El escenario principal en el piso del Domo del America’s Center en St. Louis, Missouri, es el lugar al que todas las miradas están dirigidas durante el 62º Congreso de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Los más de 2.500 delegados presentes y sus familias, los cientos de expositores y los miles de invitados que asisten a este evento de diez días acuden para ver cómo se desarrollan los asuntos de la iglesia en una amplia plataforma con pantallas, luces y decoraciones.

Para que todos los procedimientos y momentos inspiradores se desarrollen a la perfección en este escenario principal, se lleva a cabo una sofisticada operación entre bastidores con un alto nivel de atención, eficiencia y preparación comprometida. Estos «héroes» invisibles gestionan una instalación muy compleja, con profesionalidad y calma, con el fin de ofrecer la mejor experiencia posible a todos los asistentes, así como a quienes lo ven desde todo el mundo.

Gestión entre bastidores

Cuando alguien va a participar en el evento en el escenario, los asistentes lo acompañan al lado izquierdo de la plataforma, donde, detrás de unas cortinas negras, entra en un mundo de cables, maletas con equipos y estructuras sencillas montadas para acceder al frente. Aunque carece de luces y color, el backstage está sorprendentemente organizado: una entrada para los músicos; una zona separada para el retoque visual (también conocido como maquillaje); un espacio central con asientos que reflejan los asientos del escenario; y una entrada principal para los ponentes, todo ello bien señalizado y coordinado por un equipo experimentado.

El personal responsable de este servicio «silencioso» en el Congreso 2025 está dirigido por el director de plataforma Rick Remmers (DNA), quien coordina a cinco directores de escena que trabajan por turnos. Reciben el programa de la Secretaría General de la AG, que se asegura de que la información sea precisa y esté actualizada. Con comunicación constante por auriculares, el equipo hace malabarismos con los protocolos minuto a minuto, mientras ensaya a menudo el programa del día siguiente durante la ejecución del día.

Steve Haley, presidente de la Asociación de Kentucky-Tennessee en los Estados Unidos, es uno de los directores de escena de este Congreso. Describe que su trabajo es asegurarse de que todos estén listos para salir al escenario, listos para las cámaras y en el momento adecuado.

«El retoque del maquillaje es necesario debido a las luces brillantes y el efecto de aumento de las cámaras», explica. 

«Luego, les comunicamos a los participantes dónde se pararán o se sentarán, y el orden de entrada».

Después de que los participantes se quitan temporalmente sus credenciales brillantes para no distraer a los espectadores, los siguientes momentos son los que más disfruta Haley: «Tengo la oportunidad de orar con ellos antes de que entren», dijo sonriendo. «Es una alegría orar juntos».

Sonidos y pantallas

El equipo de gestión musical tiene su propio trabajo de coordinación de cientos de músicos, que entran en el escenario por el lado izquierdo en la fecha y hora adecuadas, para las actuaciones o las pruebas de sonido.

El control central del audiovisual se oculta detrás del escenario, donde el director técnico Scott Grady y su equipo de técnicos de audio, productores de vídeo, artistas gráficos y productores de contenidos se esfuerzan por lograr la «excelencia invisible». El objetivo es que todo funcione según lo previsto, de modo que los delegados y los espectadores nunca se den cuenta de la maquinaria que hace posible su experiencia.

Grady dirige el equipo de transmisión audiovisual (AVB), que reúne a más de 30 profesionales responsables de todo el contenido de video y audio del Congreso. No es la primera vez que desempeña esta función, y tanto sus colegas como sus aprendices aprecian su experiencia.

«Scott es nuestra persona de referencia para todo lo relacionado con la transmisión en el Congreso. Sabe lo que está pasando y mantiene al equipo trabajando sin problemas», dijo Nick Wolfer, director de producción de la DNA. 

«Normalmente, empezamos a trabajar en el domo antes que nadie», explica Grady. «Cuando llegamos hace una semana, este lugar estaba vacío y el suelo del domo estaba desnudo».

El martes 1° de julio, el suelo del domo del America’s Center contaba con un amplio escenario central de dos niveles y dos pantallas gigantes, flanqueadas por paneles con logotipos de la iglesia retroiluminados y una enorme pantalla LED, todo listo para su uso.

Sumando los miembros de varios equipos que trabajaban en múltiples fases, cerca de un centenar de personas trabajaron en la construcción del escenario del domo que los delegados e invitados podrán disfrutar.

La novedosa pantalla LED, de 10 por 24 metros y resolución 12k, es una adición muy apreciada al escenario del Congreso de la AG 2025. No solo mejora el atractivo visual de la plataforma, sino que también enriquece el contenido compartido en las presentaciones y los discursos. «Lo que antes era un fondo físico estático ahora puede tener movimiento y variación, lo que aumenta el interés por las presentaciones», señaló Grady. 

Líderes detrás de escena

Una ventaja inesperada que ofrece la pantalla LED es que sirve como barrera acústica entre la parte delantera y la parte trasera del escenario.

«Esta vez, no se escucha ningún sonido del backstage en el frente, mientras que en congresos anteriores teníamos quejas constantes por el ruido en el backstage», dijo Chad Stuart, pastor principal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Spencerville, en Maryland, quien se desempeña como director de escena para el Congreso 2025. «Es increíble cuánto trabajo se necesita para armar todo esto», agregó. «Tengo el privilegio de ser testigo de lo que se puede lograr con un trabajo en equipo decidido».

Entre las experiencias únicas de formar parte del personal entre bastidores está la oportunidad de conocer a líderes de la iglesia en situaciones cargadas de significado.

«Estos líderes», dijo Stuart, «que son objeto de un escrutinio ante las cámaras, son personas muy humildes y amables detrás del telón. Se mezclan con el personal y son muy accesibles, incluso cuando ellos mismos atraviesan momentos estresantes o difíciles, lo cual puede suceder en un Congreso de la AG».

La mayoría de los asistentes no saben del largo esfuerzo y el arduo trabajo detrás de escena para producir el flujo perfecto de música, predicación, reportajes, debates y deliberaciones en el escenario del Congreso, todo ello experimentado y transmitido en vivo.

Es por eso que la coreografía oculta del equipo de gestión detrás del escenario del Congreso es tan vital, ya que combina el dominio técnico con la sensibilidad espiritual, lo que permite una experiencia inolvidable tanto de gobierno solemne como de adoración inspiradora para la iglesia mundial.

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