La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Argentina vivió, a comienzos de mayo, una jornada clave en la promoción de la libertad religiosa, al recibir en su sede central al doctor Ganoune Diop, director del Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia a nivel mundial, y al pastor Jorge Rampogna, líder de dicho departamento para ocho países de Sudamérica.
Durante su visita, los líderes realizaron encuentros institucionales con autoridades nacionales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Visitamos a la directora de culto de la ciudad, Pilar Bosca, y al secretario de culto de la Nación en Cancillería”, explicó el pastor Gabriel Cevasco, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista en Argentina. “Estas visitas nos permiten presentar a la Iglesia, compartir nuestro mensaje y establecer puentes de respeto y cooperación”.

El punto culminante del encuentro fue la conferencia “La Libertad Religiosa: un derecho fundamental para todos”, que reunió en el auditorio de la Unión Argentina (Sede administrativa de la Iglesia Adventista en el país) a pastores, abogados, docentes, estudiantes, representantes del CALIR (Consejo Argentino para la Libertad Religiosa) y miembros de organizaciones civiles comprometidas con esta causa.
En su intervención, el pastor Rampogna destacó que la libertad religiosa trasciende credos y convicciones y otorga dignidad a toda persona. Basado en las Escrituras, recordó que Dios respeta la libertad de elección del ser humano, y que Jesús mismo enseña sin forzar conciencias.

Subrayó que este principio no es negociable para la Iglesia Adventista. También defendió la sana laicidad del Estado como garantía de libertad y respeto para todos: “Una Iglesia no debe controlar al gobierno, ni el gobierno imponer una religión”, enfatizó.
“La defensa de la libertad, el respeto mutuo y la dignidad humana deben ser nuestra prioridad”, afirmó.
El doctor Diop, con una profunda visión espiritual y académica, resaltó que la libertad religiosa es uno de los pilares de los derechos humanos, junto a la paz, la seguridad y la justicia. Definió la libertad religiosa como una libertad compuesta que abarca pensamiento, conciencia, expresión y elección.

Explicó que esta libertad tiene respaldo político, legal e internacional (art. 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos), pero, por sobre todo, es una manifestación de la dignidad humana. “Los seres humanos son sagrados porque son templos del Espíritu de Dios”, afirmó. “Nadie debe someter su conciencia a otro ser humano”, añadió.
El doctor Diop nació en Dakar, Senegal. Es licenciado en Exégesis y Teología (Collonges, Francia), máster en Filología (Universidad de París), y doctor en Estudios del Antiguo Testamento (Universidad Andrews, EE.UU.).

Diop recordó los orígenes del compromiso adventista con la libertad religiosa en 1888, cuando se opusieron a leyes que buscaban imponer el domingo como día de reposo en EE. UU. Desde entonces, la Iglesia ha promovido este derecho para todas las personas, sin distinción de fe.
“La libertad religiosa es un antídoto contra la violencia”, enfatizó y finalizó diciendo que “es parte de la imagen de Dios en el ser humano, y es nuestro deber restaurar esa dignidad en todos nuestros hermanos”.
Este encuentro fue una afirmación de identidad y misión. Un recordatorio de que la libertad no es solo un derecho a reclamar, sino una responsabilidad a ejercer con convicción, respeto y amor al prójimo.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias en español de la División Sudamericana. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.