La Iglesia Adventista del Norte de Davao (MND), en Filipinas, dio testimonio recientemente del bautismo de 1.226 nuevos miembros de la Iglesia Adventista. Del 17 al 23 de marzo se celebraron reuniones de evangelización dirigidas por laicos en 82 lugares de la región, que atrajeron a personas desde numerosas ciudades hasta aldeas remotas.
El pastor Rudi Situmorang, secretario ministerial de la Iglesia Adventista en la División Sudasiática (DSAP) de la Iglesia Adventista, se propuso difundir el mensaje de fe y comunidad en este territorio único. El liderazgo de MND, junto con los oficiales, los directores de departamento, el personal de apoyo, los pastores, los ancianos, los diáconos, las diaconisas y los equipos de grupos de atención, desempeñaron un papel fundamental en la organización de las reuniones, encarnando el espíritu de Todo Miembro Involucrado (TMI).
Situmorang subrayó: “El éxito de esta iniciativa depende de los esfuerzos de colaboración de cada miembro de la iglesia que participe activamente en compartir el Evangelio en esta región”. Y añadió: “Todo Miembro Involucrado une cada ministerio, servicio, individuo y carácter hacia el singular propósito de difundir su palabra a todo el mundo”.
El pastor Rene Rosa, vicepresidente de Nutrición, Discipulado y Recuperación – Estilo de Vida de Evangelismo Integrado (IEL-NDR, según sus siglas en inglés), y el pastor Rey Dela Cruz, secretario ministerial, ambos de la Iglesia Adventista del Sureste de Filipinas, compartieron sus puntos de vista y expresaron su profunda inspiración por el esfuerzo colectivo. “No solamente nuestra visita animó a nuestros hermanos en su trabajo, sino que también nosotros, los pastores, que estamos haciendo estas rondas de caravanas, también nos hemos sentido inspirados porque hemos visto el cumplimiento del trabajo”, señaló el pastor Rosa.
Las sesiones, de una semana de duración, culminaron con el bautismo de 1.226 personas en 11 lugares escogidos, lo que conmovió enormemente los corazones e inspiró a los asistentes. Para la iglesia de la región, estos bautismos refuerzan el poder de la colaboración y subrayan la promesa de redención y vida eterna.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.