Las enfermedades mentales son cada vez más frecuentes como afecciones discapacitantes, según un reciente informe del Departamento de Salud de Filipinas (DOH, según sus siglas en inglés). Según el DOH, no menos de 3,6 millones de filipinos padecen trastornos mentales, neurológicos o por consumo de sustancias.
En respuesta a la creciente preocupación que afecta a familias y personas de todo el país, la Asociación Adventista de Salud Mental está abordando activamente este problema. La asociación está organizando eventos de concienciación diseñados para capacitar a los miembros de la iglesia y a los pastores con las herramientas necesarias para abordar eficazmente los desafíos planteados por el creciente dilema de la salud mental.
La Asociación Adventista de Salud Mental, dependiente del departamento de Ministerio de la Salud de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP), concluyó recientemente su cuarta Cumbre de Salud Mental en la Universidad Adventista de Manila. Bajo el lema “Luchando contra la ansiedad: Dios es nuestra armadura”, este importante evento atrajo a asistentes de toda Filipinas, incluidos estudiantes, profesionales de la salud mental y diversos miembros de la Iglesia.
La cumbre se convirtió en una plataforma fundamental para abordar los problemas de salud mental en la comunidad adventista. Los participantes expresaron su profundo agradecimiento por la iniciativa, destacando el evento como uno de los foros más esperados y necesarios para el diálogo y el aprendizaje. “Me alegro de que la Iglesia aborde por fin las cuestiones más necesarias”, dijo uno de los asistentes, reflejando el sentir de muchos.
La reunión no solamente sirvió para aprender, sino también para expresar opiniones cruciales. Una sugerencia que prevaleció fue la necesidad de que pastores y capellanes participen de estas cumbres, y algunos asistentes abogaron por una asistencia obligatoria. Esto refleja una creciente concienciación sobre el papel de los líderes espirituales en la atención a la salud mental.
En medio de los debates y talleres, se respiraba un inconfundible aire de entusiasmo entre los participantes. El acto suscitó conversaciones acerca de la puesta en marcha de programas similares en las iglesias locales, lo que subraya la amplia repercusión de los temas y debates de la cumbre.
Para reforzar este impulso, la asociación anunció la celebración en Bacolod de la quinta Cumbre de Salud Mental, titulada “Extender el ministerio de curación de Cristo mediante la atención médica cristiana”. Este anuncio fue acogido con entusiasmo, ya que los asistentes esperaban con impaciencia la continuación de estas conversaciones y experiencias de aprendizaje cruciales.
Un aspecto sorprendente de la cumbre fue la evidente influencia de la espiritualidad en los debates sobre salud mental. Los asistentes y los organizadores destacaron la presencia del Espíritu Santo, que guiaba tanto a los profesionales de la salud como a los participantes a la hora de abordar los problemas de salud mental por medio de la fe y el apoyo de la comunidad.
A medida que la Asociación Adventista de Salud Mental sigue liderando estas importantes iniciativas, se hace cada vez más evidente que estas cumbres no son meras reuniones, sino momentos cruciales en el camino hacia la salud y el bienestar holísticos, que combinan la fe y la experiencia en salud mental para beneficio de muchos.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.