Northern Asia-Pacific Division

El Movimiento de los 1.000 Misioneros celebra el regreso a casa de 72 misioneros internacionales tras 10 meses de servicio

La ceremonia honra los logros impulsados por la fe, incluidos los bautismos, la construcción de iglesias y los compromisos espirituales renovados en todo el mundo.

Corea del Sur

División Norasiática del Pacífico
El Movimiento de los 1.000 Misioneros celebra el regreso a casa de 72 misioneros internacionales tras 10 meses de servicio

Foto: División Norasiática del Pacífico.

El 25 de enero de 2025, el Movimiento de los 1.000 Misioneros celebró un hito significativo con una Ceremonia de Bienvenida en honor a 72 misioneros que completaron 10 meses de servicio en varios campos de misión globales.

Bajo el lema «Reenfoque en la misión: Yo iré», el evento celebró tanto las experiencias personales como los logros colectivos de estos jóvenes adultos que dedicaron casi un año al servicio religioso y al servicio comunitario.

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A lo largo de su misión, el grupo apoyó 1.153 bautismos, contribuyó a la construcción de nueve iglesias y ayudó a establecer 32 nuevas congregaciones. También desempeñaron un papel vital en la reconexión de 1.188 personas, comúnmente denominadas en los entornos eclesiásticos como «apóstatas», con sus comunidades espirituales.

La ceremonia contó con un mensaje de apertura del Dr. Nam DaeGeuk, expresidente de la Universidad Sahmyook de Corea. Al hablar acerca de «La responsabilidad y el deber del sacerdote», el Dr. Nam reflexionó en la sagrada responsabilidad de quienes se comprometen a compartir el Evangelio y servir a los demás.

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Cho KiHyung, coordinador de capacitación y director asociado del Movimiento de los 1.000 Misioneros, presentó formalmente al grupo a Han SukHee, director del movimiento. El pastor Han dio una cálida bienvenida a los misioneros, elogiando su dedicación y animándolos a seguir sirviendo con fuerza y determinación.

Al finalizar la ceremonia, los misioneros expresaron su profunda gratitud y reflexionaron sobre sus experiencias. El lema «Yo Iré» resonó como una renovada promesa personal: servir con fe, sin importar los desafíos que se avecinen.

La Ceremonia de Bienvenida no solo marcó el final de un capítulo, sino que también proyectó una visión hacia el futuro, donde la fe, la misión y el servicio continúan dando forma a las vidas de estos jóvenes comprometidos.

El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División Norasiática del Pacífico. Sigue a ANN en las redes sociales y únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.

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