Cerca de 1.200 líderes de toda la División Transeuropea (DTE) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se reunieron el martes 27 de agosto por la tarde en el Centro Sava de Belgrado (Serbia) para la ceremonia de apertura del quinto Concilio Pastoral Europeo (CPE). La DTE incluye 28 países, islas y territorios de Europa occidental y central.
Daniel Duda, presidente de la DTE, y Patrick Johnson, director de la Asociación Ministerial de la DTE, dieron la bienvenida al público, a los ponentes y a los invitados, destacando el papel del CPE en la formación continua, la conexión y el crecimiento. El evento, programado del 27 al 31 de agosto de 2024, marca una importante reunión de pastores, obreros bíblicos, líderes departamentales y cónyuges acompañantes de toda la DTE.
Comprometidos con la misión
El lema de 2024, “Comprometidos con la misión”, refleja la perspectiva del actual plan estratégico de la DTE: “Extender el Amor–Desarrollar Discípulos para Toda la Vida–Multiplicar las Comunidades”. El programa del evento, que comprende 50 talleres y 11 presentaciones plenarias, aborda la apremiante necesidad de involucrarse intencionadamente en el desafiante entorno del territorio de la DTE.
Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General (AG), compartió un mensaje de apertura mediante un vídeo pregrabado. Reconociendo el desafiante entorno de la DTE debido a su espíritu europeo altamente secular, Wilson se inspiró en Jeremías 32:26 y 27. Con un mensaje para animar a los pastores a perseverar bajo la guía de Dios y dejarse inspirar, también compartió un desafío. “¿Habrá algo que sea difícil para mí?”, dice Dios (Jeremías 32:27). “La DTE podría ser el lugar adecuado”, dijo Wilson en una oración al final de su breve mensaje, “donde Dios podría transformar este desafío en una realidad no exenta de milagro”.
Cinco certezas de la misión
Fue esta definición de la misión adventista la que esbozó Erton Köhler, secretario de la AG. Köhler planteó a la audiencia un solemne desafío: “¿Cómo llegarán 23,4 millones de miembros adventistas a 8.200 millones de personas en el planeta?”. En su presentación, “Las cinco certezas de la misión”, y citando Mateo 24:14, Köhler destacó cinco realidades primordiales que deberían inspirar a todos a comprometerse en la misión: la segunda venida de Jesús, la inevitabilidad del fin, la naturaleza global de la misión (no solo local), la certeza de la misión y la naturaleza milagrosa de la misión.
Como paso práctico para cumplir la misión, Köhler mencionó una nueva iniciativa de la AG, “Mission Refocus”, un enfoque estratégico para enviar al 70 % de todos los misioneros oficiales a la primera línea de trabajo y formar parte de las comunidades “glocales” (un nuevo término).
“¡Formen parte de este milagro!”, dijo Köhler al invitar a todos los participantes a experimentar esta idea de misión en sus vidas.
“¡Hay un agujero en mi cubo!”
Sin embargo, ser llamado a formar parte de la misión no debe sustituir el profundo compromiso de mostrar los atributos de Dios en el comportamiento personal y confesional. Ese fue el principal desafío del sermón “Hay un agujero en mi cubo [balde]”, de Jeffrey Brown, secretario asociado de la Asociación Ministerial de la AG.
Brown, natural de Birmingham (Reino Unido), presentó a los asistentes la futilidad de una situación de estancamiento mediante una canción popular infantil clásica de 324 años de antigüedad basada en un prolongado diálogo entre dos personajes, Henry y Liza, que comienza así: “Hay un agujero en mi cubo, querida Liza, querida Liza”.
Inspirándose en Jeremías 2:12 y 13, Brown habló de las personas que profesan amar a Dios y, sin embargo, tienen otras prioridades, y el resultado no es solamente un cubo agujereado en su vida, sino una situación de bloqueo en las iglesias. “El problema lo tenemos nosotros, los pastores y los líderes”, dijo Brown. “Todos tenemos un agujero en nuestro cubo, y la iglesia está atrapada en círculos de futilidad”, añadió.
Brown declaró: “Primero, debemos admitir que hay un agujero en nuestro cubo personal y organizativo, luego confesar el predicamento actual y, por último, abordarlo de forma intencionada y honesta”. Citó una declaración pública de la DTE diseñada para admitir, confesar y abordar los errores cometidos en el pasado. “No debemos cambiar el agua viva por un cubo roto”, concluyó Brown en su sermón, invitando al público a abrazar plenamente el cambio.
Color, energía, talento y narración de historias
La ceremonia también mostró el talento artístico de los artistas serbios locales. Dragan Grujicic, presidente de la Unión Sudoriental Europea, territorio que incluye a Serbia, invitó a los participantes a interactuar con la cultura local, presentando al Conjunto de Danzas y Canciones Folclóricas Dimitrije Koturović, una sociedad artística fundada en Belgrado hace 55 años. Los bailarines se cogieron de las manos formando una V, haciendo una cadena llamada Kolo, una danza tradicional interpretada por todas las etnias y grupos religiosos de Serbia y otras regiones de los Balcanes.
Entrega y renovación
El grupo de alabanza de CPE concluyó la noche con dos himnos muy conocidos, “Tal como soy” y “Vine roto”, creando una atmósfera de entrega y renovación. Fue una ceremonia de apertura inspiradora y motivadora para un evento destinado a invitar a los trabajadores y a sus familias de todo la DTE a reconocer los tiempos de desafío en los que viven y las grandes oportunidades que tienen por delante. El evento promete ser una experiencia transformadora, una coyuntura de “pausa y reflexión” que podría despertar energías dormidas y fomentar milagros que valen más que mil historias.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División Transeuropea.