Nadie pestañeó. Habían pasado dos horas, pero la conmovedora historia hizo que el público se olvidara de mirar el reloj. La película cuenta la conmovedora historia de Rodrigo y Camila, dos adolescentes que se enfrentan a la dura realidad del cáncer. Rodrigo, diagnosticado de leucemia, lucha valientemente contra la enfermedad junto a su mejor amiga, Camila, quien ora por un milagro divino para su curación.

“Cuando terminó la grabación, tenía la rodilla muy magullada [porque] Camila se arrodilla para orar”, describe Maythê Costa, que interpreta a Camila. Reveló que la película la acercó a Dios mediante el poder de la oración, ya que su personaje es una persona de gran fe.

Con la presencia de un actor secundario, Rodrigo, un paciente con linfoma infantil que se recupera gracias a un trasplante de médula ósea, la película sensibiliza al público respecto a la importancia y el impacto que la donación de médula ósea puede tener en la vida de las personas.

La película Él viene, grabada en solo 7 días, funcionó a un intenso ritmo maratoniano para ser completada. Siguiendo la dirección musical, escenográfica y de vestuario de Ester Leal, directora de orquesta y pianista desde hace ocho años con experiencia en Brasil y otros países, las canciones ofrecen una guía a la historia. “A partir de las canciones que elegimos, se escribió el guion de la película. Los coristas son excelentes; aprendieron e interpretaron las canciones de forma excepcional. Mi corazón es pura alegría”, exclamó Ester.

Francis Matos, guionista de la película, dice que la idea del musical surgió a petición del pastor Gustavo Delgado, organizador del Camporí de Conquistadores. Su sugerencia fue representar los temas de la creación, la redención y el regreso de Jesús. “Así, convertimos la película en un musical, en un lenguaje más actual para los adolescentes, y tratando de variar la temática de contar las historias bíblicas de la forma habitual”, comentó el autor.

Opiniones de los actores

João Carlos Macena Barreto debutó en el mundo del cine interpretando a Rodrigo. “Una mezcla de alegría y tensión, porque las escenas vividas dentro del hospital fueron intensas. Soy de familia adventista, y esta película me enseñó que, independientemente de tu condición física, podemos y debemos predicar el Evangelio”, dijo el actor.

Daniel Alexs, que interpreta a João, dice que le costó poco prepararse para su papel: “El cáncer es un tema tan delicado; además de la cuestión espiritual, animar a la gente a donar médula ósea es también una de las experiencias más bonitas que he vivido hasta la fecha”.

Desentrañando la solidaridad

Pocos días antes de cumplir 18 años, la joven Thais da Silva Colares, del club Rosa de Sarón, en la región de Río de Janeiro, recibió un diagnóstico que cambiaría su vida por completo. En ese momento, su club marcó una diferencia total en su vida.

Durante su tratamiento contra el cáncer, Thais necesitó once transfusiones desde el inicio de su tratamiento hasta su última quimioterapia. Su cumpleaños, un año antes del Camporí, tuvo lugar dentro del hospital, y en la fecha, sus amigos la sorprendieron con su nombre en una pancarta.

Por si fuera poco, los amigos Conquistadores de Thais le afeitaron la cabeza dos veces: la primera durante el tratamiento de quimioterapia y la segunda el penúltimo día del Camporí.

“¡Este Camporí fue increíble! Estar con mis amigos ha sido maravilloso y gratificante, estoy muy, muy, muy contenta porque no esperaba estar aquí. Cuando recibí el diagnóstico, pensé que sería imposible venir, tanto por mi salud y tratamiento como económicamente”, explicó Thais.

La conquistadora vio el musical en primera fila y dice que se vio a sí misma en varias situaciones vividas por el actor. “Fue una mezcla de emociones; lloré, sonreí y reviví algunas situaciones. Pero hoy puedo decir que mi club es mi familia. Mis amigos son increíbles. Me siento abrazada por todos ellos, ¡siempre!”, concluyó Thais.

Al final del musical, una conquistadora de la región sur de Minas Gerais, Letícia Coutinho Pires, que fue al séptimo Camporí por insistencia de amigos solamente para ayudar en la cocina, ya que estaba lejos del club y de la iglesia, decidió bautizarse. “Desde la cocina, oí predicar al pastor Rafael Santos, y no pude decir que no a Dios”, dijo la conquistadora, que tomó prestado el uniforme de una amiga para el bautismo y recibió de vuelta su pañuelo de manos del pastor Delgado.

Altruismo

Durante toda la jornada del sábado 22 de julio, se llevó a cabo en el Camporí el registro de donantes de médula ósea. Cada persona inscrita tenía su nombre incluido en la base de datos. Si uno es compatible con algún paciente, esa persona será contactada por el banco. Sin embargo, la probabilidad de ser compatible es de 1 entre 100.000, lo que hace cada vez más necesario contar con un mayor número de voluntarios.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.