Del 26 al 28 de mayo, un equipo del departamento del Ministerio de la Mujer de la Sección del Himalaya impartió seminarios de concientización acerca de la salud de la mujer en Taksera Tumap Rukum, Damchan, una zona remota del extremo occidental de Nepal. El equipo estuvo dirigido por Shanti Pokharel, directora del Ministerio de la Mujer de Nepal, y Rabina Dhakal y Mina Kumari Rai, voluntarias.
Durante su estancia, el equipo interactuó con las mujeres locales, enseñándoles higiene personal, estilo de vida, hábitos alimentarios y mantenimiento de una casa y un entorno limpios para permanecer sanas y prevenir enfermedades graves. También impartieron estudios bíblicos, haciendo hincapié en la importancia de una conexión personal con Cristo por medio de la lectura, la oración y el compartir su fe.
Los seminarios destacaron el importante papel de la mujer en la familia y cómo mantener viva su fe en diversas situaciones, especialmente en lugares como Taksera, donde escasean las necesidades humanas básicas y la gente vive en la pobreza y el analfabetismo. La zona está plagada de males sociales como el matrimonio infantil, el divorcio, la violencia familiar, el tabaquismo, la bebida, el juego y las supersticiones.
El equipo realizó controles de salud, como la tensión arterial, los niveles de azúcar y el peso, y animó a las mujeres a someterse a revisiones periódicas para prevenir enfermedades graves. Les enseñaron que el cuerpo es el templo de Dios y debe mantenerse santo. El equipo alabó a Dios por las mujeres que aceptaron a Jesús y se bautizaron durante la visita.
La situación geográfica de Taksera contribuye a sus duras condiciones de vida. La aldea tiene un clima frío y un terreno rocoso y pedregoso, que solo permite una cosecha al año. La gente únicamente puede sobrevivir cuatro meses con la cosecha y depende de los animales para obtener carne y leche. La mayoría de los hombres abandonan el hogar para hacer trabajos manuales durante seis meses o incluso años, dejando a las mujeres el cuidado del hogar, los niños, los ancianos, las granjas y el ganado.
Las mujeres trabajan más que los hombres y a menudo no reciben una nutrición adecuada ni atención médica durante el embarazo, lo que provoca muchas muertes durante el parto. Debido al problemático estilo de vida, la gente envejece prematuramente. Muchos niños no van a la escuela debido a la distancia o a la pobreza, y se quedan en casa para ayudar a sus madres en el pastoreo del ganado o en las tareas domésticas.
El equipo distribuyó Biblias a los adultos que sabían leer, así como libros de cuentos bíblicos con dibujos para los niños. Durante el viaje misionero, bautizaron a tres niñas. A pesar del largo viaje por las duras carreteras de montaña, Dios estuvo presente en su misión. La zona está casi aislada del mundo exterior durante la estación de lluvias, por lo que las visitas solo son posibles en verano.
A pesar de vivir en una gran pobreza y carecer de las necesidades humanas básicas, los habitantes de Taksera han sido tocados por la luz de Dios y necesitan una guía y una visita constantes. La educación podría transformar la zona, y ayudar a los niños a asistir a la escuela en su aldea o en internados sería un paso importante.
El artículo original se publicó en la página web de la División Norasiática del Pacífico.