Un flamante hospital oncológico de Rumania tiene el potencial de convertirse en un centro de influencia, dado que comparte los principios adventistas de una vida sana y sirve a los que más lo necesitan, dijeron los líderes regionales de la iglesia. La inauguración oficial del Spitalul Oncologic Medex tuvo lugar en Târgu-Mureș los días 12 y 13 de julio de 2024.
Un sueño largamente acariciado
Poco después de la caída del comunismo, los adventistas del séptimo día de Rumania mostraron un profundo deseo de compartir la luz recibida en el área de la vida saludable con un espectro más amplio de la sociedad. Trabajando en estrecha relación con el liderazgo de la iglesia, médicos y empresarios con mentalidad misionera, organizados como Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASi) Rumania, comenzaron a construir y establecer centros de estilo de vida. En la actualidad, hay siete centros con éxito, y otros más en construcción.
En los últimos años, la iglesia ha organizado docenas de exposiciones sobre salud, en las que decenas de miles de personas se han beneficiado de pruebas y procedimientos gratuitos, así como de clases sobre vida sana. La iglesia también gestiona dos escuelas de enfermería.
Un esfuerzo combinado
Durante más de una década, los principales miembros de ASi habían estado orando y planificando lo que consideraban la próxima frontera: un hospital adventista. En consulta con la Unión Rumana de la Iglesia Adventista y con la orientación de Richard Hart, presidente de la Universidad de Loma Linda, en Loma Linda (California, Estados Unidos), se tomó la decisión de que fuera un centro de oncología. La incidencia del cáncer en la población rumana es superior a la media de la Unión Europea, y va en aumento.
La asociación sin fines de lucro establecida para construir y gestionar el hospital se ha creado para seguir los principios de asistencia sanitaria adoptados por la Iglesia Adventista, tratando a cada paciente y empleado como portadores de la imagen de Dios. Las iglesias adventistas locales de la zona están recibiendo capacitación para apoyar a los pacientes y sus familias mediante la oración, la ayuda práctica durante la hospitalización y la educación para un estilo de vida saludable después del tratamiento, con el fin de maximizar los resultados y prevenir las recaídas.
En 2021, se consiguió un terreno de 5,3 hectáreas en las afueras de la ciudad de Târgu-Mureș, en la región central de Rumania. Cuatro de esas hectáreas fueron una donación de un miembro de ASi. La construcción comenzó al año siguiente. Por aquel entonces, la invasión rusa a Ucrania afectó gravemente al mercado de materiales de construcción y los precios de la energía se dispararon. El gobierno rumano, apreciando la importancia de este hospital oncológico, ofreció una subvención de 6,95 millones de dólares.
A principios de 2024, la construcción de 10.700 metros cuadrados (115.000 pies cuadrados) estaba terminada. Cuenta con 116 camas; 77 de ellas se utilizarán en cuidados diarios. Tras visitar las instalaciones, Peter Landless, director del ministerio de la Salud de la Asociación General, afirmó que “el hospital ha sido cuidadosamente diseñado y el edificio es de una calidad excepcional. El flujo de pacientes y las zonas de tratamiento favorecen un bienestar emocional y mental positivo, que es esencial para los pacientes que padecen cáncer y se enfrentan a los prolongados tratamientos que son necesarios”.
Sanación, compasión y esperanza
El fin de semana del 12 y 13 de julio, las ceremonias de inauguración culminaron con la dedicación de las instalaciones como centro de sanación, compasión y esperanza. Los miembros fundadores compartieron la historia del hospital y alabaron a Dios por la forma milagrosa en que ha mostrado su favor. En un mensaje presentado por un representante personal, el primer ministro de Rumania expresó su profundo agradecimiento por este nuevo hospital oncológico y reafirmó el apoyo del gobierno a su actividad.
Hart asistió a la ceremonia. “Por la forma en que ha sido diseñado y equipado, estoy seguro de que este lugar será líder en la atención oncológica”, dijo. “Loma Linda se complace en asociarse con este centro, en particular compartiendo y desarrollando las capacidades que el personal pueda necesitar. Llevar la dimensión espiritual a la atención oncológica es absolutamente crítico. Nuestra oración es que este lugar proporcione respuestas a todos los pacientes que vienen aquí con sus incertidumbres acreca de su futuro y el sentido más amplio de la vida”.
Leonard Azamfirei, miembro de la Iglesia Adventista y decano de la Facultad de Medicina local, dijo que prevé una fuerte conexión de la universidad con el nuevo hospital en el ámbito de las rotaciones de los estudiantes y la capacitación especializada de los médicos.
El secretario de la División Intereuropea, Barna Magyarosi, instó al personal a “continuar la obra sanadora de Jesucristo, trabajando con compasión y comprometidos con una visión integral del trabajo médico”.
Al término de la ceremonia, Aurel Neațu, presidente de la Unión Rumana, presentó las instalaciones y su personal ante Dios en una oración dedicatoria.
Mensajes alentadores
Las festividades continuaron el sábado (sábado) con un mensaje pregrabado del presidente de la Asociación General, Ted N. C. Wilson. “Dios va a utilizar este hospital de una manera dinámica”, dijo Wilson. “Se dio mucha planificación, mucha previsión y mucha dirección a la formación de este hospital. Qué oportunidad tienen ahora, al ponerlo en marcha, de que se convierta en un maravilloso testimonio y testigo para el Señor [...]”.
“Trabajando de forma sinérgica, bajo la guía del Espíritu Santo, harán comprender la forma en que Dios puede obrar para la curación de los pacientes, y no solo física, sino también espiritualmente”, concluyó Wilson.
Alexandru Rafila, ministro de Sanidad del gobierno rumano, expresó su profundo agradecimiento por la dedicada labor de los médicos, enfermeras y voluntarios adventistas en las exposiciones sanitarias que ha visitado en los dos últimos años. “Confío en que este hospital continúe esta tradición de atención competente y servicio compasivo”, dijo Rafila. También animó a otras confesiones a seguir el ejemplo de la Iglesia Adventista en la creación de programas sanitarios para los miembros más desfavorecidos de la sociedad.
Landless invitó a un grupo representativo del personal médico y administrativo del hospital a una ferviente oración de dedicación. También instó a todos los asistentes a orar al menos una vez a la semana por el hospital, intercediendo ante Dios en favor de los pacientes y empleados, y a utilizar todos los medios posibles para mostrar su apoyo.
Tras las ceremonias, una concurrida rueda de prensa dio lugar a titulares en diversos medios de comunicación, tanto locales como nacionales. Miles de visitantes aprovecharon la ocasión para visitar el hospital y quedaron profundamente impresionados por la calidad de la construcción y el equipamiento, así como por la amabilidad del personal.
El artículo original fue proporcionado por la Adventist Review.