Radio Mundial Adventista (AWR, según sus siglas en inglés) y la Misión Central de Mindanao concluyeron recientemente una impactante campaña de evangelización en San Fernando y Sitio Natampod, Brgy. Namnam, Filipinas, con el asombroso resultado de 1.729 bautismos. El evento, que se desarrolló entre el 26 de noviembre y el 2 de diciembre, fue un extraordinario esfuerzo conjunto de las dos organizaciones. Celebrada simultáneamente en dos lugares diferentes, la campaña fue testigo de una notable muestra de fe y de la total implicación de los miembros.

Figuras clave del liderazgo de AWR y de la Asociación General, incluyendo al Dr. Duane McKey, presidente de AWR, y su esposa, Kathy, estuvieron al frente del exitoso evento. Otros estimados directivos de AWR que se unieron a ellos son: Cami Oetman, vicepresidenta de AWR; Catherine Proffit, ex embajadora de EE.UU. en Malta y miembro de la Junta de AWR; Sue Sinkie, secretaria de AWR; y el pastor Robert Dulay, coordinador de Proyectos Especiales de AWR. Su presencia y participación contribuyeron significativamente al éxito general del evento.

El pastor Roseller Zamora, coordinador de AWR para la División Sudasiática del Pacífico (DSAP), pronunció poderosos e inspiradores mensajes durante las cinco primeras noches de la campaña de evangelización en el recinto principal de San Fernando. Oetman pronunció un poderoso mensaje durante la última noche del programa, y el Dr. McKey pronunció un sermón que invitó a la reflexión durante el culto del sábado. La última noche y el servicio del sábado tuvieron un impacto inmenso, dejando una impresión duradera en la audiencia con sus conmovedores mensajes.

Además de su participación en San Fernando, el Dr. McKey y Oetman interactuaron con el público en Sitio Natampod el viernes y el sábado por la mañana, respectivamente. Su participación fue decisiva para conectar con la comunidad local, fomentar el crecimiento espiritual y contribuir al éxito general de la campaña. Además, participaron activamente en la ceremonia matutina de bautismo, en la que un número significativo de los recién bautizados estaban anteriormente asociados a grupos rebeldes.

El acto de Sitio Natampod fue especialmente digno de mención, ya que se denominó “Cumbre de desarrollo de la paz”. SULADS (acrónimo en inglés para Servicios de Elevación Socioeconómica, Alfabetización, Antropología y Desarrollo) lo coordinó en colaboración con AWR, la Misión Central de Mindanao, varias organizaciones gubernamentales y los batallones de infantería 48 y 89 del ejército filipino, bajo la dirección del mayor Noel Jumalon. El pastor Jeiel Basi dirigió mensajes devocionales a los asistentes cada mañana y cada tarde durante la cumbre, que incluyó no solamente crecimiento espiritual, sino también formación diaria para la subsistencia proporcionada por organizaciones gubernamentales.

Los administradores de la Misión Central de Mindanao, incluidos el pastor Porferio Lagunday (presidente), el pastor Judyben Cabil (secretario) y Sealoy Godillano (tesorero), expresaron su alegría colectiva al ser testigos del número récord de bautismos y de la plena participación de miembros y pastores. El pastor Lagunday dirigió un equipo de pastores y voluntarios laicos que levantaron una gran carpa domo en Natampod para acomodar al numeroso público asistente. Bajo la dirección del pastor Rommel Subigca, el departamento de Comunicación de la Misión Central de Mindanao coordinó con habilidad todo el acto con la ayuda del departamento de Comunicación de la Unión Filipina del Sur.

El traductor oficial designado para el acto culminante, que contó con dos oradores extranjeros, fue el pastor René Rosa, director de Nutrición, Discipulado y Recuperación – Estilo de Vida de Evangelismo Integrado de la UFS.

El significado de la campaña de evangelización en San Fernando y Sitio Natampod es profundo. Simboliza un faro de esperanza y renovación para la comunidad local, uniendo a la gente en la fe y fomentando un espíritu de reconciliación. La presencia de exrebeldes entre los recién bautizados pone de relieve el poder transformador de la fe y sirve como testimonio del impacto más amplio del acontecimiento en la promoción de la paz y la reconciliación en la región.

Además, la colaboración y los esfuerzos conjuntos de organizaciones religiosas, organismos gubernamentales y líderes comunitarios pusieron de manifiesto la fuerza de la acción colectiva para lograr un cambio positivo. El éxito del evento demuestra el potencial de transformación significativa cuando diversas voces y organizaciones se unen con una visión compartida de un futuro mejor.

A medida que los recién bautizados emprendan su peregrinaje espiritual, el impacto perdurable del evento seguirá resonando en toda la región. La unidad y la colaboración demostradas en este esfuerzo sirven de inspiración para que la comunidad en general adopte el poder transformador de la fe y la acción colectiva. Se ha creado un legado duradero de fe, esperanza y unidad, que sienta las bases para un cambio positivo y un crecimiento espiritual continuos.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.