El Pr. Bledi Leno, de la Oficina de Misión Adventista, presentó un mensaje clave acerca de la necesidad de la obra misionera urbana en la Cumbre de Liderazgo de la División Sudasiática del Pacífico. Leno habló de su experiencia en la evangelización urbana en la ciudad de Nueva York (EE. UU.) y subrayó la necesidad crítica de llegar a las comunidades de todo el mundo con el evangelio de la redención por medio de Jesús.
El número de personas que viven en ciudades aumenta a la par de la población mundial. Se espera que esta proporción aumente hasta el 68 % en 2050, lo que sugiere que 6.700 millones de personas vivirán en ciudades en todo el mundo. Esto subraya la necesidad crítica de la obra misionera en las ciudades.
“Jesús amó a la gente de las ciudades, no a las infraestructuras, y por eso los cristianos deben amar y servir también en las ciudades”, señaló Leno. “La Biblia nos anima a mostrar compasión por la gente que vive en las ciudades, como hizo Jesús”.
Los problemas a los que se enfrenta la población urbana son variados y complicados. Los habitantes de las ciudades se enfrentan a diario a diversas dificultades, como la alta densidad de población, la pobreza, la delincuencia y el aislamiento social. Estos desafíos pueden dificultar que las personas escuchen y abracen el evangelio de salvación, lo que exige un nuevo enfoque de la actividad misionera.
Leno hizo hincapié en la necesidad de adaptarse a las exigencias y al entorno propios de las regiones metropolitanas. Instó a los misioneros a concentrarse en establecer contactos con la gente del vecindario, atender sus necesidades prácticas y mostrar el amor de Cristo de forma concreta.
“Esta técnica no solamente es beneficiosa en entornos metropolitanos, sino que también sigue el ejemplo de Jesús. Durante su misión, Jesús visitó a la gente dondequiera que estuvieran, ya fuera en el mercado, en la playa o en su propia casa”, expresó Leno. “Con sus obras, Jesús demostró el amor de Dios al curar a los enfermos, alimentar a los hambrientos y consolar a los solitarios”.
Otra corriente de énfasis de la cumbre fue que se espera que los adventistas sigan el ejemplo de Jesús y difundan el mensaje de salvación a la gente de todas partes. Nunca ha habido mayor necesidad de obra misionera en las zonas urbanas, y la iglesia debe estar dispuesta a modificar sus estrategias y planes para hacer frente a los obstáculos específicos a los que se enfrentan estas comunidades.
Leno subrayó la necesidad crítica de la labor misionera en las ciudades, argumentando que estas son lugares de oportunidades donde pueden reunirse personas de muchos orígenes y culturas. También dijo que la gran mayoría de los jóvenes de hoy crecen en las ciudades, por lo que es importante que la iglesia participe en la labor misionera urbana.
El mensaje de Leno es especialmente pertinente para los dirigentes de la Iglesia Adventista, que llevan mucho tiempo insistiendo en la necesidad de la obra misionera. La Iglesia tiene una larga historia de esfuerzo misionero, con misioneros que viajan a rincones remotos del planeta para difundir el Evangelio. Sin embargo, a medida que la población mundial se concentra en las ciudades, es evidente que el énfasis de la iglesia debe adaptarse para llegar a la gente allí donde vive.
Leno dijo que los cristianos adventistas no solo deben ocuparse de los pobres y los necesitados, sino también llegar a las clases altas de la ciudad. “El ministerio de compasión incluye construir presencia y abrir caminos en las comunidades, así como estar comprometidos en la vida de las personas más allá de simplemente atender sus necesidades”, declaró.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.