La Iglesia Adventista del Séptimo Día está respondiendo a las secuelas de dos fuertes terremotos que sacudieron Vanuatu en 24 horas, dejando a su paso destrucción y trastornos generalizados. Un terremoto de magnitud 7,3 sacudió Port Vila el 17 de diciembre de 2024, seguido de un temblor de magnitud 6,1 a primera hora de la mañana siguiente.
La sede de la Misión de Vanuatu en Port Vila sufrió pequeñas grietas, y el interior quedó desordenado, con armarios y estanterías caídos. Los ingenieros aún no han realizado una inspección detallada, y la oficina permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. “Todo el personal de ADRA y de la sede está a salvo, aunque algunos familiares han sufrido heridas leves”, confirmó el equipo local.
Aunque el personal adventista resultó ileso, la ciudad y las zonas residenciales de los alrededores sufrieron daños considerables. Numerosos edificios se han derrumbado y se han registrado víctimas. Aún se desconoce el número exacto de víctimas mortales, pero los informes iniciales confirman al menos 14 muertos y múltiples heridos.
Los terremotos han provocado interrupciones generalizadas en todo Vanuatu, dejando sin electricidad, agua y acceso a Internet. Las comunicaciones de emergencia dependen actualmente del sistema STARLINK de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres (NDMO, por sus siglas en inglés). Debido a los daños estructurales, las tiendas y los bancos están cerrados indefinidamente, y se ha declarado el estado de emergencia durante siete días.
ADRA Vanuatu, en colaboración con la NDMO, ha estado trabajando para evaluar el impacto en las comunidades y determinar la mejor manera de proporcionar apoyo. “Nuestro equipo está a salvo, y estamos recopilando activamente información para comprender las necesidades y planificar nuestra respuesta”, dijo un portavoz de ADRA Australia.
La División del Pacífico Sur (DPS) y la Unión Transpacífica (UTP) están participando activamente en el apoyo a los esfuerzos de respuesta. Representantes de la DPS se han puesto en contacto con ADRA Vanuatu para asegurarse de que se dispone de los recursos necesarios a medida que se va conociendo el alcance de los daños.
El presidente de la DPS, Glenn Townend, expresó su gratitud y su dolor: “Damos gracias a Dios por su protección durante este grave terremoto en Port Vila y sus alrededores. Sin embargo, nos entristece la muerte y la destrucción causadas y oramos para que Dios pueda usar a su pueblo y a otros para asegurarse de que se atienda lo básico de la vida. Personas de todo la DPS orarán por Vanuatu y por los esfuerzos de recuperación. Me alegro de que ADRA esté allí para apoyar”.
El presidente de la MTP, Maveni Kaufononga, se hizo eco de estos sentimientos, instando a la solidaridad y la oración. “Mi corazón está con el pueblo de Vanuatu en estos momentos de desafíos. Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los afectados, y pedimos a nuestros miembros que oren, pidiendo fuerza, consuelo y resiliencia para el pueblo de Vanuatu. Nos solidarizamos con ellos y seguiremos apoyándoles en todo lo que podamos”.
ADRA Australia ha activado su Fondo de Ayuda para Catástrofes para proporcionar apoyo inmediato. Se anima a los miembros de la Iglesia a contribuir al fondo para ayudar en los esfuerzos de recuperación.
La Iglesia Adventista, en asociación con ADRA Vanuatu y la NDMO, sigue comprometida a atender las necesidades de los afectados por este desastre. Seguiremos informando a medida que avancen las labores de socorro.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División del Pacífico Sur, Adventist Record.