Más de 800 mujeres se reunieron en Bangkok (Tailandia), en el Hotel Berkeley, Pratunam, del 18 al 21 de julio, en la Convención de Mujeres de las Dos Divisiones, bajo el lema “Creadas para florecer: Congreso de liderazgo femenino”. Este evento reunió a mujeres líderes de todas las regiones del sur y el norte de Asia y el Pacífico (DSAP y DNAP), mostrando su inquebrantable apoyo y dedicación para compartir el Evangelio. Delegadas de más de 20 nacionalidades se reunieron para ser inspiradas, confraternizar y renovar su compromiso con la iniciativa de la iglesia de llegar a más personas en todo el mundo. La convención hizo hincapié en el papel vital de las mujeres adventistas en el avance de la misión de la iglesia, destacando sus contribuciones únicas y las responsabilidades que Dios les ha confiado.
Fiesta de pijamas virtual
La convención comenzó la noche del jueves 18 de julio con una fiesta virtual de pijamas. Los delegados se unieron a un culto vespertino en línea con cientos de participantes de diversas culturas y procedencias mientras vestían cómodos pero modestos pijamas. La Conferencia de Liderazgo Femenino “Creadas para florecer” arrancó con este emotivo evento en Zoom, que reunió a líderes del Ministerio de la Mujer de varios países en una celebración de confraternidad.
Irelyn Gabin, directora del Ministerio Adventista de las Posibilidades de la DSAP, compartió una inspiradora charla acerca “Fraternidad floreciente”, simbolizada maravillosamente por la flor del azafrán primaveral. Gabin dijo que los azafranes representan el renacimiento, la alegría, la esperanza y los nuevos comienzos, en perfecta consonancia con el tema de la convención: florecer juntos en comunión.
La convención se inaugura con un vibrante despliegue de diversidad cultural
Virginia Baloyo, directora del Ministerio de la Mujer de la DSAP, abrió la sesión plenaria con un poderoso recordatorio de la responsabilidad de la mujer en la misión de la Iglesia. “La voluntad de Dios es que las mujeres florezcan”, afirmó Baloyo. En su discurso de bienvenida, Baloyo recurrió al Espíritu de Profecía, citando a Elena de White para subrayar que las mujeres deben ejemplificar el carácter de Dios en el liderazgo, la misión, las familias y las relaciones. “El concepto de liderazgo va más allá de la administración. Cada cristiano, cada mujer, debe representar a Cristo y servir como embajador de él y de su reino”, explicó Baloyo. Los delegados desfilaron por la plataforma del evento, mostrando los vibrantes colores de sus países, adornados con sus bellos atuendos nacionales.
Mensajes de bienvenida y aliento
Durante el devocional, Galina Stele, recientemente elegida directora del Ministerio de la Mujer de la Asociación General Adventista, transmitió ideas fortalecedoras que animaron a las delegadas a profundizar en su comprensión del papel que desempeñan en la misión de Dios. Stele inspiró a las delegadas al recordarles su identidad y carácter en Jesús. “Cuando Dios mira la semilla, ya ve un árbol, una flor o un arbusto. Ya ve los frutos que dará el árbol. Lo mismo ocurre con nosotros. [...] Dios ve el potencial de cada ser humano incluso antes de que nazca. Él conoce toda la capacidad que podemos desplegar en este mundo”, subrayó Stele.
En un mensaje de vídeo, Roger Caderma, presidente de la DSAP, dio una calurosa bienvenida a todas las delegadas y expresó su profundo agradecimiento a las mujeres tanto de la DSAP como de la DNAP, que están comprometidas con la misión de la iglesia de llevar a más personas a Jesús. “Me anima ver a todas las mujeres dispuestas a salir, alcanzar e iluminar el mundo para Cristo”, dijo Caderma. “Como Jesús nos guía, permanezcamos fieles y esperanzados mientras continuamos plantando semillas de inspiración y fe, animando a otros a difundir el amor, la esperanza y la transformación”, añadió.
