“Si ustedes no creen en su sueño, nadie más lo hará”. Es lo que el evangelista internacional adventista, el pastor Arnaldo Cruz, les dijo hace poco a los más de cinco mil jóvenes de la Unión Venezolana Oriental (UVO) que cumplieron su sueño de asistir al II Camporí de Conquistadores #Conquista2paratriunfar del 24 al 30 de marzo de 2024, diez años después del primer encuentro.
Los organizadores contaron que algunos de los participantes tuvieron que viajar hasta tres días para llegar al lugar del evento en Las Aguas de Moisés, en el estado de Sucre. El viaje de los participantes incluyó caminar por selvas y montañas, por canoa en el río, y por automóvil. Otros vendieron libros adventistas y prepararon comidas para recaudar los fondos que necesitaban para asistir, reportaron.
Como parte de una atmósfera de celebración y renovación espiritual, alrededor de 170 de los jóvenes asistentes entregaron sus vidas a Cristo por medio del bautismo. Otros seiscientos recibieron la investidura en las diversas especialidades de Conquistadores, según el director del Ministerio Joven de la UVO el pastor Jesús David Chacón. “Para conseguir grandes resultados, necesitamos hacer grandes esfuerzos”, dijo Chacón. “Y eso es lo que hicieron los jóvenes y sus líderes del territorio para participar en nuestro camporí. Solo podemos decir: ‘¡Gloria a Dios!’ ”, dijo Chacón, visiblemente emocionado.
Un joven que estuvo entre los bautizados contó que ya había sido bautizado años antes. “Por diversas razones, sin embargo, me alejé de la iglesia. Pero llegué al campamento y los pastores Andrés Peralta [el director mundial de Conquistadores] y Cruz me motivaron con la Palabra de Dios para renovar mi pacto con el Señor y hoy, gracias a Dios, así lo hice”.
De manera similar, Andreina, miembro del Club de Conquistadores Estrellas de Israel dijo que entregó su vida a Cristo por medio del bautismo “porque él siempre ha estado conmigo”. Y añadió: “Él siempre me ha ayudado y, cuando me siento sola, él jamás me deja. Él es el único que me observa y me protege desde el cielo”.
En el otro extremo del espectro etario, Vestalia Vachesco, una adventista de 80 años de edad de la Misión Venezolana Nororiental, dijo que siempre se ha sentido entusiasmada por el Club de Conquistadores. “He estado asistiendo a eventos de los Conquistadores por 27 años, desde que conocí al Señor”, dijo Vachesco. “Un mes antes de que llegara hasta aquí, pasé por una intervención quirúrgica, pero eso no me detuvo. No debería estar aquí, porque tengo prótesis en ambas caderas, pero no me gusta perderme los camporís”, explicó.
Junto con Peralta y Cruz, dos dúos musicales de Argentina, Zimrah y Sosteny2, asistieron al evento y compartieron cánticos de alabanza y adoración a Dios. “Nos sentimos realmente conectados con esta atmósfera de adoración. Cantar aquí nos ha llenado el corazón”, contaron los miembros de Zimrah.
Los jóvenes también disfrutaron de un musical aún inédito basado en la vida de José y escrito por Francis Viloria. Durante el evento se llevaron a cabo representaciones diarias. Según los participantes del camporí, el musical tocó sus corazones y fortaleció su compromiso de permanecer fieles a Dios en toda circunstancia.
“Aparte de su fidelidad a Dios, una cosa que aprendí de la vida de José es la excelencia en todo lo que hizo”, dijo Viloria. “Siempre he pensado que cuando un joven se coloca en las manos de Dios, el Señor hace maravillas por ellos”. Es algo que se refleja a sí mismo en la vida diaria, añadió Viloria. “Si tenemos que barrer, barremos bien; si tenemos que escribir, escribimos bien; y si tenemos que sacar una fotografía, procuramos llegar a ser el mejor fotógrafo. Cuando Dios vea semejante disposición, comenzará a usarnos más y más”.
En una especialmente armada Casa de Oración, unos 2.500 asistentes recibieron apoyo espiritual. Al mismo tiempo, los participantes del camporí lograron recibir apoyo psicológico, gracias a estaciones distribuidas en todo el campamento. Muchos otros recibieron capacitación sobre diversas especialidades.
La Casa de Oración quedó abierta las 24 horas del día durante el camporí. Las personas tuvieron la oportunidad de pasar momentos íntimos con Dios, meditar en su Palabra, derramar lágrimas de ser necesario, compartir sus angustias o expresar su gratitud.
El pastor Juan Mariño, de la Asociación Venezolana Centro Oriental y uno de los consejeros durante el evento, explicó que “muchos jóvenes, adolescentes y preadolescentes llegaron a este lugar con sus padres porque tienen problemas en sus hogares. Aquí encontraron consejos prácticos”.
Por otro lado, Samuel Peña, quien viajó desde México y supervisó a los instructores del camporí, contó que en su primera visita a Venezuela, disfrutó del entusiasmo y el afecto de los participantes, el interés que mostraron en aprender, sus preguntas específicas, y su espíritu valiente. “La calidez humana es sumamente hermosa aquí”, dijo Peña.
Durante el camporí, los líderes de la iglesia regional anunciaron el proyecto de cadetes médicos misioneros, que participaron del evento ayudando a que los participantes se mantuvieran en buen estado de salud. Más de cincuenta de ellos fueron certificados como nuevos miembros del equipo.
Al cerrar, Peralta enfatizó la importancia de alinear los sueños personales con los sueños de Dios. “Cuando permiten que Dios trabaje en ustedes y alinean sus sueños con el sueño de Dios para sus vidas, ni siquiera el diablo puede impedir que esos sueños se cumplan”, expresó.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.