Un fuerte terremoto sacudió varias zonas de las regiones de Ilocos y de la Provincia de la Montaña en la mañana del 27 de julio de 2022. Se trata del terremoto interior más fuerte registrado en Filipinas desde 2013, cuando aproximadamente 1,9 millones de personas fueron desplazadas en el centro del país. El terremoto de magnitud 7,0 desencadenó cuatro grandes deslizamientos de tierra, causando daños a las propiedades nacionales y bloqueos en las principales carreteras nacionales. Este gran terremoto registró más de 40 réplicas, según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (PHIVOLCS).
PHIVOLCS informó de que el epicentro del terremoto se situó en Tayum, Abra, en la región de la Cordillera. Provincias cercanas como Ilocos Sur, Ilocos Norte, Baguio, Benguet e incluso la capital del país sintieron el temblor.
Las unidades de gobierno local respondieron inmediatamente para realizar evaluaciones mientras proporcionaban artículos de primera necesidad a las familias más afectadas por la calamidad. El norte de Luzón alberga los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO, donde se conserva la arquitectura histórica nacional. Esta realidad habla de algunas casas residenciales, que conservan la arquitectura colonial española hasta este periodo. Esto hizo que la mayoría de las casas fueran vulnerables a un fuerte terremoto que destruyó casi 200 edificios en la región.
El equipo de ADRA (Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales) está realizando ahora evaluaciones de las necesidades sobre el terreno, especialmente en la provincia de Abra. Jerry Requillo, director del programa de ADRA, que se encuentra actualmente en el norte de Filipinas dirigiendo la evaluación, informó de que las necesidades inmediatas, especialmente en los centros de evacuación, son alimentos, agua y kits de higiene. Además, el equipo de respuesta del gobierno dijo que otra de las principales preocupaciones de las familias desplazadas es el refugio.
ADRA todavía tiene que reunir información sobre las familias afectadas y desplazadas por la calamidad. Las actualizaciones están por llegar mientras el personal de ADRA se asocia con las unidades de gobierno local (LGU) para obtener la información necesaria para llevar a cabo las operaciones de socorro.
El pastor Roger Caderma, presidente de la División Asia-Pacífico Sur, expresó sus condolencias a las familias y personas afectadas por el terremoto. Caderma invitó a la iglesia de la región a unirse en oración y ser un canal del amor de Dios hacia los demás mediante donaciones, bienes de socorro o ayuda financiera a través de ADRA o de las misiones y conferencias locales de la iglesia.