Aline Azevedo, de 27 años, sufrió durante 15 años de hinchazón constante, dolor abdominal intenso y un miedo paralizante a las situaciones embarazosas debido al estreñimiento crónico. Este problema de salud no solo le impedía asistir a reuniones familiares y salidas sencillas, sino también cumplir su sueño de convertirse en periodista. En respuesta a este problema recurrente, el Hospital Adventista de Belém (HAB) innovó realizando el primer implante de un neuromodulador sacro en el norte de Brasil, lo que transformó la vida de Azevedo y dio esperanza a muchos otros pacientes.
El estreñimiento es más común entre las mujeres y puede estar relacionado con una dieta baja en fibra, un estilo de vida sedentario, la deshidratación y el consumo excesivo de alimentos procesados. En casos más graves, como el de Azevedo, también existen disfunciones del suelo pélvico que dificultan el funcionamiento intestinal. Desde muy joven, se enfrentó en silencio a un problema devastador: la incapacidad de evacuar con regularidad.
A los 20 años, la situación de Azevedo llegó a un punto crítico. El intenso dolor y el abdomen hinchado le impedían comer y necesitaba procedimientos médicos invasivos para evacuar, que con el tiempo se volvieron ineficaces. Fue entonces cuando la coloproctóloga Ana Paula Costa buscó una nueva opción de tratamiento para su estreñimiento: la implantación de un neuromodulador sacro, un dispositivo que envía estímulos eléctricos a los nervios de la pelvis, ayudando al intestino a funcionar correctamente.
Una cirugía que transforma la vida

La institución, que ya cuenta con un historial de liderazgo en la región, como la realización de los primeros trasplantes de corazón y riñón en el norte del país, volvió a destacar por su innovación.
La sensibilidad y la determinación de estos profesionales no solo minimizaron el dolor físico de Azevedo, sino que también le devolvieron su autonomía y dignidad. Según la Dra. Ana Paula Costa, el éxito es el resultado de la colaboración entre equipos multidisciplinarios, el apoyo de la familia y la fuerza de voluntad de la propia paciente.
«Cuando Aline llegó al consultorio, me di cuenta de inmediato de que era una mujer decidida», recuerda la doctora con una sonrisa afectuosa. «A pesar de las limitaciones impuestas por la parálisis cerebral, tiene una excelente comunicación y unas habilidades sociales impresionantes», añade.
Pero el estreñimiento crónico le hacía la vida cada vez más difícil a Azevedo, una mujer que a lo largo de su vida ha tenido que librar muchas batallas para ganarse su independencia.
«Sabía que este nuevo procedimiento tenía el potencial no solo de mejorar su salud, sino de aliviar a toda su familia», afirma Costa. «Investigué, intercambié experiencias con otros especialistas y lo confirmé: era la mejor opción para su caso», añade.
Atención sanitaria basada en el valor
Gracimar Azevedo, madre de Aline, recuerda con emoción la empatía mostrada por la doctora desde el primer contacto.
«La Dra. Ana Paula siempre tuvo una mirada atenta y escuchó a Aline con paciencia. Nunca había tratado un caso como este, pero se comprometió a encontrar una solución. En ese momento, nos sentimos realmente acogidos», afirma.
Según Gracimar Azevedo, la dedicación de la doctora fue decisiva.
«Después de 20 días de investigación, nos dijo que la cirugía era posible.
Admitió que nunca había realizado el procedimiento, pero su confianza era contagiosa. Y decidimos confiar en ella», continúa.
Costa sostiene que escuchar atentamente es esencial en la práctica médica.
«No veo a los pacientes como números o expedientes. Quiero comprender profundamente lo que les aflige para poder buscar, con todo mi esfuerzo, una respuesta que pueda cambiar sus vidas», concluye.
Apoyo a la innovación quirúrgica
Además del apoyo de la dirección del Hospital Adventista de Belém, la doctora destacó otro factor crucial: la excelencia de la estructura hospitalaria. La combinación de estos elementos fue esencial para que se produjera esta innovación médica.
«No sería posible sin una institución que invierte constantemente en tecnología de vanguardia y ofrece un centro quirúrgico moderno. Aquí contamos con ese apoyo. Y, con un equipo cualificado, podemos avanzar e innovar con seguridad», refuerza la coloproctóloga.
La intervención realizada en el HAB representa más que un hito médico. Simboliza esperanza, alivio y un compromiso con la valoración de la vida, una vida con más dignidad y salud para quienes, como Azevedo, se enfrentaban a las limitaciones impuestas por una enfermedad crónica.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana. Únete al canal de WhatsApp de ANN para recibir las últimas noticias adventistas.