El Colegio Unión del Pacífico (Pacific Union College, PUC), una institución educativa adventista de Angwin, California, Estados Unidos, organizó recientemente su inaugural Simposio acerca de Salud Mundial en colaboración con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda (ESPULL).
El evento se adentró en la complejidad de los problemas de salud mundial por medio de debates dinámicos, sesiones interactivas de grupos y carteles, y un iluminador discurso de apertura. Alrededor de 85 personas se inscribieron en este evento universitario de un día de duración, entre las que se encontraban diversos grupos de profesionales, como médicos, enfermeras, miembros de la comunidad y estudiantes.
Según Nancy Jacobo, directora de Salud Global, el simposio se inspiró en varias necesidades: generar conciencia acerdca de la salud global y las carreras en este campo, destacar el Programa de Salud Global 4+1 del PUC y, en última instancia, atraer a una nueva generación de estudiantes de salud global y futuros profesionales.
“Esperamos que los asistentes se lleven una idea de la importancia de ser conscientes de los resultados sanitarios y las disparidades de salud que existen en nuestras comunidades y en el extranjero”, dijo Jacobo.
Durante el simposio, los participantes tuvieron la oportunidad de visitar siete stands centrados en temas sanitarios específicos, como la iniciativa de la Asociación del Norte de California acreca de las personas sin hogar, Blue Zones, la clínica móvil de Adventist Health y otros. Gilbert Burnham, profesor emérito de Salud Internacional de la Universidad Johns Hopkins con amplia experiencia médica en el extranjero, pronunció el discurso de apertura titulado “Cambio global: Mirando al presente y al futuro desde la óptica de la salud pública”.
Además, hubo cuatro ponentes en sesiones de trabajo, entre ellos Josué Orellana Guevara, quien habló de las “Tendencias emergentes en la salud mundial para las organizaciones humanitarias”; Ronald Mataya, profesor de la ESPULL, quien exploró “Un enfoque integrado para mejorar la salud materna, neonatal e infantil en entornos de bajos recursos”; Kristen Orlando, ayudante del fiscal del distrito, quien presentó “La trata de seres humanos: Identificación, respuesta y prevención”; y Philip Wegner, enfermero diplomado en salud pública, quien compartió “La historia y el desafío de la tuberculosis: El mayor fracaso de la historia de la salud pública”.
Uno de los estudiantes asistentes recibió como premio un viaje de misión de parte de la ULL con todos los gastos pagados, que podrá utilizar cuando asista a la universidad.
El simposio puso de relieve la asociación mutuamente beneficiosa y floreciente entre el Programa de Salud Mundial del PUC y la ESPULL, que en última instancia permite a ambas instituciones poner en común valiosos recursos y ofrece una vía simplificada para los profesionales de la salud mundial: cuatro años para obtener una licenciatura en Salud Mundial en el PUC y un año para obtener una maestría en Salud Pública en la ULL. Los estudiantes también se ahorrarán mucho dinero, ya que podrán obtener un máster en salud pública en cinco años, frente a los seis que suelen tardar.
Pronto se iniciará la planificación del próximo simposio, que tendrá lugar en 2025. Este simposio se celebrará en la Universidad de La Sierra, en Riverside (California), con la intención de rotar de un campus a otro cada año.
“Esperamos que este simposio conduzca a un mayor compromiso global e inspire a la próxima generación de profesionales de la salud global y miembros de la comunidad comprometidos globalmente”, dijo Jacobo.
La versión original de este artículo se publicó en el sitio de noticias del Colegio Unión del Pacífico.