El primer día de la convención hubo presentaciones e informes acerca de salud física y mental, desarrollo del liderazgo, identidad en Jesús y actualizaciones sobre la misión de la iglesia en la región de Asia y el Pacífico. Estas sesiones vitales abordaron los desafíos actuales en el ministerio y exploraron cómo la iglesia, en particular las mujeres, puede ministrar a las personas que se enfrentan a desafíos similares en la sociedad.
Fraternidad sabática femenina
El sábado por la mañana, Raquel Arrais, directora del Ministerio de la Mujer de la DNAP, destacó un hermoso momento cuando Yuriko Kumaoka, delegada de Japón, se unió a ella en el escenario portando un cartel con una frase escrita en kanji (caracteres han). Yuriko, quien no es adventista del Séptimo Día pero considera el sábado como un bendito día de descanso, estaba acompañada por otros delegados japoneses mientras sostenía el cartel en el que se leía “Día sábado”. Yuriko recibió una calurosa bienvenida de todos los delegados, lo que puso de relieve el espíritu inclusivo y acogedor de la convención.
Arrais continuó el programa dirigiendo la Escuela Sabática, haciendo hincapié en la importancia de que las mujeres florezcan en la misión por medio de los ministerios activos en los países del territorio de la DNAP. Esta región, que incluye Corea del Sur, Japón, Taiwán, Mongolia, Sri Lanka, Pakistán, Nepal y Bangladés, es predominantemente budista y musulmana. Arrais, junto con mujeres líderes de los países de la DNAP, compartió los desafíos a los que se enfrentan y cómo el Señor las ha guiado en su misión dentro de estos exigentes campos. En un momento especial, las delegadas ofrecieron una sentida oración por los países sin presencia adventista. Esta misión, con la que las mujeres están comprometidas, las reunió en unidad mientras pedían un milagro, esperando que estos países se abran al evangelio.
Mensajes de servicio y discipulado
Tras el programa de la Escuela Sabática, Stele pronunció un mensaje inspirador acerca del florecimiento en el servicio a Dios. Stele subrayó que Dios confía dones especiales a todo el mundo, y que la cuestión clave es cómo responderá cada persona. Añadió que aceptar los dones de Dios depende del carácter de cada uno y de su relación con el Creador. “Jesús nos llamó a ser discípulos y a hacer discípulos. Pero ¿cómo podemos ser llamados discípulos? Solamente cuando respondemos al llamado de Jesús”, dijo Stele. Y reiteró: “Cuando llevamos a la gente a Cristo, deben convertirse en discípulos de Jesús. Debemos invertir nuestro tiempo y esfuerzo para que los que buscan a Dios se arraiguen y se dediquen a convertirse ellos mismos en discípulos”, añadió. Stele subrayó: “Las pequeñas cosas se convierten en grandes influencias cuando las utilizamos para Dios y su pueblo. No se puede sobrestimar el poder de las pequeñas acciones”.
La convención de tres días llega a su fin
Durante la parte final de la convención, se rindió un homenaje especial a Heather Dawn-Small, la ex y difunta directora del Ministerio de la Mujer de la AG, que falleció tras enfrentarse a un desafío de salud. Las mujeres líderes se reunieron para honrar la inspiración y la amistad que Dawn-Small dejó tras de sí, y ofrecieron una oración especial por su familia. Raquel Arrais clausuró la convención con un poderoso recordatorio acerca de cómo mantenerse firme ante la adversidad y comprometerse con el servicio. Arrais compartió que, a medida que nos acercamos al pronto regreso de Cristo, la vida estará llena de desafíos que pueden obstaculizar nuestro camino para seguir a Jesús. “Esto no significa que su presencia acabará inmediatamente con nuestra adversidad, sino que nos guiará a través de ella”, aseguró Arrais a los delegados, haciendo hincapié en la promesa de Dios. “Puede que haya temporadas en las que no florezcamos, pero las raíces están creciendo”, añadió.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.