Lo que comenzó como una búsqueda desesperada de ayuda médica se convirtió en un viaje espiritual de fe y comunidad para Anita Salibio y su familia.
El 18 de mayo de 2024, Anita Salibio, residente de Hacienda Paz en Negros Occidental (Filipinas), llevó a su familia y vecinos a abrazar la fe, lo que culminó con el bautismo de 24 personas. El viaje comenzó cuando su marido sufrió un derrame cerebral y fue ingresado en el Centro Médico Adventista de Bacolod (CMAB).
A pesar de las limitaciones económicas, Anita se sintió guiada para llevar a su marido al CMAB. Con solo 17 dólares (1.000 pesos filipinos) en el bolsillo, decidió buscar ayuda en este centro conocido por sus cuidados intensivos. “Cuando ocurrió el incidente, mi hijo, que conducía la moto, sugirió que lleváramos a mi marido al hospital público. Sin embargo, cuando nos acercábamos al cruce, le dije que girara a la izquierda, hacia el Hospital Adventista. Había oído que si alguien quiere que su paciente sobreviva, sobre todo en estado crítico, debe llevarlo al CMAB, porque es conocido por el encomiable trato que reciben en casos como el de su marido”, narró Anita. A su llegada, un médico atendió rápidamente a su marido, que fue admitido por seis días.
Durante su estancia en el hospital, se asignó a un miembro del personal para que orara regularmente por la familia y le presentara gradualmente en las enseñanzas bíblicas. Tras el alta de su marido, la curiosidad de Anita creció y decidió continuar los estudios bíblicos en casa.
Aser Selga, conductor de ambulancias del CMAB, asumió la responsabilidad de visitar a la familia Salibio a pesar de su apretada agenda.
“Recibí un mensaje de Delcy Melliza, una de las capellanas del hospital, respecto a un paciente de Hacienda Paz”, recuerda Aser. El afán de la familia por aprender de la Biblia lo impresionó, y entonces empezó a hacerles visitas. Invitaron a los vecinos a unirse a las reuniones, lo que dio lugar a un creciente grupo de personas interesadas en la fe.
Aser y su esposa, junto con estudiantes de enfermería del Universidad Adventista de Filipinas Central, dirigieron estudios bíblicos y charlas acerca de salud con regularidad. Sus esfuerzos dieron fruto cuando 24 personas decidieron bautizarse durante el 62 aniversario de la Iglesia Adventista en Negros Occidental.
Tras el bautismo, Anita expresó su alegría y sus planes de futuro: “Estoy contenta de que muchos de nosotros nos hayamos bautizado. Tenemos un terreno de dos hectáreas, y pienso dar algo de espacio para una iglesia, ya que la actual está a casi tres kilómetros de nuestro lugar. Buscamos donantes que nos ayuden a construir una iglesia local”.
La fe de la comunidad sigue profundizando bajo la dirección de Anita y el cuidado de Aser y su equipo. Hay planes en marcha para mantener su crecimiento espiritual y establecer un lugar de culto más accesible para los residentes de Hacienda Paz.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.