Miles de jóvenes adventistas del séptimo día en todo el territorio de la División Interamericana se hicieron presentes en las ciudades y comunidades para servir y esparcir amor y esperanza, durante el Día Mundial de la Juventud (GYD) el pasado 16 de marzo de 2024.
La iniciativa anual liderada por el Ministerio Joven de la Asociación General motiva a que los jóvenes salgan de lo que les resulta cómodo para “Ser el sermón”.
Este año, los jóvenes recibieron el desafío del tema “Preséntense en las ciudades”, en un renovado compromiso de servir y transformar su ciudad mientras siguen el ejemplo de Cristo, dijo el pastor Al Powell, director del Ministerio Joven de la División Interamericana.
El GYD de este año en la División Interamericana incluyó la distribución del libro El conflicto de los siglos, de la cofundadora de la Iglesia Adventista Elena de White, en lo que representa el segundo año consecutivo en que el Ministerio de Publicaciones se han unido al GYD. Se distribuyeron casi tres millones de libros en papel y tarjetas digitales de El conflicto de los siglos el año pasado, y los líderes esperaban distribuir millones más este año, dijo Isaías Espinoza, director del Ministerio de Publicaciones de la División Interamericana.
“Vi a tantas personas conectándose con otras, orando por ellas y esparciendo las buenas nuevas de salvación por medio de libros”, dijo el pastor Al Powell, director del Ministerio Joven de la División Interamericana.
El pastor Powell estuvo acompañado por líderes de la División Interamericana y líderes locales del Ministerio Joven en Soacha, una municipalidad de la zona metropolitana de Bogotá, Colombia, donde se distribuyeron miles de ejemplares en papel y tarjetas digitales de El conflicto de los siglos.
Cientos de miembros salieron de sus iglesias en toda la Unión Colombiana del Sur para distribuir más de 31.000 ejemplares del libro, en apoyo a la campaña nacional “Colombia Lee”, que promueve la lectura en el país.
El pastor Elie Henry, presidente de la División Interamericana, quien estuvo presente en Bogotá, animó a los jóvenes a que continúen marcando una diferencia en sus ciudades, y desafió a los que veían el programa para que lean el libro misionero especial de la Iglesia Adventista durante una breve entrevista en la televisión nacional.
Además de distribuir libros, los jóvenes también marcharon por las calles, oraron por las personas y distribuyeron alimentos.
En las regiones de México
En la región Mexicana del Norte, niños, jóvenes y adultos distribuyeron ejemplares digitales de El conflicto de los siglos en las principales ciudades, pueblos y comunidades. Los jóvenes donaron sangre, distribuyeron alimentos, participaron en chequeos de salud, limpiaron parques, calles, ofrecieron oraciones a los transeúntes, compartieron etiquetas con mensajes de esperanza, marcharon por las calles y llevaron a cabo programas especiales en el lenguaje de señas para la comunidad de sordos. Además de ello, los jóvenes participaron en la distribución de prendas de vestir, ofrecieron un programa de ministerio de títeres para niños, y visitaron centros comunitarios, hogares de ancianos y mucho más.
Más de quinientos jóvenes se dieron cita en la Macroplaza de Monterrey, la cuarta plaza más grande del mundo, para promover un estilo de vida saludable mediante el programa de la iglesia conocido como “Quiero vivir sano”. La actividad incluyó estaciones de oración, medicamentos gratuitos, alimentos saludables, una actuación dramática silenciosa y un concierto musical, entre otras iniciativas.
“Es muy importante que cada uno de nosotros entienda que el día de hoy está dedicado al servicio, y que cada una de las estrategias misioneras que tiene la iglesia no es un fin en sí mismo sino un medio para enamorarse de la misión de Jesús”, dijo Luis Orozco, director del Ministerio Joven de la Unión Mexicana del Norte, al dirigirse a los jóvenes.
Alan Elí Pérez, un líder del ministerio juvenil en Monterrey, dijo que le encanta participar cada año del GYD. “Si pudiéramos hacer esto más a menudo, no tan solo una vez al año, quizá podríamos haber visto a Jesús regresar antes”, dijo. “Tenemos que salir de lo que nos resulta cómodo y predicar el evangelio tantas veces como podamos”.
