El trabajo voluntario siempre ha formado parte de la historia de la Misión albanesa. Con la primera iglesia del país construida por voluntarios en 1994, el trabajo de los voluntarios ha sido y es fundamental para apoyar el desarrollo de múltiples proyectos misioneros y de ayuda comunitaria. Del 4 al 8 de abril de 2023, siete jóvenes voluntarios albaneses fueron a Alemania para aprender a ser misioneros y seguir apoyando la labor de la iglesia. Para entender cómo se llegó a esta situación, hay que remontarse por un momento a 2021.

Fue durante 2021 cuando los estudiantes y el personal de la Escuela Misionera Josiah (patrocinada por la Asociación de Baden-Wuerttemberg) visitaron Albania por primera vez para participar en un proyecto misionero. Sin embargo, después de escuchar la historia del adventismo en Albania y testimonios personales de otros misioneros, un grupo más pequeño de Josiah regresó a Albania en 2022 con el deseo en sus corazones de servir de una manera más intencional y sostenible.

Para ello, crearon el proyecto “Envíame”. Ole Dust, uno de los creadores, dijo que tras su visita a Albania, “sus corazones se conmovieron y supieron que no era solamente un viaje misionero, sino el comienzo de una relación de misión y cooperación duradera entre jóvenes de Alemania y la Misión Albanesa”. El proyecto se creó con el “objetivo de ofrecer distintos tipos de apoyo a la Misión Albanesa”, explicó Dust.

Por su parte, Dania Schlude, también miembro del equipo organizador, prosiguió: “Sobre todo, queremos mostrar públicamente que apoyamos a nuestros hermanos y hermanas de Albania y ayudar allí donde sea necesario. Queremos apoyar la Misión Albanesa con un compromiso activo”.

Este año, el proyecto “Envíame” invitó a los jóvenes albaneses que estaban apoyando a visitar Alemania para vivir una experiencia única de formación misionera. “El objetivo principal era mostrar a los jóvenes albaneses que no están solos como iglesia. Otro objetivo era mostrarles una perspectiva diferente de cómo funciona una vida cristiana en una escuela misionera como la Escuela Misionera Josiah”, explicó Dust.

Durante los tres primeros días de su visita a la escuela, vivieron una experiencia misionera y de ayuda comunitaria, ayudando en diversos proyectos sociales, como servir comida a los refugiados. Reflexionando sobre su experiencia, Aiselda Vladi comentó: “Salir de Albania por primera vez, conocer gente nueva en un lugar nuevo me ponía nerviosa, pero en cuanto llegamos a la Escuela Josiah, me sentí como en casa. Nos dieron la bienvenida, comimos y oramos juntos, conectamos con la naturaleza y estudiamos la Biblia. Cada lección que estudiábamos juntos me ayudaba a entender la Biblia desde una nueva perspectiva”.

Como añadido al viaje de misión, los jóvenes albaneses pudieron asistir al 17º congreso de Jóvenes en Misión, bajo el lema “Ha resucitado”. Asistieron más de 1.200 jóvenes, que participaron en conferencias y talleres. El grupo albanés tuvo incluso la oportunidad de dirigir un taller, en el que compartieron la historia de Albania. El Pr. Delmar Reis, presidente de la Misión Albanesa, también presentó un taller acerca de los desafíos de la misión transcultural. “Participar en una semana como esta es positivo en muchos sentidos”, reflexionó Reis. “Ver que los jóvenes albaneses regresan motivados y dispuestos a aplicar nuevas ideas para compartir el Evangelio es una de ellas. Además, es muy importante que nuestros jóvenes vean que, aunque seamos pequeños en Albania, formamos parte de una iglesia mundial más grande. Es un recordatorio crucial de que no estamos solos”.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Transeuropea.