Bajo el gobierno papal, los Valdenses se vieron obligados a adentrarse más en el desierto y memorizar sus escrituras en secreto, asistir a la educación superior e incluso ingresar al campo misionero al amparo de un llamado secular.
Elena G. de White nos dice en la última página del capítulo: “Las persecuciones que por muchos siglos cayeron sobre esta gente temerosa de Dios fueron soportadas por ella con una paciencia y constancia que honraban a su Redentor. No obstante las cruzadas lanzadas contra ellos y la inhumana matanza a que fueron entregados, siguieron enviando a sus misioneros a diseminar la preciosa verdad” (CS 74.1).
Para obtener más información sobre los Valdenses, lee El Conflicto de los Siglos, de Elena G. de White, en https://greatcontroversyproject.org/.