricamente, estas diferencias en la función cerebral se consideraban como algo que había que "arreglar". Sin embargo, la neurodiversidad debería reconocerse como una variación del cableado humano, y las diferencias neurológicas deberían reconocerse y respetarse como cualquier otra variación humana.

A medida que la sociedad se educa y acepta más a las personas neurodiversas, nuestra iglesia también debe esforzarse por convertirse en un espacio más inclusivo que refleje el amor de Cristo por todos sus hijos. El término "neurotípico" describe una forma generalizada de funcionar, la base sobre la que se ha construido gran parte del mundo que nos rodea. La generalización puede ser beneficiosa, pero puede dejar a quienes se desvían de esa norma, sintiéndose fuera de lugar. Como iglesia, somos responsables de educarnos y tratar de comprender estas diferencias, asegurándonos de que todos se sientan seguros, aceptados e incluidos en nuestra comunidad.

El papel de la Iglesia como refugio seguro

La iglesia debe ser un santuario. Nuestro reciente compromiso con la comunidad adventista sugiere que queda trabajo por hacer para que esto sea una realidad para las familias neurodivergentes.

ANN realizó encuestas en los medios sociales para medir la conciencia que las personas tienen acerca de las familias neurodivergentes dentro de la comunidad eclesiástica. Los resultados fueron reveladores: El 32 % de los encuestados en X y el 44 % en Instagram consideraban que sus iglesias locales no apoyaban adecuadamente a los miembros neurodivergentes y a sus familias. Además, los niveles de concientización entre los miembros son bajos, ya que solo el 20 % en Instagram y el 35 % en X se sienten bien informados sobre los desafíos a los que se enfrentan estas familias. 

Estas respuestas revelan una brecha significativa en nuestra comprensión colectiva. Si nuestros miembros no entienden estas necesidades, esto se refleja en cómo evaluamos nuestras iglesias, puesto que están compuestas por estos mismos miembros. Para que nuestras iglesias sean realmente lugares de acogida e inclusión, debemos dedicar tiempo a escuchar y abordar estas lagunas con urgencia y compasión.

Pasos hacia una mayor comprensión y apoyo

En un artículo publicado en marzo de 2020 en la revista Ministry, Shaun Brooks reflexiona sobre su trayectoria desde que era un joven pastor frustrado hasta que se convirtió en padre de un niño con TEA, y ofrece consejos prácticos para las iglesias locales. Hace hincapié en empezar por la compasión, animándonos como iglesia a preguntarnos: "¿Cómo podemos, como iglesia, servirlos?".4

Aunque Brooks sugiere que es posible que al principio no se disponga de recursos como salas sensoriales o intérpretes, las iglesias pueden transmitir un mensaje firme de bienvenida y apoyo. Esto coincide con los comentarios de las redes sociales. Un seguidor de Instagram apoyó la idea de que las iglesias proporcionen auriculares, señalando que algunas personas pueden querer disfrutar del culto sin "sobrecarga sensorial". 

En Facebook, alguien destacó que "educar a la congregación es clave para cambiar la cultura". Una persona en Instagram sugirió una forma de hacerlo: "invitar a las familias, si están dispuestas, a compartir sus experiencias", permitiendo a las iglesias educarse respecto a los desafíos presentes en su medio. 

Pasar a la acción: Pasos hacia una iglesia más inclusiva

En su guía de recursos para 2024, el departamento del Ministerio de la Familia de la AG incluye una presentación que puede ofrecerse en las iglesias para generar conciencia y hacer comprender. La guía afirma: "En un mundo donde las familias son cada vez más diversas, la iglesia debe ser un lugar donde todas las familias se sientan vistas, escuchadas y apoyadas. Esto incluye a las familias con miembros neurodivergentes, que a menudo se enfrentan a desafíos únicos que requieren nuestra comprensión y compasión".

Entre las medidas prácticas que pueden adoptar las iglesias figuran:

  • Talleres educativos: Organizar talleres para educar a los miembros de la iglesia respecto a la neurodiversidad, su impacto en las familias y cómo proporcionar un apoyo significativo.

  • Grupos de apoyo: Establecer o promover grupos de apoyo para personas neurodiversas y sus familias, ofreciendo un espacio seguro para compartir experiencias y recursos.

  • Culto inclusivo: Considerar formas de hacer que los servicios religiosos sean más inclusivos, como proporcionar entornos sensoriales o crear espacios tranquilos para quienes los necesiten.

Un llamado a la acción

A medida que avanzamos en esta semana de oración, comprometámonos a cultivar corazones de acogida. Esforcémonos por comprender los desafíos únicos a los que se enfrentan las familias neurodivergentes y tomemos medidas concretas para garantizar que nuestras iglesias sean verdaderamente inclusivas. Al acoger la diversidad dentro de nuestra familia eclesial y apoyar activamente a los miembros neurodivergentes, hacemos más que cultivar corazones de acogida; cumplimos nuestra misión como iglesia de ser un reflejo del amor de Cristo, un amor que ve, valora y acoge a cada individuo, independientemente de sus diferencias.

Trabajemos juntos para asegurar que cada familia se sienta como en casa en nuestra iglesia, sabiendo que son valorados, apoyados y amados.

Obtén más información acerca de la Semana de Oración por la Convivencia Familiar patrocinada por el Ministerio de la Familia de la AG que tendrá lugar del 1! al 7 de septiembre de 2024.

1 https://www.forbes.com/councils/forbestechcouncil/2021/08/13/neurodiversity-as-a-strengthening-point-for-your-team-and-our-society/

2 https://my.clevelandclinic.org/health/symptoms/23154-neurodivergent

3 https://neurodiversitysymposium.wordpress.com/what-is-neurodiversity/

4 https://www.ministrymagazine.org/archive/2020/03/Making-room-for-those-with-special-needs

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