Western Kenya Conference

Líderes adventistas unen sus fuerzas para combatir la plaga de tungiasis en Kenia occidental

Dos departamentos regionales de salud colaboran para promover la salud y el saneamiento.

Malachi Odwoli, Asociación Occidental de Kenia, y Adventist Review
Dos regiones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Kenia Occidental se asociaron recientemente para llevar a cabo una campaña de tres días contra la tungiasis en Malava.

Dos regiones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Kenia Occidental se asociaron recientemente para llevar a cabo una campaña de tres días contra la tungiasis en Malava.

[Foto: Asociación Occidental de Kenia]

La Unión Occidental de Kenia (UOK) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se asoció con la Asociación Occidental de Kenia (AOK) para llevar a cabo una campaña de tres días contra la tungiasis en Malava, Kenia, del 10 al 12 de octubre de 2024. La iniciativa, encabezada por los departamentos de Salud y Evangelización de ambas organizaciones, tuvo como objetivo combatir los efectos debilitantes de las plagas de tungiasis en la región, a la vez que intentaron llevar esperanza y sanación a las comunidades que lo necesitaban urgentemente.

La tungiasis es causada por pequeñas pulgas parásitas que se introducen en la piel (la Tunga spp. es conocida popularmente con múltiples denominaciones: en México, Paraguay y América Central: nigua o chique; en Bolivia: kuti o suthi; en Colombia: chica; en Perú: pico; en Argentina, Chile y Uruguay: pique) y han sido durante mucho tiempo una aflicción oculta pero devastadora en las zonas rurales de Kenia, especialmente en las zonas donde falta infraestructura sanitaria. Las consecuencias de las infestaciones son graves para la salud humana. Causan dolor intenso, inflamación e infecciones secundarias, limitan la movilidad, especialmente en los niños, y perturban la capacidad de asistir a la escuela y participar en las actividades cotidianas. Sin embargo, el impacto físico es solo un aspecto de la situación.

Las consecuencias emocionales son igualmente devastadoras, según los responsables sanitarios. Las personas, especialmente los niños, sufren el estigma de las llagas y cicatrices visibles, lo que a menudo conduce al aislamiento social, la ansiedad y la depresión. Esta estigmatización puede provocar una pérdida de autoestima, limitar el acceso a la educación y reducir las oportunidades de participación en la comunidad.

Aunque la carga física de las niguas es desgarradora, el impacto psicológico es profundo. Los afectados suelen experimentar profundos sentimientos de vergüenza e impotencia, lo que hace aún más difícil superar los desafíos a los que se enfrentan. Este círculo vicioso, en el que el malestar físico agrava la angustia mental, subraya la urgente necesidad de un enfoque integral de la salud, que combine soluciones prácticas con atención espiritual. La campaña contra la tungiasis en Malava fue un brillante ejemplo de este enfoque integrado, que combina las intervenciones sanitarias con el poder curativo de la fe, dijeron los líderes.

Quienes estuvieron al frente de la campaña, el director de evangelización de la UOK, Azaria Otieno, y el director de Salud, Daniel Tirop, compartieron poderosos mensajes de esperanza y sanación. “Para fomentar una sociedad verdaderamente sana, debemos abordar las dolencias físicas y emocionales que afectan a nuestras comunidades”, afirmó Tirop. “Cuando las personas se liberan de la carga de la enfermedad, están en mejores condiciones para experimentar el crecimiento espiritual y participar plenamente en la vida de la comunidad”.

Los voluntarios pasaron tres días prestando ayuda médica y espiritual a los enfermos de tungiasis en Kenia occidental, además de presentar programas educativos.
Los voluntarios pasaron tres días prestando ayuda médica y espiritual a los enfermos de tungiasis en Kenia occidental, además de presentar programas educativos.
Al atender las necesidades de salud física, los adventistas del séptimo día no solo están trabajando para erradicar una plaga dolorosa y peligrosa, sino que también están allanando el camino para una mayor renovación espiritual.
Al atender las necesidades de salud física, los adventistas del séptimo día no solo están trabajando para erradicar una plaga dolorosa y peligrosa, sino que también están allanando el camino para una mayor renovación espiritual.

La campaña cobró un impulso significativo con la participación de los principales líderes de la AOK. La directora de Salud, Angellah Omondi, y el director de Evangelización, Lucas Ogwoka, desempeñaron un papel decisivo a la hora de movilizar el apoyo local y garantizar que el mensaje de erradicación de la tungiasis llegara a todos los rincones de la comunidad. El secretario de la AOK, Joseph Lumati, también prestó su apoyo, destacando la importancia de esta iniciativa para el avance de la misión más amplia de la asociación de salud integral y evangelización.

Durante los tres días que duró la campaña, los voluntarios trabajaron incansablemente para tratar a las personas afectadas por la tungiasis, aplicando soluciones medicinales para aliviar los dolorosos síntomas y prevenir nuevas infestaciones. El evento también incluyó actividades educativas, ofreciendo consultas médicas gratuitas y orientación práctica sobre saneamiento e higiene para ayudar a prevenir futuros brotes. Estos esfuerzos no solamente abordaron las necesidades sanitarias inmediatas, sino que también fomentaron un sentimiento más profundo de atención y apoyo comunitarios, reforzando la creencia de que la acción colectiva puede conducir a un cambio duradero.

Al abordar las necesidades de salud física de los residentes de Malava, la UOK y la AOK han trabajado para erradicar una plaga dolorosa y peligrosa y también han allanado el camino para una mayor renovación espiritual y cohesión social, dijeron los líderes. Explicaron que, mientras trabajan para eliminar la tungiasis y devolver la dignidad a los afectados, “las iglesias están alimentando simultáneamente la esperanza, la resiliencia y la autoestima. Este enfoque integral ejemplifica la creencia adventista de que la verdadera curación abarca el cuerpo, la mente y el espíritu”.

Aunque el camino hacia la recuperación total de los pacientes es largo, el compromiso mostrado por la UOK, la AOK y sus socios es un faro de esperanza para el pueblo de Malava y más allá, dijeron los líderes. “Mediante la colaboración continua, la determinación y el apoyo inquebrantable, esta campaña está sembrando las semillas de un futuro más brillante y saludable, en el que las personas puedan liberarse de los estragos físicos y psicológicos de la tungiasis y puedan participar plenamente tanto en sus comunidades como en su fe”.

Este artículo fue proporcionado por la Adventist Review.

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