Un ciclón llamado “Remal” azotó las zonas costeras de Bangladés el domingo 26 de mayo de 2024 por la noche y permaneció en territorio bangladés durante 34 horas, hasta el 29 de mayo de 2024. El ciclón tocó tierra en el puerto de Mongla, en el sur de Bangladés, y en la región costera de la isla de Sagar, en Bengala Occidental (India), trayendo fuertes lluvias y vientos máximos de 135 km/h. Según las autoridades locales, el ciclón destruyó 35.483 viviendas, dañó 115.992 hogares y afectó a 3,75 millones de personas en Bangladés. El ciclón también devastó cultivos, arrancó árboles, derribó postes eléctricos, rompió barreras y arrasó recintos piscícolas.
Un corresponsal local de la Misión del Sur de Bangladés informó que siete distritos de Bangladés se vieron gravemente afectados y dañados por este mortífero ciclón. Numerosas iglesias adventistas del séptimo día de Godiapur, Bagdha, Shalabunia, Musuria y Rajapur Circle, todas ellas dentro del territorio de la Misión del Sur de Bangladés, se vieron afectadas. Miles de personas, entre ellas miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se vieron obligadas a refugiarse en las casas de sus vecinos o a pasar las noches a la intemperie. Las casas de muchos miembros de la iglesia, estimados en más de 600 personas, resultaron dañadas o destruidas. El ciclón también afectó a sus cultivos y a la pesca, dejándolos sin hogar y luchando por encontrar artículos de primera necesidad.
Muchos miembros de la iglesia sufren actualmente la falta de agua potable, saneamiento, alimentos y refugio. Kim WanSang, presidente de la UBA, declaró: “En un país donde el 91 % de la población es musulmana, los adventistas del séptimo día son extremadamente pobres y vulnerables. Pido encarecidamente que demos a estas personas la esperanza que necesitan para aferrarse a su fe y reconstruir su vida”.
En respuesta a la crisis, ADRA Corea anunció el lanzamiento de una campaña de recaudación de fondos el 30 de mayo de 2024, para apoyar a Bangladés después del ciclón. Hacen un llamado a la participación activa y al interés de los miembros de las iglesias. Los fondos recaudados mediante esta campaña, que durará hasta finales de junio, se utilizarán para apoyar a las víctimas del ciclón y ayudar en la reconstrucción de las iglesias dañadas en Bangladés.
La situación sigue siendo desesperada y se necesita ayuda urgente para asistir a las comunidades afectadas a recuperarse de este devastador desastre natural.
El artículo original se publicó en la página web de la División Norasiática del Pacífico.