El Ministerio Joven Adventista (MJA) de la región Sudasiática del Pacífico (DSAP) sigue inspirando a los jóvenes para que abracen la obra misionera, ofreciéndoles oportunidades anuales para una obra misionera a corto plazo. Este año, 32 jóvenes, entre ellos hijos de trabajadores del DSAP, participaron en la iniciativa Voz de la Juventud (VDJ) en Mindoro, Filipinas. El grupo se dividió en dos equipos, que sirvieron a las comunidades de las localidades de Gloria y Bansud. A través de sus esfuerzos, los participantes compartieron esperanza y fe, aportando un impacto positivo a los residentes locales.
El Ministerio Joven de la DSAP dotó a estos jóvenes participantes de una amplia capacitación para asumir diversas responsabilidades en las actividades de divulgación, incluida la evangelización pública y otras. Se les asignaron varias funciones: coordinadores, oradores, conferenciantes de salud, líderes de programas infantiles y otros puestos clave. Además, recibieron capacitación para facilitar debates en grupo y dirigir sesiones de oración unidas tras el mensaje de cada noche, fomentando un compromiso significativo y el crecimiento espiritual entre los participantes y la comunidad.
Para garantizar un trabajo de base eficaz para la evangelización pública, el Ministerio de Jóvenes Adventistas (MJA) de la DSAP se asoció con sus homólogos locales. El equipo de la VDJ la DSAP colaboró con el equipo de la VDJ de la DSAP en la isla de Mindoro, formado principalmente por Guías Mayores y Guías Mayores en formación. Juntos oraron, organizaron programas, realizaron evaluaciones, visitaron hogares y llevaron a cabo diversas actividades de divulgación. Los padres y los líderes locales desempeñaron un papel vital en la tutoría y la orientación esencial para la capacitación de este “ejército de jóvenes”, capacitándolos para un trabajo misionero impactante.
Tras varios meses de trabajo preliminar y una semana de cosecha, los jóvenes de la DSAP compartieron las bendiciones de unirse a la iniciativa. El Jireh Estacio, profesor de salud y coordinador de música de la Voz de la Juventud, hijo de una contable y de un directivo de la DSAP, comparte: “Unirme a la Voz de la Juventud en Mindoro me ha abierto los ojos, ya que he podido ver que personas de diferentes razas y culturas pueden trabajar juntas en armonía y me ha hecho sentir que pertenezco a la misión que Dios nos ha encomendado”.
Ken Nigel S. Medina reflexiona sobre una experiencia impactante durante la iniciativa La Voz de la Juventud, compartiendo: “Una noche, llovía copiosamente y el lugar de celebración de nuestro programa sufrió una pequeña inundación. Pensé que no vendría nadie. Pero entonces vi a un joven corriendo por el agua, ansioso por unirse a nosotros. A pesar de la lluvia y el frío, llegó con una gran sonrisa. Ese momento me recordó lo vital que es compartir la palabra de Dios. Si un niño puede mostrar tanta determinación, yo debería estar aún más comprometido con mi misión”.
También relata otro momento conmovedor durante sus actos de servicio comunitario. “Conocimos a un niño que no llevaba ropa. Al principio parecía tímido, pero cuando vio la comida y los bocadillos que llevábamos, se le iluminaron los ojos. Rápidamente tomó un bocadillo y llamó a su madre para que se lo abriera. Mientras comía, se le derramó la leche por encima, pero no le importó: estaba muy contento. Fue un momento tan sencillo pero conmovedor que me recordó cómo incluso los pequeños gestos pueden proporcionar una inmensa alegría”.
Shanly Sibala, coordinadora de la Voz de la Juventud en Bansud, comparte su alegría cuando las personas a las que estaban llegando entregaron su vida a Jesús: “En los últimos días, hemos tenido una semana bastante agotadora pero muy satisfactoria al ver cómo se bautizaban las personas con las que hemos compartido el amor de Dios. Ha sido muy inspirador y realmente demuestra que no somos nosotros los que hacemos el trabajo, sino Dios”.
NJ Fajut, presidente de la VDJ de la DSAP, desea tener más VDJ después de ver a la gente entregar su vida a Jesús. Él testifica: “Ver este bautismo ahora mismo es un sentimiento muy reconfortante porque durante toda la semana estuvimos trabajando muy duro para que la gente viniera a nuestras reuniones nocturnas y esperamos que se sientan bendecidos por los mensajes que tenemos y las preguntas de discusión que preparamos. Verlos bautizados nos hace felices, no solamente a mí, sino a todo el equipo de la Juventud Opina de la DSAP y también a los equipos de la Voz de la Juventud de Mindoro. Espero que pronto podamos hacer más de esto para que podamos tener más personas que entreguen sus vidas a Jesús”.
Alaiza F. Sagundo, una joven recién bautizada, testifica: “Fui bendecida por los mensajes de la Biblia y las charlas sobre salud y por hacer nuevos amigos con el equipo de la Voz de la Juventud. El Espíritu Santo me movió a entregar mi vida a Jesús y a bautizarme”.
Zaki Li Nacario relata la bendición de la oración y la misión al unirse a la Voz de la Juventud. Escribe: “La oración jugó un papel vital en el éxito de la Voz de la Juventud. Las constantes peticiones de oración del equipo nos recuerdan que el verdadero éxito proviene del poder de Dios, no solamente del esfuerzo humano. Las victorias en lugares como Gloria y Bansud fueron posibles gracias a las oraciones que elevaron nuestro trabajo a Dios. La misión también construyó fuertes lazos entre los miembros del equipo, creando amistades duraderas enraizadas en la fe y el servicio. Su trabajo en equipo refleja Eclesiastés 4:9: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”. “Al trabajar juntos, nos acercamos más a Dios y entre nosotros mientras avanzamos en su reino”.
Al final del programa hubo 65 personas, jóvenes y mayores, que entregaron su vida a Jesús y sellaron su decisión en el bautismo. David Morado, exdirector de Jóvenes en la sede regional del norte de Filipinas y ahora presidente de la Iglesia Adventista en las Islas Mindoro, dirigió la entrega de la Biblia con las 28 Creencias Fundamentales en ella. Estableció un plan para educar y discipular a estos nuevos miembros. También promovió enérgicamente la Cosecha de la Voz de los Jóvenes 2025 para que todas las iglesias reunieran a sus jóvenes para llevar a cabo la VDJ en sus comunidades.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.