South Pacific Division

Los miembros de la Iglesia mantienen firme su fe a pesar de los desafíos en Nueva Caledonia

Los disturbios civiles han trasladado los servicios religiosos a Internet, mientras los líderes piden a los adventistas que oren.

Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur, sigue sufriendo inestabilidad política.

Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur, sigue sufriendo inestabilidad política.

[Foto: Adventist Record]

Nueva Caledonia, archipiélago del Pacífico Sur, está atravesando el momento más difícil de su historia, según Felix Wadrobert, presidente de la Misión de Nueva Caledonia de los Adventistas del Séptimo Día. Sus comentarios se producen a raíz de los recientes disturbios políticos en el país, que se han saldado con pérdidas de vidas humanas, heridos graves, saqueos y actos de vandalismo.

En un informe a la administración de la Unión del Pacífico de Nueva Zelanda, que supervisa la iglesia en Nueva Caledonia, Wadrobert explicó que se han quemado alrededor de 200 casas y 600 vehículos, se han destruido 600 negocios y se han perdido 7.000 puestos de trabajo. “Aún no sabemos cuántos miembros de la iglesia se han visto afectados por estos terribles sucesos”, dijo Wadrobert. “Los salarios de los tres primeros meses están garantizados, pero no puedo estar seguro del resto del año. El futuro parece sombrío para la mayoría”.

Los miembros de la iglesia han seguido reuniéndose en línea a través de la plataforma de videoconferencias Zoom, y su espiritualidad permanece intacta, según Wadrobert. Dijo que, aunque las cosas están mejorando, la desconfianza y el miedo siguen siendo evidentes dentro de la comunidad.

“Las cosas están volviendo a la normalidad lentamente. La carretera principal de Numea al aeropuerto de Tontouta está completamente despejada”, informó Wadrobert. “Sin embargo, el toque de queda sigue en vigor y se ha ampliado hasta las 20, en lugar de las 18. En algunas zonas, todavía tenemos algunas dificultades para movernos y desplazarnos. Cuando el personal de seguridad y defensa viene a limpiar el lugar, una media hora después vuelven a levantarse rápidamente barricadas [ilegales]”.

El conflicto ha afectado a 500 estudiantes. A pesar de la situación actual, está previsto que las escuelas vuelvan a abrir una vez que se hayan limpiado y desalojado los locales.

Los obstáculos en la carretera han impedido a los pacientes y al personal sanitario llegar al hospital. Algunos empleados sanitarios se han visto obligados a dormir en el hospital, sin saber si sus colegas los relevarían tras su turno.

Según los informes, los supermercados tienen dificultades para reponer sus suministros, ya que los empresarios temen que sus entregas sean atacadas.

Wadrobert dijo que la Misión de Nueva Caledonia organizará una ofrenda especial el mes que viene para ayudar a las familias que la están pasando mal. “Será una pequeña gota de agua en el océano, pero es mejor hacer algo que no hacer nada. La Misión de la Polinesia Francesa está dispuesta a ayudar, según sus posibilidades financieras, en el proyecto humanitario”, dijo.

Se anima a los líderes adventistas y a los miembros de la iglesia a seguir orando por la situación. “Por favor, sigan orando por esta situación incierta”, dijo el presidente de la Unión del Pacífico de Nueva Zelanda, Eddie Tupa’i.

La versión original de esta historia fue publicada por Adventist Record.

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