El Ministerio del Monte Makarios recibe su nombre de makarios, que significa “feliz” o “bendecido”. El objetivo del Ministerio del Monte Makarios es compartir el asombroso amor de Dios con el mundo. Su misión tiene sus raíces en la dicha experimentada una vez en el Monte Makarios (también conocido como el Monte de las Bienaventuranzas, como se menciona en Mateo 5). El ministerio trata de compartir las bendiciones recibidas, en particular el don de Jesucristo, por medio de quien los creyentes encuentran su fe y la esperanza de su inminente regreso.
Lama Gangmei, enfermera de 32 años establecida en el Reino Unido, es la fuerza impulsora del Ministerio independiente del Monte Makarios. Su amor por el Señor alimenta su dedicación a difundir su Palabra. El ministerio también ha tenido la bendición de recibir generosas donaciones de la comunidad adventista Rongmei, residente en Pune (India). Con el apoyo de estas contribuciones y un equipo de 12 entusiastas estudiantes universitarios deseosos de servir al Señor durante sus vacaciones de verano, el Ministerio del Monte Makarios se estableció el 1° de abril de 2023.
Manipur, un pequeño pero diverso estado del noreste de la India, sirve de telón de fondo a la misión del Ministerio del Monte Makarios. Rodeado de colinas y montañas y adornado con el hermoso lago Loktak, Manipur tiene una superficie de 22.327 kilómetros cuadrados. En el estado viven los meiteis y otras 33 tribus, cada una de las cuales pertenece a un grupo étnico y habla una lengua distinta. Manipur es un crisol de culturas con sus propios festivales, creencias, tradiciones, comida y modos de vida. El hinduismo y el cristianismo son las dos principales religiones practicadas en el estado, con un 41,39 % y un 41,29 % de la población seguidora de cada una, respectivamente. El islam representa el 8,40 %, mientras que el 8,9 % restante se divide entre religiones tribales, otras confesiones o ninguna religión, según el censo de 2011.
Entre las diversas religiones y prácticas en Manipur, la Iglesia Adventista del Séptimo Día es una presencia joven y creciente. Al 30 de junio de 2022, había 46 iglesias adventistas y 7.273 miembros en Manipur. Sin embargo, el estado necesita urgentemente más obreros misioneros para difundir la Palabra de Dios, especialmente en estos tiempos difíciles. Manipur está experimentando actualmente violencia comunal, resultando en la destrucción de casas, iglesias y otras instituciones religiosas, el desplazamiento de miles de personas y la pérdida de cientos de vidas. En este ambiente espiritualmente turbulento, el estado suplica las oraciones sinceras de los creyentes.
INFORME DEL MINISTERIO
El 25 de mayo de 2023, 12 estudiantes emocionados pero visiblemente cansados y su supervisor llegaron al Aeropuerto Internacional Bir Tikendrajit de Imphal. Habían viajado a Manipur con un propósito claro: servir mediante el Ministerio del Monte Makarios. Sin embargo, a su llegada, se dieron cuenta de que el gobierno había cortado todas las conexiones a Internet en el estado para contener el conflicto en curso. Sin inmutarse, el equipo, dirigido por Gui, que tenía parientes en el valle, se dirigió a Keithelmanbi, punto de partida de su viaje a las colinas. Desde allí, emprendieron un largo, accidentado y polvoriento viaje hasta su primer destino, Tupul. A pesar de las dificultades, el equipo agradeció la oportunidad de servir.
Tupul, una pequeña ciudad en las colinas del distrito de Noney, albergaba la iglesia adventista más grande de las seis iglesias del itinerario del Ministerio del Monte Makarios. Cuatro de ellas eran iglesias de empresa construidas por Maranatha Volunteers International, y dos de ellas contaban con pozos construidos por la misma organización. Estas estructuras físicas sirvieron de testimonio de la unidad global de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
El equipo tenía previstas tres actividades principales: predicar sermones, dirigir canciones y realizar trabajos prácticos, como limpiar las iglesias y sus alrededores, construir un cobertizo para leña y cavar zanjas. Todos los días se reunían para celebrar devocionales, ya fuera visitando a las familias locales o reflexionando en grupo acerca del libro de Daniel. Estas experiencias fomentaron el crecimiento en la fe y profundizaron su comprensión de las Escrituras. Como resultado, ocho jóvenes decidieron aceptar a Dios mediante el bautismo, un poderoso testimonio del impacto de su ministerio.
Los miembros de la iglesia recibieron al equipo con los brazos abiertos, mostrando amabilidad y hospitalidad durante toda su estancia. Los jóvenes misioneros se sintieron honrados ante el entusiasmo de los feligreses y desearon haber podido hacer más con su limitada experiencia y conocimientos. Sin embargo, se sintieron alentados por el apoyo y el amor inquebrantables que recibieron. Aprendieron que, cuando Dios llama a personas o grupos para su obra, les proporciona la fuerza y las calificaciones necesarias para servir.
A pesar de los continuos conflictos en Manipur, que dificultaban la obtención de productos básicos, el equipo recibió continuamente frutas, verduras y otros artículos de primera necesidad. La amabilidad de la comunidad local superó las limitaciones sociales. Además, la falta de acceso a Internet permitió al equipo centrarse más en su conexión con Dios y con la gente que les rodeaba, lo que consideraron una bendición disfrazada.
Las dos semanas que pasaron sirviendo fueron una época de aprendizaje para el equipo del Monte Makarios. Aprendieron las virtudes de la paciencia, la amabilidad y, sobre todo, la confianza en el plan de Dios. Desde el comienzo de su viaje hasta el final, fueron testigos de la guía y la provisión de Dios. Creían firmemente que Dios seguiría utilizándolos a su servicio, iluminando las tinieblas y compartiendo sus bendiciones. El equipo pidió las oraciones de los creyentes para permanecer fieles y leales a su misión, levantando la cruz a la luz del Evangelio para atraer a muchos a Cristo.
Este viaje marcó el comienzo de la misión del Ministerio del Monte Makarios, y el equipo está ansioso por continuar su labor. Con fe inquebrantable, confían en que Dios los conducirá a su destino, completando la buena obra que ha comenzado en ellos. A medida que avanzan, se aferran a su visión y a su oración de ser utilizados por Dios para marcar la diferencia en el mundo. ¡Maranata!
Este artículo fue facilitado por la División Sudasiática.