“Un 'Celebrateen' es un encuentro que reúne a adolescentes o Gteen (Generación adolescente), para dar gracias a Dios por todo el año vivido en misión en sus localidades, y también para fortalecer aún más el espíritu misionero en esta generación”, explicó Carol Villarroel, directora del Ministerio del Adolescente para la Unión Chilena, sede administrativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Chile.
Los siete campos misioneros que conforman la Unión Chilena realizaron esta reunión de celebración. Fueron 11 Celebrateen en total, con la participación de 2660 adolescentes quienes, además de tener momentos de recreación y compañerismo, llevaron a cabo diversas acciones misioneras y de servicio al prójimo.
Cada año, el Ministerio del Adolescente establece una ruta con desafíos misioneros a desarrollar, conocida como la “Ruta GTeen”, la cual permite fortalecer el discipulado y la identidad misionera adventista de cada adolescente. Durante el 2024, las acciones misioneras y de evangelismo se realizaron bajo el currículo SVA Teen War.
Por lo tanto, el Celebrateen también representa la culminación de los desafíos misioneros que tuvieron los adolescentes durante todo el año, los que son reconocidos en esta instancia.
Impacto Misionero
Cada Celebrateen estuvo marcado por el servicio. Del norte al sur de Chile, los adolescentes realizaron varios impactos comunitarios como entrega de libros misioneros, entrega de útiles de aseo y embellecimiento de espacios públicos.
En la comuna de Molina, en la zona central de Chile, el alcalde Felipe Méndez, expresó su gratitud por las diferentes acciones de servicio que realizaron los jóvenes, como las mencionadas anteriormente y además, por las visitas a hogares de reposo, hospitales y entrega de alimentos.
En cada ciudad, donde se realizó el Celebrateen, también se vieron los frutos del esfuerzo misionero realizado por los Gteen durante el año. Bajo el lema “Amigos por la eternidad”, 18 adolescentes fueron conducidos a los pies de Cristo, mediante el bautismo.
“Cada celebrateen es una instancia para fortalecer la vida espiritual de nuestros adolescentes mediante la comunión con Dios, el relacionamiento con sus pares y líderes con las diferentes bases de las iglesias locales, y para fortalecer aún más la identidad misionera adventista”, comenta Carol Villarroel y destaca que, los adolescentes participantes “fueron inspirados mediante temáticas espirituales y acorde a sus edades, con acciones concretas misioneras para colocar en práctica lo aprendido durante el año”.
El artículo original se publicó en el sitio web en español de la División Sudamericana.