En Chiapas, cientos de jóvenes marcharon por las principales calles y avenidas de sus distritos municipales para esparcir mensajes de esperanza, mientras compartían impresos con los transeúntes. Distribuyeron agua y libros misioneros, ofrecieron chequeos de salud y oraciones, llevaron a cabo conciertos musicales, y establecieron “tiendas de esperanza”, en la que las personas podían recibir alimentos y artículos higiénicos básicos en forma gratuita. Los jóvenes también visitaron refugios y distribuyeron alimentos.
Josué Daniel López, un líder del Club de Guías Mayores Ángeles en Tapachula, Chiapas, dirigió a un grupo de jóvenes para que marchara por las calles con un silbato en la mano y una fuerte voz, anunciando a los jóvenes y a los transeúntes que Dios está con ellos y que puede obrar milagros en sus vidas.
A medida que marchaban, López compartió su testimonio de cómo su fe en Cristo le había dado fortaleza para superar cualquier obstáculo en la vida. “Cada joven tiene que dar lo mejor de sí, confiando en que les proveerá lo que necesitan y que, sin él, no pueden lograr nada”, expresó.
En la región Mexicana Central, los jóvenes distribuyeron cientos de libros misioneros, revistas y ofrecieron una exposición de salud que contó con charlas sobre diabetes, obesidad, nutrición y hábitos saludables. Los jóvenes de la iglesia adventista Tacubaya compartieron mensajes positivos con pósteres y pancartas, distribuyeron libros, ofrecieron masajes gratuitos, y oraron con todo el que así lo deseara. Asimismo, decenas de jóvenes del Club de Conquistadores Ebenezer de Ciudad de México visitaron un refugio de perros en el que bañaron, alimentaron, caminaron y jugaron con decenas de perros.
En Cancún, Quintana Roo, los jóvenes formaron un “Túnel de la Felicidad” enmarcado con globos en un centro comercial popular, para que los que pasaban por ahí pudieran recibir una flor, un libro y una oración por sus familias si así lo deseaban.
En el Caribe
Las comunidades en la Unión del Caribe se vieron transformadas en centros de ministerio durante el GYD. Más de dos mil jóvenes de las islas de Sotavento Sur oraron por cientos de personas y compartieron 1.500 recipientes de sopa. En Virgen Gorda, una isla que forma parte de la Asociación Norte del Caribe, los jóvenes distribuyeron doscientos desayunos, 150 recipientes de sopa, y ofrecieron chequeos de salud, además de coordinar esfuerzos mediante los cuales profesionales de salud ofrecieron consultas de salud mental y nutrición a decenas de personas. Los jóvenes también reconocieron a la policía y los bomberos por su servicio dedicado, y oraron por las personas.
Las personas de la calle y los habitantes de las islas de Santo Tomás y Tórtola también recibieron un desayuno. Los jóvenes también distribuyeron canastos de alimentos y libros misioneros en las calles.
En Guana y Grenada, cientos de jóvenes distribuyeron ejemplares del libro misionero, visitaron a los enfermos en hospitales, hogares de ancianos, orfanatos, además de limpiar calles y ofrecer chequeos de salud, entre otras cosas.
“Llevamos a los jóvenes al campo para poner en acción la compasión y hacer un impacto en las comunidades necesitadas, y ellos así lo hicieron”, dijo el pastor Marvin Smith, director del Ministerio Joven de la Unión del Caribe.
En las Islas Caimán, Sur y Norte de Bahamas, y Turcos y Caicos, miles de jóvenes marcharon por las calles, distribuyeron libros, alimentos, y oraron por los conductores y por otras personas en las calles de la ciudad y en diversas comunidades. También distribuyeron agua, esparcieron mensajes de esperanza, ayudaron a coordinar chequeos de salud y ofrecieron manualidades para los niños, además de llevar a cabo marchas jóvenes para terminar la jornada.
“Fue una delicia observar a nuestros jóvenes, que compartieron gemas de gozo con sus comunidades”, dijo Terry Tannis, director de ministerio juvenil de la Unión del Caribe Atlántico.
Mientras tanto, en Haití, a pesar de que varias iglesias adventistas de la capital del país de Puerto Príncipe permanecieron cerradas por el aumento de la violencia en las calles, los jóvenes de la iglesia adventista Cristo Rey en Nazón, Puerto Príncipe, distribuyeron agua potable para seiscientas familias de la comunidad.
