Todas las mujeres y las niñas merecen dignidad, pero no todas disfrutan de este derecho básico. Algunas tienen que esforzarse. Cada mes, 500 millones de ellas luchan, simplemente porque sangran.
El 8 de marzo de 2023, el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer. Junto con varios departamentos del Ministerio de la Mujer, ADRA Europa lanza la campaña “STOP total a la pobreza menstrual”.
CAMPAÑA CONTRA LA POBREZA MENSTRUAL
Muchas niñas y mujeres luchan cada mes durante su periodo menstrual. Todas las que menstrúan, vivan donde vivan, experimentan desafíos a la hora de gestionar su periodo. Estos pueden incluir la falta de productos, baños o instalaciones para eliminar los productos de higiene utilizados, o soportar el dolor, el acoso o la restricción de actividades y lugares. En los países de renta alta, estos problemas suelen denominarse “pobreza menstrual”, y en los países de renta media-baja, “gestión deficiente de la higiene menstrual”. Sin embargo, el resultado es el mismo: una gran proporción de la población mundial se ve desfavorecida por su menstruación.
La pobreza menstrual es la falta de acceso a productos sanitarios, educación sobre higiene menstrual, baños, instalaciones para lavarse las manos o gestión de residuos. En todo el mundo, las mujeres que menstrúan pueden verse excluidas de actividades básicas, como comer ciertos alimentos o socializar. La vergüenza cultural asociada a la menstruación y la escasez de recursos pueden impedir que las mujeres vayan a la escuela y trabajen todos los días. El Banco Mundial calcula que 500 millones de mujeres y niñas en todo el mundo carecen de acceso a instalaciones adecuadas para la gestión de la higiene menstrual.
EN EUROPA, ADRA Y LA IGLESIA ADVENTISTA SE COMPROMETEN
En marzo de 2023, ADRA Europa y el departamento del Ministerio de la Mujer de la División Intereuropea y la División Transeuropea lanzaron la iniciativa “STOP total a la pobreza menstrual”. La campaña inspirará a la gente a hacer que los baños sean “amigables para las mujeres”.
Se invita a la comunidad religiosa adventista a (1) poner a disposición productos de salud menstrual en los baños de sus instalaciones, como oficinas de ADRA, edificios de iglesia, colegios, universidades, instituciones eclesiásticas y otros; (2) crear “lugares amigables para las mujeres”: espacios donde los productos de salud menstrual serán gratuitos para quienes luchan por acceder a ellos; (3) educar y hablar acerca de la menstruación; (4) abogar para que los productos menstruales sean asequibles; (5) asociarse con las comunidades locales para recaudar fondos.
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La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.