La Universidad Adventista de San Pablo inaugura el primer Museo de Arqueología Bíblica de Sudamérica

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La Universidad Adventista de San Pablo inaugura el primer Museo de Arqueología Bíblica de Sudamérica

El MAB reúne piezas de diferentes épocas que prueban la veracidad de las Escrituras.

El Centro Universitário Adventista de São Paulo-UNASP, campus Engenheiro Coelho, inauguró el Museo de Arqueología Bíblica (MAB), el primer museo de su tipo en Sudmérica. El acto contó con la presencia de los donantes, autoridades e invitados, así como del Dr. Rodrigo Silva, creador del proyecto.

Los donantes fueron homenajeados, y Silva brindó una visión general de la importancia del museo para la institución. “No está aquí para ser visitado. Está aquí para vivirlo”, dijo durante la presentación.

La cinta inaugural se cortó delante del MAB en una solemne celebración. A la primera sesión asistieron los invitados de honor, pero a lo largo de la tarde se realizaron seis visitas más, que se agotaron en unos cuatro minutos.

¿QUÉ REPRESENTA EL MAB?

El símbolo del logotipo del museo es una lámpara de aceite, uno de los objetos más utilizados en la antigüedad. Del mismo modo que esta pieza pretende iluminar, el MAB busca ser la luz de la Palabra de Dios para todas las personas. “Ahora, con este museo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día está dando al texto bíblico la importancia que necesita tener, y esta es la gran referencia para que tengamos un mundo más justo y mejor”, dijo Gilberto Kassab, secretario de Gobierno y Relaciones Institucionales del Estado de São Paulo.

Además, el MAB aporta una nueva perspectiva a quienes ya conocen la Biblia pero no se dan cuenta de que tiene modismos, cultura y geografía que influyen en su interpretación y veracidad. “Las piezas del museo traen a Brasil una muestra de ese Oriente antiguo del periodo bíblico para que la gente pueda leer la Biblia de forma tridimensional, reforzando aún más la fe que ya tienen”, explicó el Dr. Silva.

Por último, utiliza los conocimientos bíblicos de forma científica para animar a los alumnos a desarrollar el pensamiento crítico. “Tener un museo que valora la Biblia y la relaciona con la ciencia es la cumbre de la existencia de una escuela que quiere avanzar en todos los niveles del conocimiento”, subrayó Martin Kuhn, rector del campus Engenheiro Coelho de la UNASP, con la sensación de misión cumplida.

INFRAESTRUCTURA INTERNA Y JARDÍN DE LA BIBLIA

Visitar el MAB es como entrar en un túnel del tiempo. Con cerca de 3.000 piezas originales y decenas de réplicas, la exposición relata más de 4.000 años de historia por medio de una línea del tiempo que divide las fases desde la Edad de Bronce hasta el periodo bizantino. “Pensamos en el museo como si fuera una caja flexible, donde la colección es más importante que la propia arquitectura”, explica Thiago Pontes, arquitecto del proyecto.

Al entrar, los visitantes encontrarán una réplica del suelo del Templo de Jerusalén, de la época de Jesús. Este ejemplar es único en Brasil, ya que solo hay otras dos reproducciones en Israel. Además de este artefacto, también destaca en la exposición un antiguo ladrillo con escritura cuneiforme. La pieza tiene un significado importante, ya que menciona al rey Nabucodonosor, responsable de conquistar Judá, destruir el templo de Jerusalén y llevar cautivo a Babilonia al pueblo de Israel en el año 609 a.C.

Las piezas del museo datan de los años 2000 a.C. y proceden de todo el mundo, incluidos Israel, Egipto, Jordania y algunos países europeos. Para garantizar el mantenimiento de esta colección, es necesario planificarla para evitar cualquier daño. “Tenemos un cuidado especial para garantizar la conservación de las piezas, como asegurar la correcta exposición a la luz según el tipo de material y coloración”, explica Sergio Micael, historiador del museo.

Además de la parte interna, el MAB también cuenta con el Jardín de la Biblia, que tiene varias especies de árboles y objetos con significados bíblicos. Algunos ejemplos son: las vides, que simbolizan la sangre de Cristo; el molino de trigo, que representa el cuerpo de Cristo mediante el pan; y el molino de aceitunas, símbolo del Espíritu Santo por el aceite de oliva. Esta parte, que no formaba parte del proyecto inicial, destaca ahora por tener la misma importancia que el ambiente interior.

MUCHO MÁS QUE UNA VISITA

Para Elizabeth Laffranchi, profesora y una de las donantes, el MAB tiene un significado que va de lo espiritual a lo educativo. “Los niños, y a veces incluso los adultos, necesitan ver algo concreto para creer en nuestro maravilloso Dios y en la historia del pueblo de Dios, por eso he contribuido a la realización de este lugar”, afirma.

La visita también fue significativa para la familia Félix, que vive en Río de Janeiro y se enteró de la inauguración mediante el curso “Biblia Comentada”, del Dr. Silva. Aunque se habían organizado y comprado entradas, no pudieron conseguirlas, dado que se agotaron rápidamente. Sin embargo, la situación se dio a conocer, y la familia tuvo la oportunidad no solamente de visitar el museo, sino también de participar en los homenajes durante el programa. “Dios trabajó en esto y se aseguró de que hoy estuviéramos aquí”, dijo una emocionada Amanda Félix.

Para saber más acerca del museo, ingresa el sitio oficial: unasp.br/mab.

Respecto a este tema, lee otros dos artículos preparados por la Revista Adventista (de Brasil):

Tesoros de la Arqueología Bíblica” e “Historia del Museo de Arqueología Bíblica”.

Mira el programa en el vídeo a continuación:

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.