“La caótica situación que afecta a nuestro país está causando una faltante de los artículos básicos como es el caso del agua, pero como líderes, el Espíritu de Dios nos guio y actuamos a pesar de nuestros medios limitados para ayudar a las familias de los vecindarios que rodean a la iglesia”, dijo Darline Thermilien, líder del Ministerio Jovenl de la iglesia adventista Rey. La distribución de agua potable dio para ellos un doble mensaje, expresó ella. “Quisimos estar presentes en nuestra ciudad al actuar como Jesús y compartir el agua de vida y el mensaje del evangelio que jamás se secará”.
Jóvenes de toda Jamaica marcharon por las calles de Kingston y otras ciudades principales y comunidades de la isla, distribuyeron impresos y libros misioneros además de compartir alimentos y visitar hogares de ancianos.
En otras partes de la División Interamericana
En las principales ciudades y comunidades de Panamá, miles de jóvenes distribuyeron más de 61 mil ejemplares de El conflicto de los siglos, distribuyeron alimentos y prendas de vestir, ofrecieron oraciones en las calles y los hogares, esparcieron mensajes de esperanza en los semáforos y donaron sangre.
“Me siento tan entusiasmada de ver jóvenes que trabajan activamente con entusiasmo para servir a los demás”, dijo Misael González, director de ministerio juvenil de la Unión Panameña. “El Día Mundial de la Juventud muestra al mundo cuánto podemos hacer por otros, mostrando nuestra pura esencia como jóvenes adventistas, sin temor de llevar el evangelio a las ciudades para alcanzar a otros”, expresó.
En Guatemala, miles también distribuyeron el libro El conflicto de los siglos, repartieron platos de comida y bolsas de alimentos, donaron sangre, visitaron hogares de ancianos y ayudaron a ofrecer chequeos de salud. Los jóvenes oraron, coordinaron cortes gratuitos de cabello y marcharon por las calles con mensajes de esperanza.
Los jóvenes se hicieron presentes en Caracas, Venezuela, y su zona metropolitana, en sus parques, iglesias y campos deportivos para testificar por medio de la música, mensajes espirituales, y mensajes a los jóvenes. Distribuyeron libros misioneros, canastas de alimentos, platos de comida, globos y prendas de vestir, y ofrecieron abrazos y oraciones. Los jóvenes también visitaron hospitales, hogares de ancianos, clínicas, estaciones de policía y estaciones de bomberos para compartir breves mensajes del evangelio, además de distribuir alimentos.
“Fue una jornada muy agradable, con actividades espirituales y recreativas, visitando calles y hogares para compartir esperanza”, dijo Ángel Zambrano, pastor distrital en Las Mercedes del Llano.
“Durante años, los jóvenes de la División Interamericana se han comprometido para ir más allá de los bancos de la iglesia e impactar a la comunidad con propósito y pasión, y estamos tan motivados al ver tanto entusiasmo entre los líderes de ministerio juvenil y los jóvenes también este año”, dijo Powell.
El GYD marcó el comienzo de la Semana de Oración Juvenil en el territorio de la División Interamericana. Durante la semana que siguió al GYD, los jóvenes han estado activos predicando desde los púlpitos y al frente del ministerio de grupos pequeños. El lema de la semana, “Redención urbana: Jóvenes que transforman su ciudad”, destaca la necesidad de ofrecer esperanza mediante el ejemplo de Cristo en medio de la depresión, la enfermedad, la desesperación, el temor y la incertidumbre prevaleciente hoy en el mundo.
Lanzado en 2013, el propósito del GYD es recapturar la realidad de los jóvenes adventistas como un movimiento global movilizado para el servicio, contribuyendo a la proclamación del evangelio eterno, y anunciando así la segunda venida de Cristo.
Uriel Castellanos, Bequer Jiménez, Helena Corona, Royston Philbert, Henry Moncur, Jean Carmy Felixon, Gabi Chagolla, Johana Garcia, Jean Carmy Felixon, Steven’s Rosado, Laura Acosta, Victor Martínez, Gustavo Menéndez y Nigel Coke colaboraron con este informe.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.